“Tarz & Jane & Boy & Cheeta” es una estúpida
comedieta porno que cuenta con dos versiones, la hard y, esta que he visto yo, la soft, que es sin duda la versión más
popular de las que pululan por ahí, por no decir que la única que se preserva.
Prevalece la comedia ante el folleteo (en esta versión hay
mucha mamada simulada y, aunque se ven los penes reales de los tíos, los únicos
que están en erección son de goma) y para ello se sirve de espantosos numeritos
de slapstick combinados con gags propios
del spoof y siempre con un elemento cómico de tipo sexual para rematar los
chistes. Los de cuestionar la hombría de los personajes masculinos son los que
más abundan y toda la película está aderezada con momentos de auténtica sal
gruesa y mal gusto. A carcajadas he podido reírme durante una escena en la que
con el fin de tener sexo con una amazona, nuestro tullido Tarz, al no poder
disponer de su pene, decide penetrar a la moza con una mazorca de maíz, y
claro, como la chica está tan caliente, al cabo de un rato esta escupe
palomitas de maíz por el coño, que el bueno de Tarz deglute sin inmutarse.
La película es tan tonta e inofensiva que acaba resultando
hasta simpática y, cómo solo dura una hora, la verdad es que uno, que ya ha
visto de todo, no puede más que esbozar una sonrisilla y darle su beneplácito a
una película que es tan mala que causa hasta rubor enfrentarse a ella durante
los primeros minutos. Sin embargo, cae bien por lo que sea y, sobre todo,
porque no es especialmente aburrida. Las pollas de goma, los trajes de gorila y
esa ambientación tan cutre (Tarz, no usa lianas, sino, escaleras metálicas)
ayudan a entretenernos. Por lo demás, una morralla más de tantas.
El film datado en
1975, se estrenó asimismo en 1976 y, aprovechando que se había estrenado el
“King Kong” de John Guillermin, para explotar ese filón, se estrenó como
parodia porno de esta, exhibiéndose bajo el título de “Ping Pong” y destacando
en el póster el gorila que en realidad es Cheeta. A eso le llamo yo tener una
cara muy dura. Por otro lado, el personaje principal que claramente es Tarzán,
se llamó aquí solamente Tarz para subsanar un problema tan obvio como es el no
tener que pagar derechos de autor.
Protagoniza la cinta Patrick Wright, cuyo mayor mérito
actoral consiste en hacer un secundario en “Maniac”, pero que fue una presencia
habitual en películas de serie B donde trabajó a las ordenes de Roger Corman y
Russ Meyer, entre otros, apareciendo en películas como “Cuidado con Porky’s”,
“El día de graduación” o “Maniac Cop”, así como apareció en innumerables series
de televisión. Su intervención en esta película la firma con el pseudónimo de Elmo
Brix. También tenemos Georgina Spelvin, actriz porno que se hizo muy popular
con “El diablo en la seorita Jones” de Gerard Damiano y que aquí da vida a una
exploradora que se pega un festival de frotage. El resto del reparto lo
componen nombres tan desternillantes como los de Silver Foxx, San Clemente
Richard, Uncle Tom o, al loro, Five Fingers Eddie.
Del equipo técnico poco se sabe, tan solo que la dirigió un
tal Hans Johnson que para la ocasión firmó la película con el pseudónimo de
Itza Fine, aunque también se cuenta que la película es una estrategia comercial
de una serie de directores de porno duro que, visto el éxito de “Flesh Gordon”,
intentaron repetir la jugada con una película de similares características. No
lo consiguieron. No obstante, se llegó a anunciar una secuela que se iba a
titular “Tarz and The Bordello King” que nunca llegó a rodarse.
“Tarz & Jane & Boy & Cheeta” apareció en DVD gracias
a la gente de Something Weird Video, que la rescató del más absoluto olvido.
Se puede ver, de verdad. Si tiene tragaderas esta les
entrará como un fresco vaso de coca-cola… eso sí, de la marca del DÍA.