Comedia inconfundiblemente ochentera surgida en pleno boom de la serie "Loca academia de policía" (que nuestro amigo Víctor tan bien diseccionó hace un tiempo en este mismo blog). De hecho, el director (Neal Israel) y el guionista (Pat Proft) habían currado (y seguirían haciéndolo) en dicha franquicia (en concreto, Proft también llegó a ser un colaborador infatigable del clan ZAZ -Zuckers & Abrahams-, sobre todo en lo que se refiere a la creación de "Agarralo como puedas" y lo que la siguió). Supongo que por ese motivo, el título Español es del todo justificable, aunque nada tenga que ver con el original ("Moving Violations"). De chavales todos nos referíamos a ella como "Loca academia de conductores", y tardamos un poco en descubrir y asumir la extraña mutación de las dos primeras palabras.
Otro aspecto muy curioso del film lo encontramos en su reparto. El prota es John Murray... hermano de Bill Murray. No solo se parecen mucho, sino que actúan casi igual y dan vida al mismo tipo de personaje, el golferas/perdedor simpático de buen corazón. Le sigue otro hermano ilustre en el rol opuesto, el del poli malo, James Keach, familia de Stacy "Mike Hammer" Keach, con quien también guarda mucho parecido físico. Seguimos mirando y descubimos dos coincidencias curiosas, por un lado tenemos a Brian Backer interpretando a un tipo que se enamora de una punk muy new wave (¡era la época!) y se deja cresta. Este tipo era el "nerd" protagonisra de "La Quema"... si, coño, el famoso slasher. Pero ahí no acaba la cosa, resulta que uno de los personajes secundarios de esa, de los que moría en la famosa y cruenta secuencia de la balsa, Ned Eisenberg, también actúa en "Locademia de conductores", y encima interpreta a un fan del cine de terror y la violencia que, en cierta escena, se pone una máscara de hockey y empuña una sierra mecánica!!. El resto de actores son secundarios populares del cine de aquella década, resaltando entre ellos a Jennifer Tilly haciendo de "tonta buenorra", papel este que, creo, solía repetir muy a menudo.
Si a todo esto añadimos que la peli funciona como entretenimiento puro, sanamente tonto y divertido, pues oye, como que es para alegrarse ¿no?. La historia va muy en la línea de aquellos tiempos, grupo de personajes variopintos, mas bien torpes pero buena gente, se ven obligados a volver a la escuela de conducción o perderán sus permisos y autos. Los responsables de esta tienen un plan maléfico para el cual piensan lograr que nadie apruebe. Todo ello da pie a un montón de gags y situaciones delirantes (muy buenos los chistes de la mujer anciana escasa de visión) que concluirán a lo grande (el desenlace recuerda a una mezcla entre los de "Desmadre a la americana" y "Granujas a todo ritmo", ni más, ni menos).
Para pasar el rato y ponerse nostálgico.
Otro aspecto muy curioso del film lo encontramos en su reparto. El prota es John Murray... hermano de Bill Murray. No solo se parecen mucho, sino que actúan casi igual y dan vida al mismo tipo de personaje, el golferas/perdedor simpático de buen corazón. Le sigue otro hermano ilustre en el rol opuesto, el del poli malo, James Keach, familia de Stacy "Mike Hammer" Keach, con quien también guarda mucho parecido físico. Seguimos mirando y descubimos dos coincidencias curiosas, por un lado tenemos a Brian Backer interpretando a un tipo que se enamora de una punk muy new wave (¡era la época!) y se deja cresta. Este tipo era el "nerd" protagonisra de "La Quema"... si, coño, el famoso slasher. Pero ahí no acaba la cosa, resulta que uno de los personajes secundarios de esa, de los que moría en la famosa y cruenta secuencia de la balsa, Ned Eisenberg, también actúa en "Locademia de conductores", y encima interpreta a un fan del cine de terror y la violencia que, en cierta escena, se pone una máscara de hockey y empuña una sierra mecánica!!. El resto de actores son secundarios populares del cine de aquella década, resaltando entre ellos a Jennifer Tilly haciendo de "tonta buenorra", papel este que, creo, solía repetir muy a menudo.
Si a todo esto añadimos que la peli funciona como entretenimiento puro, sanamente tonto y divertido, pues oye, como que es para alegrarse ¿no?. La historia va muy en la línea de aquellos tiempos, grupo de personajes variopintos, mas bien torpes pero buena gente, se ven obligados a volver a la escuela de conducción o perderán sus permisos y autos. Los responsables de esta tienen un plan maléfico para el cual piensan lograr que nadie apruebe. Todo ello da pie a un montón de gags y situaciones delirantes (muy buenos los chistes de la mujer anciana escasa de visión) que concluirán a lo grande (el desenlace recuerda a una mezcla entre los de "Desmadre a la americana" y "Granujas a todo ritmo", ni más, ni menos).
Para pasar el rato y ponerse nostálgico.