En un principio “Piernas Arriba” iba a ser una alocada
comedia picantona, adscrita al destape, pero sin más que un par de desnudos y
mucha diversión. Sin embargo, la exhibición pedía carnaza en sus cines de
barrio, y por eso, y por una supuesta falta de metraje para llegar a una
duración estándar, se rodaron aparte unas cuantas escenas porno soft de escaso
gusto, que se insertarían sin mucho orden ni concierto al metraje cómico
existente, pariendo así una película de clasificación “S”, que en aquellos días
de 1982, más que una clasificación sinónimo de denuncia, lo era de comercial. Y en esa tesitura se estrenó.
Cuenta la historia de dos detectives contratados por parte
del dueño de un hotel. En este, se están cometiendo una serie de asesinatos
contra unas señoritas. Para no llamar a la policía, ya que estos hechos podrían
hacerle perder la clientela, los detectives a los que acabo de hacer mención,
se ocuparan del caso, y por el camino, se ponen las botas con algunas de las
poco higiénicas tías que salen en la película.
Protagonizada por el gran José Carabias –en uno de los pocos
papeles protagónicos de su longeva y prospera carrera- y por Tito García (La
Guerra de los niños), los actores mantienen que cuando rodaron la película
pensaban que estaban rodando una comedia al uso de lo que se llevaba entonces,
pero que en ningún momento supieron que rodaban una película porno soft, por lo
que, engañados, siempre dijeron que no sabían nada del asunto; que insertaron
las escenas de folleteo sin su conocimiento –ni consentimiento-. Sin embargo,
si que hay una escena en la que ambos actores chupan los pezones al unísono, de
la misma actriz, y bajan al pilón ambos, a unas distancias tan escasas que si
no hubo cunilingus real, el olorcillo tuvo que llegarles, y hasta algo de
sabor. En la escena de marras, Tito García, escupe pelo. Y si esto ocurre es,
con la cámara como testigo, porque tuvo la boca demasiado cerca de los montes
de Venus.
En cualquier caso, la película es un puzzle de malas
escenas, mal dirigidas, mal interpretadas, peor escritas, y montadas por un
mono amaestrado, que mezcla escenas con más luz con otras donde esta escasea,
así como se encarga de que los protagonistas hagan gestos lascivos cuando, para
justificar un inserto, hacen esos gestos al aire.
El resultado de esto, es la obra de un absoluto inútil.
La película pasó discretita por las salas, 75.000
espectadores, y la dirección corre a cargo de un director más interesante que
sus propias películas; Justo Pastor.
Pastor, venía del teatro, dónde en los años 70 tuvo algún
que otro sonado éxito y dónde, ocasionalmente, hacía de actor. Iniciado en el
cine gracias a su amigo Eloy de la Iglesia, para el que hizo de actor en unas
cuantas ocasiones, Pastor debuta en la dirección de cine “S” con títulos tan sugerentes
como “Con el rabo entre las piernas”, “Aberraciones sexuales de un diputado” o
“Ya no soy virgen, olé, ya no soy virgen” para en 1983 ser condenado al
obstracismo y no volver a ponerse detrás de las cámaras hasta 1997, año en el que vuelve a dirigir.
Pero no lo hace con un viejo y acariciado proyecto que no hubiera podido llevar
a cabo en su momento, que va, lo hace dirigiendo la primera película porno de
Poli Díaz: “El potro se desboca”. Y ahí acaba su carrera cinematográfica.
No obstante, en 2009, pocos años antes de su fallecimiento,
también podemos verle haciendo de si mismo en la película de Leonardo Dantés
“L.A.R.R” dónde hace de si mismo y le vemos muy a gusto, suelto e integrado, al
lado de Tony Genil y diversos freaks que aparecen en esa película y que
comparten plano con el director.
Como dato de interés para los más cotillas, decir que durante buena parte de los 70, Justo Pastor, fue amante de Eloy de la Iglesia.
“Piernas Arriba”, puede que sea lo más parecido a una
película normal que ha hecho, por mucho que cuele planos de tetas y felpudos en
escenas en las que no vienen a cuento, solo para poder meter ese metraje en
algún sitio.