A finales de los 80, tanto a nivel mainstream como a nivel mas zetoso, se pusieron muy de moda las películas adscritas al subgénero de terrores sumarinos. Muchas de estas, además, no eran más que una nueva forma de espoliar "Alien, el octavo pasajero". "Leviathan", era una de las de en medio, ni muy comercial, ni muy chunga. Aquí les dejo la respectiva reseña. Y aquí sus correspondientes fotocromos.
miércoles, 31 de enero de 2018
viernes, 26 de enero de 2018
I HAD A BLOODY GOOD TIME AT HOUSE HARKER
La enésima consecuencia de “Zombies Party” —y de paso, de
“Lo que hacemos en las sombras”— es una comedieta con transfondo terrorífico
que intenta hilar fino con el humor mezclándolo con una buena cantidad de gore
y un tema clásico con millones de adeptos como es el vampirismo. Sólo, que los
protagonistas, Derek Haugen, Jacob Givens y Noel Carroll no son Simon Pegg ni
Nick Frost, ni el director, Clayton Cogswell es Edgar Wright —no tampoco TaikaWaititi— y ya no es solo una cuestión de talento, sino también de carisma.
Sin embargo, como está todo mostrado en clave de cachondeo,
es desenfadada y y cafre, da igual lo mala que sea la película; en
festivaluchos de tercera tiene al público volcado con ella. Ese público tan
maravilloso…
Por otro lado, la película es popular porque el equipo es un
famoso grupo de Youtubers, Good Cop Productions, que se dedican a colgar sus
gracietas en forma de corto o series en Internet. Pusieron en marcha este
proyecto de manera independiente quedándose la producción sin dinero para
completar la película, por lo que se
recurrió a una práctica tan ruin como es
el pedir pasta a los seguidores, o sea, el crowdfunding. Y no solo lograron el
objetivo sino que, además, les quedó para una mariscada.
Lo que cuenta es confuso y está mal explicado, amén de que
es tan rollo, tan antipática, que mientras la ves se te va el santo al cielo,
pero el argumento parece coquetear con la realidad y la ficción, por eso,
cuenta que tras matar a Drácula, Jonathan Harper huye a América para proseguir allí
su vida, con la mala suerte de que en el trasiego, una extraña presencia le
persigue. Esta presencia se aparece ante Harker, y de ahí se intercalan escenas
ambientadas en entorno terrorífico con lo que está ocurriendo en realidad que
es que esas escenas, las están representando nuestros protagonistas en los
ensayos de una obra de teatro amateur que pretenden representar. Estos resultan
ser los descendientes directos de Jonathan Harker, y como siempre han sido el
hazmerreír del pueblo, deciden devolvérsela a todos ellos haciéndoles creer que
un vampiro ha llegado para destruirles a
todos… con tan mala suerte que da la casualidad de que eso mismo es lo que está
ocurriendo por otro lado, que por otro lado ha llegado un vampiro para joderles
la vida a los Harker.
Por otro lado, también es popular en su nicho esta película,
porque durante su rodaje cayó una tormenta polar que imposibilitó que muchos
días el rodaje transcurriera con normalidad, ya que fue la nevada más grande y
densa que había tenido lugar en la zona durante años.
Muy mala, muy tópica, con gags muy ineficaces, y actuaciones
irritantes. No se me ocurre una película en que sus protagonistas, concebidos
para que el público empatice con ellos, cigan mas gordos que estos: el del
gorrito de lana y gafas es directamente para tirarle al río con una piedra al
cuello.
Saciada la curiosidad que a priori pudiera provocar,
trasciende poco. A los 10 minutos de haber sido visionada, se olvida uno de que
existe.
Victor Olid
viernes, 19 de enero de 2018
ANIMAL DE COMPAÑIA
Carles Torrens, fan del cine de terror catalán y habitual
espectador del festival de Sitges, abandona su tierra natal a los 18 años de
edad para irse a estudiar cine a los Estados Unidos, con lo cual, no es de
extrañar que el joven director trate de forjarse una carrera por aquellas
tierras.
Así, rueda en 2011 “Emergo”, película que bien porque
cautiva a unos, bien porque horroriza a otros tantos, le sirve para engordar un
currículum formado por un par de cortometrajes. Y llegamos a esta “Animal de
compañía”, consolidación dentro del cine de horror independiente, alabada y
criticada a partes iguales por una cuestión que en según que películas y como
se introduzcan, pueden cometer la torpeza de convertirse en un tópico; los
consabidos giros de guión.
