Concebido para televisión, pero posteriormente estrenado en
cines por el interés que suscitó la potencia del material que mostraba, “Style
Wars” es otro de los pilares de la cultura Hip-Hop, esta vez en forma de
documental, con el graffiti como plato fuerte (el rap y el breakin’ son tocados
de pasada) por obra y gracia de un escultor neoyorquino asiduo a las galerías
de arte, que cuando descubrió el mundo del graffiti quedó tan fascinado que le
dedicó su vida a esta disciplina, casi, como obra única. Henry Chalfant,
fotografió (junto a la otra mecenas del Hip-Hop, Martha Cooper) todas la obras
primigenias del grafitti neoyorquino y, más adelante, sacó fotos a grafittis
del todo el mundo, que luego plasmaría en sus dos libros “Subway Art” y
“Spraycan Art”, que son imprescindibles para los familiarizados con la cultura
del graffiti y, como no, para los ambientes esnobs de las galerías de arte
—siempre he pensado que Chalfant y compañía, a pesar de lo beneficioso que fue
su trabajo para el Hip-Hop, no eran más
que burguesitos que, con todo el respeto, eso sí, explotaron una cultura subterránea
muy auténtica que les quedaba muy lejos, en pro de los ambientes elitistas—.
Entonces, produce Henry Chalfant y dirige Tony Silver, otro
artista de ese entorno de galerías de arte, “Style Wars”, que en un principio
se iba a centrar en el mundo del break dance hasta que Chalfant se dio cuenta
de que lo que era visualmente interesante eran las pintadas, retrata a los más importantes graffiteros de
los 80 en su entorno natural, las rivalidades entre ellos, y un somero repaso a
otras disciplinas afines, a través de declaraciones, entrevistas y filmaciones
de piezas hoy míticas del graffiti neoyorquino.
Por otro lado, la comunidad Graffiti ha acogido en su seno
como propia, la obra de Chalfant, dado que esas obras plasmadas en paredes y
trenes, son lógicamente efímeras, y sobreviven gracias a las películas y
fotografías de estos artistas de galería, que se preocuparon de documentar lo
que unos chavalitos de barrio hacían sin ninguna expectativa artística o
económica.
La película, filmada en 16 mm., al igual que otras de la
época como “Wild Style” es una pequeña obra de arte cuya vigencia, en este
2019, es más rabiosa que nunca.
Al margen de lo que vemos en pantalla, la filmación es una odisea.
Durante el rodaje, Tony Silver, se percató de que todos los artistas de
Graffiti hablaban de un tal Cap (firma de este individuo) que se dedicaba a
tachar las obras de los demás, poniendo su nombre encima en forma de pequeñas
piezas color plata. Lo que hacía, básicamente, es joder las piezas de los demás
con pintadas rápidas y feas, pero así se hizo un nombre. A Silver se le ocurrió
que este individuo debería salir en el documental. Henry Chalfant, que se había
hecho amigo de esos artistas de graffiti, se negó porque realmente, este
individuo era el enemigo. Sin embargo le convenció para que apareciera porque,
por lo que estaba haciendo, sería un documento histórico. Así que Chanfalt
aceptó filmarle. En un principio Cap quería salir con un pasamontañas, cosa que
el equipo de documentalistas aceptó, pero finalmente el tipo decidió echarle
dos cojones y aparecer a cara descubierta. Toda su parte, a título personal,
sobre un tipo con un mal estilo que destroza las obras más bonitas para hacerse
un nombre, me parece lo mejor del documental. En consecuencia, los graffiteros
se mosquearon con los cineastas porque, además de sentirse traicionados,
aseveraron que lo único que habían hecho, era concederle a Cap la atención que
andaba buscando. A día de hoy, se considera un documento histórico y de primera
mano, pero sí, los cineastas hicieron la puñeta a sus amigos graffiteros
Por otro lado, Lee Quiñónez el protagonista de “Wild Style”,
rechazó aparecer en esta “Style Wars”, quizás porque ya comenzó a notar que lo
que se estaba haciendo era una explotación de sus cualidades artísticas.
Como sea, me parece un documental increíble que recomiendo
encarecidamente a todos los neófitos, porque los hip-hoperos, ya saben que esto
es una pequeña obra de arte.
Tanto Chalfant como Silver, posteriormente realizaron más
documentales en torno al Hip-Hop, pero ninguno de ellos con la calidad, y
relevancia histórica de estas primerizas obras cinematográficas.