Si hace poco en nuestro maravilloso podcast he comentado la
nueva hornada de películas que nos llega de Corea del sur, ahora me adentro en
una producción de serie B que nos llega desde Australia. Como otras películas que
llegan de aquel país y de su vecina Nueva Zelanda el género de terror y más
concretamente el subgénero de zombies es el predilecto. Vale, si nos ponemos
tiquismiquis, los zombies son muy socorridos en las producciones de serie B, o
en esas operas primas de directorzuelos de cortometrajes (como es el caso) que
piensan se van a comer el mundo con sus muertos vivientes y al final lo que se
comen es una mierda bien grande. Esta Wyrmwood la carretera de los muertos se
mueve entre dos agua, entre la de ligera chapuza hasta la producción más o
menos digna y de la que no hay que avergonzarse de haber trabajado en ella.
Una lluvia de estrellas fugaces convierte a todos los
humanos que no tengan el grupo sanguíneo A+ en muertos vivientes. No los
convierte al instante, pero si respiran el aire sin mascaras antigás o algún
tipo de filtro, en poco tiempo se convierten en bestias devoradores de carne
humana. También hay otra peculiaridad de este fenómeno que convierte a la gente
en zombies, los líquidos inflamables dejan de serlo, por lo que la gasolina
pierde sus propiedades y los coches acaban siendo inútiles.
Estos zombies exhalan un humillo negro que si es inflamable,
así como su sangre, por lo que el grupo de protagonistas, encabezado por un mecánico,
preparan una camioneta 4x4 que funciona con sangre, o más bien con el aliento,
de los zombies. Además estos zombies son de día torpones y lentos, pero de
noche se vuelven más agresivos y rápidos, según los protagonistas porque
utilizan el combustible de su aliento durante las noches. Pero rápidamente esta
norma se la pasan un poco por el forro de los cojones cuando es de día y varios
zombies corren que se las pelan.
Anda por ahí un grupo de paramilitares que van salvando
personas, pero para luego entregárselas a un mad doctor que está haciendo
experimentos con zombies y personas que no lo son.
Sobre la caracterización de los zombies, roza lo amateur con
prótesis puestas por encima de la cara para hundir más los ojos y dar un
aspecto más fiero, pero no hay nada destacable. En cuanto a los efectos
especiales, la mayoría generados por ordenador cumplen, no son sonrojantes como
una producción Asylum, lo que ya es de agradecer, pero tampoco son para echar
cohetes. Y luego esta cuando atropellan a los zombies con los coches. Utilizan
la solución más simple y cutre posible, solo vemos el interior del vehículo, y
al moverse la cámara nos dan a entender que han atropellado a varios no
muertos. Vamos que o el efecto no les había quedado bien o directamente se ahorraron
grabar atropellos reales, porque para uno que hay se ve claramente el uso del
ordenador, en este caso de una forma bastante chapucera.
La película tiene 3 localizaciones, una casa, un almacén/garaje
y una carretera. El mayor porcentaje ocurre en esa carretera que está en medio
de un bosque, de ahí la frase promocional de” Mad Max metes Dawn of the dead”,
pero si les digo la verdad, ni una cosa ni la otra.
Y la peli va de eso, el prota que va a rescatar a su hermana
que está siendo objeto de experimento por parte del mad doctor de turno, y ya.
No da para mucho, y en imdb ya está indicado que se va hacer una segunda parte
con los protagonistas que sobrevivieron en la primera parte. Probablemente la
vea, o no, que se yo, si me vi hace poco una de zombies en la India, que era
una mierda infumable, como no voy a ver esta otra mierda.