La cosa va de un combatiente de Vietnam que fallece en acción. Los padres del muchacho
reciben una carta que les avisa de la muerte de este. Sin embargo, al día
siguiente de la fatal noticia, este aparece en casa absolutamente ileso. Todo
es alegría y jolgorio hasta que al muchacho le da por hacer cosas raras como
comportarse de manera violenta o matar al perro de la familia.
Poco a poco, se va cargando a más peña de su entorno y a
alimentarse de ellos, porque, efectivamente, lo que ha regresado de Vietnam es
un zombi. Y la madre que lo trajo al mundo que lo defiende hasta las últimas
consecuencias, inconsciente esta de la condición de no muerto de su hijo,
aunque a este se le caiga la cara a cachos.
Conocida en el Canadá como “Deathdream” y como “Death
of Night” en los USA, “Crimen en la
noche”, que trae consigo muy buena prensa, a mí me parece una mierdecilla lenta
y aburrida con un par de buenos momentos, y una historia cojonuda que con más
pasta y otra actitud más mercantil, podría haber sido un clásico. Sin embargo
al final es una cosa con mucho diálogo, cutre y salchichera que le deja a uno como
estaba una vez acaba y que no agarra fuelle hasta su recta final, cuando el
protagonista, ya zombificado del todo, se desata.
El dato freako está en el reparto, ya que algunos de los
actores, John Marley y Lynn Carlin al menos, eran habituales de la escudería de John Cassavetes. Cosa coherente del todo si tenemos en cuenta que al final, como
el cine de vanguardia y la serie B de horror, son géneros marginales, al final
van juntos de la mano.
Por lo demás, simplemente decir que otros productos de
terror made in Clark me parecen a todas luces superiores a este, en todos los
aspectos, ya sea “La noche de los miertos vivientes 2”, ya sea “Navidades Negras". Pero bueno, sea como fuere, para echar el ratillo viéndola, ya me sirve.