Curiosa serie B británica concebida directamente para su explotación en vídeo y que pretende parodiar y mofarse de un género tan en boga en los años 80 como lo fue el slasher. Lo curioso del asunto está en que se mofa desde dentro, desde el cine de bajo presupuesto y en los primeros años de decadencia del subgénero, lo cual convierte a esta cinta en una rara avis de la época. Cierto es que el slasher ya fue parodiado previamente y al estilo spoof desde las majors (por ejemplo con “13 asesinatos y medio”), pero este sería un caso bastante raro y distinto.
El caso es que, teniendo todos los elementos para que “Unmasked part. 25” se hubiera convertido con los años en un título a reivindicar y con un culto exagerado (como pasa con muchos de los títulos adscritos al fantástico de la década de marras), lo cierto es que con esta película pasó todo lo contrario; que pasó inadvertida en su lanzamiento, de ahí al olvido, y no cuenta con hordas de fans diciendo memeces acerca de ella en los foros de internet, si bien es cierto que recientemente la gente de Vinegard Syndrome la rescató y remasterizó desde el negativo original para ponerla en su catálogo en una edición en Blu Ray de lujo.Se trata de la historia de Jackson, un hombre deformado que se dedica a asesinar a la banda ataviado con una máscara de Hockey y con un pasado que nos revela que casi se ahoga en el lago de un campamento de verano (¿les suena?). El caso es que un buen día, cuando está pasando a machete a un gran número de jóvenes nuevaoleros de los suburbios de Londres, se topa con una chica ciega con la que tiene sexo y de la cual se enamora. A partir de ese momento surge el romance y se planteará de nuevo su vida, harto como está de estar todo el día asesinando a la gente. Al mismo tiempo, resolverá sus problemas y traumas familiares, enfrentándose a su padre borracho, sin mucho éxito.
La principal gracia de la película, en un ejercicio de metacine, radica en que nuestro psicho-killer, afirma ser el verdadero Jason de las películas de “Viernes 13” (“¡Yo soy el que sale en esas películas!”, le dice a su chica en una escena). La otra gracia reside en como se replantea el psycho killer su vida una vez encuentra a alguien dispuesto a no juzgarle por su aspecto —una ciega—.Tiene gracia la cosa. Aunque esta idea de la ciega que se enamora del ser deforme ya la vimos unos años antes en “El Vengador Tóxico”. Muchos acusaron al director de plagio, pero este aseguraba no haber visto el "clásico" de la Troma.
Por otra parte la película comienza de lo más cañera, con toneladas de vistoso y divertido gore para que, una vez este Jason de todo a 100 encuentra el amor, pase a ser un melodrama (quizás involuntariamente, no como parte de la parodia) en toda regla con conversaciones que parecen no terminar nunca. Así que lo que parece ser un dinámico y sangriento entretenimiento en su parte paródica, se convierte en un coñazo de arte y ensayo un tanto irritante. Suerte que, en el tramo final, y pese a un espantoso gag antes de los créditos, la película vuelve a pillar el ritmo del principio y se medio arregla… aunque en resumidas cuentas, no sé yo si la hora y veinte de duración total se compensa con los cuatro o cinco minutos que tiene verdaderamente buenos.
El gore del que hace gala la película no está hecho por aficionados, ya que viene de parte de Stuart Conran y Cliff Wallace que recientemente habían hecho lo propio con “Hellraiser”. Entonces este gore, grotesco y excesivo, lleno de inventiva, me parece sin duda lo mejor de la película. Y, viéndola, lo cierto es que todo ese festival de vísceras, así como el cómo está rodada, con un montón de planos picados y tiros de cámara imposibles o la ambientación, me recordaron tanto al “Braindead, tu madre se ha comido a mi perro” de Peter Jackson que, puede que sea obra de la casualidad o no, pero yo diría que Peter Jackson vio “Unmasked Part. 25” y tomó buena nota. Jackson multiplica por mil ese ritmo y ese exceso, pero, si me dicen que esta es una película suya inmediatamente anterior a “Braindead”, me lo creo, del mismo modo que creo en los plagios.
Como fuere, “Unmasked Part. 25”, con todos sus momentos buenos y sus eternas conversaciones en el meridiano es, si no una película finalmente estimable, una curiosidad por momentos muy simpática y divertida.
Los hombres detrás de este invento son Mark Cutford que produce y Anders Palm que dirige, cineastas cuyo modus operandi es este de parodiar el cine de terror desde una óptica que poco o nada tiene que ver con el spoof (es otro tipo de parodia quizás más sofisticada que no llega a ser cómica del todo. Una cosa muy rara) y que no poseen una carrera demasiado ostentosa, si bien Palm a día de hoy continúa produciendo —que no dirigiendo— toda suerte de films raretes y baratuelos.
Por otro lado, verán que cierta inutilidad acompaña a estos señores de algún modo, ya que, e inspirándose Cutford en un poema de Lord Byron, en los títulos de crédito podemos ver claramente que la película lleva el título de “Hand of death”. Esto es porque, una vez finalizado el montaje, Cutford, decidió cambiarle el título puesto que podía confundirse con una vieja película de Jackie Chan, así que, y con las miras puestas en la comercialidad, mucho mejor titular a la película “Unmasked Part 25”. Pero el título inicial se quedó en los créditos de inicio. Claro, así no se confundirá nadie, no te jode…