Un apocado empleado de mantenimiento de una perrera
municipal, reconoce en el autobús a una antigua compañera de instituto por la
que siente una fuerte atracción. Envalentonado, poco a poco va sabiendo de su
vida consultando sus redes sociales, así utilizará los gustos de esta chica
para, en sus encontronazos con ella, intentar tener una cita con ella. Pero es
siempre rechazado. En una de estas, se le va la pinza, la secuestra, y la
encierra en una jaula en el sótano de su centro
de trabajo. Contar más al respecto, sería hacer un gran spoiler —si es
que no lo es ya el hecho de haberles advertido antes lo de los controvertidos
giros de guión—.
Al margen de las trampas que pueda llegar a tender la
película, yo me posiciono a favor de ella al 100%, sencillamente, porque
durante una hora y media he estado entretenido y sin inmutarme frente a la
pantalla, lo cual no es poco, y porque viéndola de primeras, sin tener ni idea
de nada sobre esta película ni sus giros, llegué a sorprenderme. Y me sorprendí
porque como espectador no estaba viciado. No sabía nada de sus giros, sus
críticas o la proveniencia de la cinta, con lo cual la disfruté a tope.
También noté una pericia en la dirección fuera de lo normal
para un director español; quizás sea por su formación en USA, quizás por una
cuestión de talento —o incluso por un guion firmado por Jeremy Slater
responsable, también, del magnífico guion de la denostada por el fandom
retrasado mental “4 Fantásticos”, el
cual se le ofreció a Torrens afortunadamente—, pero la manera en que se
desarrolla la trama es fluida y dinámica, efectivamente muy a la americana, y
no detecto ni la cadencia española, ni el tufo a garbanzos, ni la
autocomplacencia que si que detecto en, por ejemplo, “Verónica” de Paco Plaza o
tantas otras cintas de horror facturadas por directores españoles. “Animal de
compañía” es, con mucho, muy superior a todo eso.
En cuanto al resto, aparte de que me encanta la historia que
nos propone, el nivel de dsasososiego y/o truculencia que contiene, me deja más
que satisfecho.
Muy maja.
Por otro lado, en los extras del Blu Ray viene una
entrevista con Torrens. Pues me ha caído muy bien. Además su película de terror
favorita es “La Cosa”.
Victor Olid
miércoles, 10 de enero de 2018
LOS FOTOCROMOS DE "SANGRE FRESCA"
El principio de la decadencia del bueno de John Landis, está claramente reflejado en esta muestra de los 90. Sin embargo, con el tiempo goza de un pequeño reconocimiento quizás consecuencia de la nostalgia, quizás consecuencia de su mejora con el paso de los años. Con la firme decisión de pegarle una revisión próximamente, aquí les dejo con sus fotocromos. Sangre fresca.
Victor Olid
lunes, 8 de enero de 2018
POLTERGEIST
Como recientemente se hizo noticia —que era, en realidad, un secreto a voces— el hecho de que “Poltergeist” no la dirigió Tobe Hooper, sino, el propio Steven Spielberg. John R. Leonetti, director de “Anabelle”, que trabajó en “Poltergeist” como ayudante de cámara, saca a la luz estos datos en la prensa. Nada nuevo. Spielberg no podía rodar ese año otra película aparte de “E.T. El Extraterrestre” porque así lo dispuso una cláusula de su contrato con Universal, y se acreditó en “Poltergeist”, que sería su siguiente película, como productor, dándole la autoría del film a Tobe Hooper. Pero la dirigiría él. Leonetti, lo único que ha hecho es confirmar lo que todo el mundo ya sabía.
Así que, esta fue una buena excusa para volver a verla.
Y no cabe duda, desde el principio, que se trata de una película de Spielberg, con todos los clichés del Spielberg de esa época —familia de barrio residencial, la infancia como gran protagonista, bicicletas… casi parece “Stranger Things”— y dónde no se ve ni un solo atisbo de Hooper, sin duda, mucho menos sofisticado en su forma de dirigir. Aún así, Leonetti dice, que a veces, Spielberg se marchaba del rodaje y le dejaba dirigir a Hooper, por lo que hay escenas en la película que bien podían ser suyas.
