viernes, 1 de mayo de 2020

HOUSE PARTY 3

“House Party III” coincide en el tiempo justo con la época en la que se produce una transición en el Hip-Hop de los 90, la llegada de la new school y sus ritmos entrecortados y sus trabalenguas. Estilo que cambió totalmente el panorama pero que, fruto de una moda pasajera, apenas duró un par de años para después volver a estilarse el rap más clásico. Y aunque Kid ‘N Play procuran adaptarse a ese estilo como buenamente pueden, ya no encajan en la idiosincrasia rapera de los años 92 al 94, no llegando tan siquiera a lanzar el álbum previsto para esos años tras un par de singles. Y dejan de interesar al público, por lo cual, cuando “House Party III” llega a los cines, a sus posibles espectadores ya les importa un carajo. Quizás, y consciente la producción de que le ha pillado el toro, introduce a un par de grupos del nuevo R&B americano que sin embargo empiezan a despuntar, por lo que tenemos en el reparto acompañando a Kid ‘N Play, a formaciones como Immature y TLC, haciendo gracietas y chascarrillos junto a la pareja protagonista.
También podíamos achacar el fracaso de esta tercera entrega, simplemente, al hecho de que se trata una película horrorosa de difícil visionado. Pero lógicamente, todo influye.
Esta vez, la fiesta en casa se traslada a una despedida de soltero, la de Kid que se va a casar, pero no con su novia de siempre, si no con otra nueva. Esto sirve para que, deliberadamente, la película despedace el argumento de “Despedida de soltero” en el sentido que, la novia de Kid no se fía de lo que haga en esa despedida, Kid no cae bien a la familia de esta, y una serie de malentendidos servirán para que ella acabe casi rompiendo con él, cuando aparece en escena su antigua novia. Vamos, lo mismo que pasa en “Despedida de soltero”. Pero como al final todo en “House Party” son tramas entrelazadas, por otro lado tenemos a Play, que ahora ha prosperado como promotor musical y que tiene en su haber dos grupos con los que se mete en un enredo de promotores, contraros musicales y deslealtades con el que el espectador se hace la picha un lío de lo mal explicado que está, en una película que desde el minuto uno debería ser simplona. En cualquier caso todo lo que ocurre es irrelevante y la cosa acabará bien, con los minutos finales ambientados en la exitosa fiesta en casa que da título a la franquicia y la boda que, finalmente, se celebra.
Probablemente una de las películas más insalubres que existen. No hay por dónde cogerla.
Naturalmente, las buenísimas críticas que acompañaron a la primera entrega, esta vez se tornan absolutamente feroces destacando entre todas ellas una de un crítico de Newsweek que, bajo pseudónimo, se preguntaba si esta película no era la obra de un deficiente mental.
La gran ausencia de la película es la de Martin Lawrence, que tras ser el alivio cómico de las dos entregas anteriores, aquí no hace acto de presencia, siendo sustituido por una especie de sosias que, interpretado por David Edward, responde al mismo arquetipo instaurado anteriormente por Lawrence. Para diferenciarlo de aquél, esta pasa llamarse Stinki. Lawrence estaba ya triunfando por todo lo alto con su sitcom “Martin” y, obviamente, rechazó aparecer en esta tercera película. Por otro lado, y ya que hablamos de negros célebres, tenemos en un papel muy secundario a un emergente Chris Tucker que debutaba en esta película. También tenemos por ahí, en un cameo, a Gilbert Gottfried que rodó su escena en el aeropuerto mientras esperaba un vuelo.
El deficiente mental —según Newsweek— que dirigió este trozo de mierda, que entre vídeoclip y vídeoclip, le dio tiempo a rodarse esto y ¡milagro! otra película más titulada “Breaks” sobre un blanquito que tiene que sobrevivir en un ambiente negro.
“House Party III” sería la película que cierra la trilogía cinematográfica, aunque en 2001 se rodaría “House Party 4: Down the last minute” en la que Kid ‘N Play ya no tienen nada que ver y en la que el protagonismo recaería en los componentes de Immature ya presentados en esta tercera parte, mientras que, ya en 2013, unos Kid’ N Play ya cincuentones regresarían en sus mismos papeles, esta vez como secundarios, en “House Party: Tonight’s the night”. Estas dos secuelas fueron concebidas directamente para su explotación en vídeo y plataformas digitales. Quizás más adelante, si llego a localizarlas, puede que, si me entra el punto, las comente por aquí.