Postal era un videojuego para PC sin ningún argumento donde simplemente matabas a tus conciudadanos de las formas mas bestias y guarras posibles, incluso podías mearte en los muertos. Con esa premisa de cuanto mas burro mejor, Postal se hizo un pequeño nombre en el mundillo de los videojuegos violentos. Ube Woll conocido por sus horrorosas adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla, vuelve hacerlo, la vuelve a cagar.
Empieza con la siguiente escena: Dos terroristas de oriente medio han secuestrado un avión y pretenden estrellarlo contra las torres gemelas. Charlan sobre lo que les han prometido por dar su vida por la lucha contra el demonio occidental. "100 vírgenes" dice uno, "Pues a mi me dijeron 99, a ver si luego solo son 65, y mira no soy avaricioso pero y si al final son 10 vírgenes???". Así que llaman a Osama, "Osama, ¿Cuantas vírgenes nos estarán esperando?" "Ninguna, hay muchos creyentes que desean dar la vida por la fe, así que no llegan para todos" Los terroristas al ver que les han engañado, deciden irse a las Bahamas, en ese momento los pasajeros del avión derriban la puerta, el avión pierde el control y choca contra las torres gemelas. ¿Os ha hecho gracia? Escrito no la tiene, en imagenes menos aun. Y no lo digo por que sea algo políticamente incorrecto, sino porque simplemente no tiene gracia.
El protagonista tiene una vida de mierda, su mujer de 300 kilos se la pega con toda la ciudad, no tiene curro ni dinero, y junto a su tío, líder de una secta, se ve envuelto en una refriega contra Osama y sus chicos. Lo mejor de la película son las chicas de la secta, que están muy buenas, y el montaje de la película, que no esta mal, pero cuando es lo único que destaca es que estamos ante un truño. ¿Y todas esas muertes de niños, atropellos de personas y demás coñas de mal gusto, consiguen levantar la película? Ni por asomo. ¿Que se puede salvar de la película? Además de las mencionadas chicas de la secta, una escena donde el propio Uwe Boll y el creador del juego Postal intercambian mas que palabras, vamos que el segundo intenta (con razon) acabar con la vida del director alemán por la mierda de película que ha hecho con su videojuego. ¿Escena profética? Pues si.
Se ven un par de caras conocidas, como Verne Troyer (Mini-yo), Erick Avari o J.K. Simmons, pero ni con esas. Cuando me quedaban 25 minutos de película me di cuenta que no me había reído ni una sola vez, decidí quitarla. Al día siguiente termine de verla no fuera que todo lo bueno lo hubieran dejado para el final, pero no. Lo que se supone es una COMEDIA burra resulta ser un TOSTON de cuidado.
Avisados están.