La historia a estas alturas, también es de sobra conocida; Una familia comienza a experimentar fenómenos extraños en su casa, hasta tal punto que los fantasmas llegan a secuestrar a la hija pequeña, haciendo su fuerte en la televisión. La familia contactará con varios mediums que les ayudarán a traer de vuelta a la niña.
Y mi opinión era, antes de este visionado, que “Poltergeist” es la película de casas encantadas más plástica y anti atmosférica que existe. Una clara muestra de cine de terror para el público que no ve cine de terror habitualmente. Y tras verla, lo único que puedo hacer es confirmar esto, y añadir que, además, es tan jodidamente aburrida, que más de un 65% de la cinta se la pasan hablando. Cuando no parlotea la Zelda Rubistein, parlotea la otra médium (a la actriz que la interpreta no la reconozco y no me apetece consultar ahora mismo IMDB). Pero además de aburrida, es que es una película mala de cojones.
Y al paso del tiempo me remito. Al margen de que esta película sea tan mainstream que su contenido terrorífico queda anulado, es que es cutre y chapucera como ella sola en todos los aspectos. Cualquier serie B de la época, tiene más inventiva y originalidad, que este cuento de hadas malas se Spielberg. Y la comparo con “E.T. El Extraterrestre” ya que se estrenaron con solo una semana de diferencia, y el paso del tiempo podía también haber hecho mella en ella, sin embargo, mientras que “E.T.” se mantiene fresca a su manera, “Poltergeist” no hay un ser humano que la aguante. Y menos si se tiene algo de estima por el cine de terror (no digo si se es fan del cine de terror, que los fans la endiosarán solo porque es de terror y porque la firma Tobe Hooper, porque el criterio del fan se basa en fanatismos, no en opiniones formadas como bien podemos ver en miles de blogs o páginas de facebook).
Sin embargo, tendré que revisar las secuelas de las que si que tengo, vistas 20 años atrás también (o más), buenos y terroríficos recuerdos. Seguiremos hablando al respecto.
Lo dicho. “Poltergeist” es una mierda. Me dan igual los efectos especiales, y sobretodo, las inevitables nostalgias.
Victor Olid
viernes, 5 de enero de 2018
EL REGALO
Un matrimonio se muda a una casa en su antiguo barrio,
cuando se topan en el supermercado con un ex compañero de instituto de
este. Se les colará en casa y les hará la vida imposible.
Un estilizado y moderno “Home Invasion” de los de la vieja
guardia, deudor de cosas como “Atracción fatal” o, salvando las distancias,
“Funny Games” y “Caché”, pero
infinitamente menos imaginativo que estos.
Un film que a pesar del prestigio obtenido allá donde ha
ido, no deja de ser un remedo de montones de películas anteriores, y que desde
el minuto uno intuimos que va a pasar hasta tal punto que cuando la trama
pega un giro, el espectador ya sabía que
este iba a tener lugar y como iban a cambiar las tornas. La película la hemos
visto 5000 veces previamente.
Pura basura de consumo para ese tipo de espectador que cree
que se las sabe todas y que sale del cine con la firme convicción de haber
visto un buen thriller, y lo que ha visto es una mierda.
Coproducción Australiano-Estadounidense que resultó de lo
más rentable al haber sido rodada en tan solo 25 días, costado tan solo 5
millones de dólares, y haber recaudado
más de sesenta. Un presupuesto que se fue en caché de los actores y en un buen
número de esas cámaras Cannon tan de moda entre los aspirantes a cineastas y
realizadores videocliperos, por baratas.
Recompensada con buenas críticas, se trata de una película
cuyo estreno fue en una plataforma digital de Internet pero que, sin embargo,
aquí en españa se estrenó en salas sin pena ni gloria.
“El regalo”, con protagonismo de Jason Bateman y Rebeca
Hall, supondría también el debut como director del tercer protagonista, Joel
Edgerton, que habiendo sido previamente secundario de montones de películas
mainstream se atreve con un largo tras haber dirigido únicamente dos
cortometrajes previos. Lo que consigue al final, no es más que una estilizada,
adornada y cara "fan movie".
Muy, muy mala. Aunque viste como si no lo fuera.
Victor Olid
miércoles, 3 de enero de 2018
LOS FOTOCROMOS DE "EL CEMENTERIO VIVIENTE 2"
La secuela de "Cementerio viviente", cuyos fotocromos pueden ver aquí, y la reseña aquí, también tiene fotocromos (un poco feítos) que les dejo aquí debajo.
Victor Olid