lunes, 15 de enero de 2024

HISTORIA DE RICKY

“Historia de Ricky” es una popular película hongkonesa (una de las primeras en recibir la célebre categoría III para mayores de 18 años) que adapta a la pantalla grande un Manga Japonés titulado “Riki-Oh” y para la que se cuenta con la pluma, al guion, de uno de su creadores, Tetsuya Saruwatari.
Se trata de una cinta de culto que con el paso del tiempo ha llegado a ser muy conocida, máxime cuando Edgar Wright reconoció en “Historia de Ricky” una de sus películas favoritas. Esto ha llevado a que youtubers treintañeros con una acusada deficiencia mental se vean en potestad de mofarse de ella en la red y tildarla de mala, pero eso sería otro asunto que tiene más que ver con la democratización de los medios que con el cine.
Asimismo, poco después de estrenarse en Estados Unidos en 1992, fue editada en vídeo en nuestro país por “Made in Hong Kong”, una subdivisión de Manga Films que se la dio a conocer a un público por aquél entonces ávido de gore —como el “Rap’ in Madrid”, ahora el cine gore estaba de moda, ya saben— quienes la encumbraron como uno de los títulos de referencia en los 90. La combinación de artes marciales con la violencia más brutal y desmedida vista en una pantalla, dio lugar a una nueva horda de fans que, en adelante, se especializarían en toda suerte de géneros provenientes del cine de Hong Kong.
Cuenta la historia de Ricky Oh, un individuo invencible y con una fuerza sobre humana, que tras ajustar cuentas con quien asesinó a su novia en un 2001 distópico, acaba ingresando en prisión. Allí se las tendrá que ver con los carceleros y con “La banda de los cuatro”, unos individuos que, aliados con el alcaide, controlan el presidio. En contra de las injusticias y de toda forma de totalitarismo, Ricky montará un pollo en la cárcel cuando se entere de que los peces gordos andan cultivando opio por allí, a costa de las vidas de personas inocentes. Esto se traducirá en un festival de artes marciales muy flojas, que se verán compensadas con las ingentes dosis de destripamientos, decapitaciones, desmembramientos y pulverizaciones que inundan la pantalla a cada puñetazo. Incluye un monstruo final grotesco y repugnante, cuya destrucción supone el punto álgido de la película.
Viendo “Histora de Ricky” siendo un adolescente, como fue mi caso, no es muy difícil quedarse impactado con el nivel de violencia que se gasta; cuando en un combate uno de los presos se practica el hara-kiri e intenta estrangular a Ricky con sus propios intestinos, es una imagen que no se despinta con facilidad. Todavía lo recordaba antes del reciente visionado. Sin embargo, la película responde a unos valores de producción muy de la época y el país donde se hizo, roza lo "camp" y, en consecuencia, en pleno 2023, cuando ya hemos visto de todo en pantalla, “Historia de Ricky” casi parece una broma. El gore, tan explícito, es a todas luces exagerado, exageradísimo, y ya no sorprende tanto como antaño, amén de notarse el látex utilizado y los muñecos de goma como una mala cosa. Entre eso, el humor involuntario —que hay bastante— y que el tono general es de "cartoon", ya no podemos considerar “Historia de Ricky” una película perturbadora. Asimismo, tiene un ritmo tan abrumador, es tan entretenida, dinámica y divertida, que al final el gore impactante que incluye, y con el que a priori se nos vendía la cinta en la época, no era más que uno de sus varios alicientes, no su razón de ser. “Historia de Ricky”, por todas sus características, acaba siendo un pequeño clásico.
Siu-Wong Fan, quien daría vida a Ricky para luego intervenir en productos gordos como “IP Man”, asegura que en la china rural todavía se le acercan preguntando por la película, siendo este su personaje más recordado. En 2003 el actor repitió en el papel de Ricky Oh con una secuela no oficial titulada “Super Powerful Man”. Quienes la han visto aseguran que no es tan desmadrada como la oficial, pero bastante más fiel a la estética del Manga original.
Ngai Choi Lam (así acreditado en IMDB, porque hay un lío de nombres con este director que resulta abrumador) firma su película más popular prácticamente en el ocaso de su carrera, viniendo de dirigir títulos de diversas cataduras, la mayoría de ellos inéditos en nuestro país. Pero “Historia de Ricky” trasciende por encima de todo.