Un poco para poner en antecedentes a los posibles lectores
que no sepan nada del tema: Wu-Tang Clan es un grupo de música rap surgido en
los primeros 90 y cuya irrupción en la escena supuso un revulsivo para un
género musical que se encontraba encorsetado entre los ritmos gangster de la
costa oeste y el rap clásico de la costa este. Wu-Tang Clan surgía directo
desde las calles con un estilo machacón, agresivo y muy callejero, acompañado
de ingeniosas rimas y un gran estilo que en aquél 1993 de su primera aparición
los situaba muy por encima de la media del resto de grupos de rap del momento.
Se trataba de nueve individuos mal encarados que aparecían en escena todos
juntos en actitud amenazante. Se convirtieron en algo así como los Rolling
Stones del rap (a pesar de que, como conjunto, solo tienen un disco
verdaderamente bueno, el resto, mejores o peores, no le llegan a aquél, que es
el de debut, a la suela del zapato, aunque muchos puristas del género, que
suelen ser por norma general analfabetos, puede que me rebatan esto que digo).
Bien, pues 25 años después de su primera aparición, a U-God,
unos de los miembros menos destacados, que más inadvertido pasaba dentro de
Wu-Tang (por no decir el peor), no se le ocurre otra cosa que publicar sus
memorias utilizando como reclamo su pertenencia al ya legendario grupo. No
sería el primero de la banda que publica sus memorias, de hecho en 2010, The
RZA ya lo haría con “The Thao of Wu”, pero sí sería el primer libro de esta
troupe que aparece publicado en castellano.
Partiendo de la base de que se trata de la historia de un
individuo que pertenece a un grupo musical mítico, uno se hace a la idea, antes
de leerlo, que el individuo contará un poco de donde viene, la mala vida que
llevó en las calles y que, pronto se centrará en lo que es la creación del
grupo del que es miembro fundador, y que el libro se desarrollará alrededor del
auge y caida de Wu-Tang Clan. Pero no. Este libro titulado “En carne viva, mi
viaje con el Wu- Tang Clan”, no hace justo honor a su título y a lo mejor
hubiera sido mucho más honesto titularlo “Memorias de un camello” o algo por el
estilo, porque de eso es de lo que va el libro. Tan solo algo más del último
tercio se lo dedica a los pormenores y pormayores de Wu-Tang Clan.
Toda la primera parte del libro, que al final peca de
reiterativa, se centra en los años que U-God se ganó la vida como camello en
los suburbios de State Island, parte esta que, obviamente es esencial en lo que
es su posterior desarrollo como artista pero que, de contarnos una y otra vez
las mismas “hazañas” y los mismos movimientos, por momentos parece que la
historia no avance, e incluso mientras leemos parece que en realidad nunca va a
hablar de Wu-Tang Clan. En realidad ese momento si que llega, pero nunca en
profundidad, y tan solo en un tour de force en el tercio final, y da la
sensación de que lo hace porque no le queda más remedio que hacerlo. Y
sinceramente, a mí la vida de un camello de los suburbios de Nueva York, no es
que no me interese, pero no tanto como “El viaje con el Wu-Tang Clan” que el
título promete.
En resumidas cuentas, se trata de un libro de memorias un
tanto regular, con pasajes intensos, otros aburridos, otros que no nos hacen
llegar a ninguna parte, y mucho darse importancia, siendo U-God, en realidad,
un rapero mediocre en un grupo que tiene cierta importancia dentro de la escena
Hip-Hop, pero que en realidad no sacan un disco decente desde hace 20 años.
Quizás por eso, U-God tiene que tirar de memorias.
Para los amantes del cotilleo, decir que U-God, no se corta
a la hora de decir lo que piensa en torno a su situación dentro de Wu-Tang, o
de hablar mal de RZA o cualquier otro, pese a que antes y después de
despellejarles, pase a llamarles hermanos.
Con todo, y a pesar de que U-God nunca acaba de caer bien, o
de los momentos muertos del libro, que son unos cuantos, se lee bien.
Por supuesto, mencionar el excelente trabajo de traducción
que realiza Milo J. Krmpotic.