Cada vez siento mas curiosidad por el argentino Enrique Carreras, al que en la anterior reseña de una de sus películas, LOS EXTRATERRESTRES comparaba con mi admirado Mariano Ozores (insisto, salvando mucho las distancias). Las similitudes profesionales siguen siendo obvias: Ozores realizó durante su carrera 96 películas, la misma cantidad que Carreras.
Y en la ultima que acabo de ver de él, LOS COLIMBAS SE DIVIERTEN, conocida también con el titulo de LOS SOLDADOS SE DIVIERTEN, observo otra vez ciertas similitudes en cuanto al uso de zooms, movimientos de cámara y número de gags (unos tres cada cinco minutos), amén de la pareja protagonista, que se asemeja peligrosamente a nuestros Pajares y Esteso, incluso en algunos chistes y expresiones son calcados.
Luego, yo tenía entendido que el famoso chiste de “me río de Janeiro”, era una invención de otro de nuestros cómicos, Tip... pero en esta película hacen ese chiste. Teniendo en cuenta que Tip lo usaba ya en los 60 y que esta peli data de los 80, ¿Le habrán copiado los argentinos? Aunque, bien pensado, el chiste es tan obvio que no me extrañaría que a estos cómicos, muy queridos también en su país, se les hubiera ocurrido igualmente.
Pero dejémonos de estas comeduras de tarro mías, que lógicamente no interesan a nadie mas que a mí y pasemos a la película.
Dos cabareteros que trabajan en París enamoran a dos turistas argentinas a las que hacen creer que son dos músicos de cámara, cuando en realidad son dos mastuerzos que no sirven para nada. Dejándoles a deber a las chavalas un dinero, estos regresan a su país, cuando en el mismo aeropuerto son detenidos, puesto que cuando partieron hacía Europa hace 20 años, se marcharon dejando pendiente el servicio militar, así que les obligan a hacer la mili, lo que dará lugar a un montón de divertidas situaciones. La gracia es que estos reclutas son unos cincuentones muy hechos polvo.
Es muy rara esta película, en un principio nada tiene que ver con militares, de hecho, parece que la cosa tira mas por una historia de mujeriegos picarones estafando señoritas. Durante la primera media hora, eso es lo que vemos, que las chicas a las que se les debe el dinero, descubren que estos tipos no tienen un chavo, y además no aparecen el día se su cita para pagarles el dinero... entonces, súbitamente, entra en juego la trama militar y resuelven toda la trama cómica que nos ha atrapado en un principio con una escena en la que los protagonistas pagan el dinero que deben a las chicas, para pasar al asunto militar. Incluso, parece que la película no está conclusa, a juzgar por su final.
Una de dos: O es que Carreras incluyó metraje de un film previo sin terminar o, sencillamente, es que se trata de un inútil incapaz de hacer una película con argumento como ya demostró con LOS EXTRATERRESTRES. Además, al igual que en esa, aquí también aprovecha el mínimo momento para meternos una actuación musical, o cómica (en este caso un imitador) de variedades, demostrando una especial obsesión por el dúo Pimpinela, ya que aunque en esta no aparecen, si vemos a Olmedo y Porcel haciendo un playback de una de sus canciones.La película es muy mala, pero Olmedo y Porcel lo hacen muy bien y tienen su gracia, y yo me quedo ante la pantalla completamente atontado viendo entera esta cosa.
Y en la ultima que acabo de ver de él, LOS COLIMBAS SE DIVIERTEN, conocida también con el titulo de LOS SOLDADOS SE DIVIERTEN, observo otra vez ciertas similitudes en cuanto al uso de zooms, movimientos de cámara y número de gags (unos tres cada cinco minutos), amén de la pareja protagonista, que se asemeja peligrosamente a nuestros Pajares y Esteso, incluso en algunos chistes y expresiones son calcados.
Luego, yo tenía entendido que el famoso chiste de “me río de Janeiro”, era una invención de otro de nuestros cómicos, Tip... pero en esta película hacen ese chiste. Teniendo en cuenta que Tip lo usaba ya en los 60 y que esta peli data de los 80, ¿Le habrán copiado los argentinos? Aunque, bien pensado, el chiste es tan obvio que no me extrañaría que a estos cómicos, muy queridos también en su país, se les hubiera ocurrido igualmente.
Pero dejémonos de estas comeduras de tarro mías, que lógicamente no interesan a nadie mas que a mí y pasemos a la película.
Dos cabareteros que trabajan en París enamoran a dos turistas argentinas a las que hacen creer que son dos músicos de cámara, cuando en realidad son dos mastuerzos que no sirven para nada. Dejándoles a deber a las chavalas un dinero, estos regresan a su país, cuando en el mismo aeropuerto son detenidos, puesto que cuando partieron hacía Europa hace 20 años, se marcharon dejando pendiente el servicio militar, así que les obligan a hacer la mili, lo que dará lugar a un montón de divertidas situaciones. La gracia es que estos reclutas son unos cincuentones muy hechos polvo.
Es muy rara esta película, en un principio nada tiene que ver con militares, de hecho, parece que la cosa tira mas por una historia de mujeriegos picarones estafando señoritas. Durante la primera media hora, eso es lo que vemos, que las chicas a las que se les debe el dinero, descubren que estos tipos no tienen un chavo, y además no aparecen el día se su cita para pagarles el dinero... entonces, súbitamente, entra en juego la trama militar y resuelven toda la trama cómica que nos ha atrapado en un principio con una escena en la que los protagonistas pagan el dinero que deben a las chicas, para pasar al asunto militar. Incluso, parece que la película no está conclusa, a juzgar por su final.
Una de dos: O es que Carreras incluyó metraje de un film previo sin terminar o, sencillamente, es que se trata de un inútil incapaz de hacer una película con argumento como ya demostró con LOS EXTRATERRESTRES. Además, al igual que en esa, aquí también aprovecha el mínimo momento para meternos una actuación musical, o cómica (en este caso un imitador) de variedades, demostrando una especial obsesión por el dúo Pimpinela, ya que aunque en esta no aparecen, si vemos a Olmedo y Porcel haciendo un playback de una de sus canciones.La película es muy mala, pero Olmedo y Porcel lo hacen muy bien y tienen su gracia, y yo me quedo ante la pantalla completamente atontado viendo entera esta cosa.