
Los aliens llegan a la Tierra. Su nave se para encima de la ciudad de Johannesburgo. Como los extraterrestres no salen, un equipo especial sube y tiene el primer contacto, posiblemente uno que nadie había imaginado. Los residentes de la nave espacial son una raza enferma y desorientada, así que se les traslada a un campamento justo debajo de su platillo. Allí pasan los años y como ni los aliens ni su tecnología nos son de utilidad, nos olvidamos de ellos.
Las "Meta Naciones Unidas" (MNU) tienen un departamento encargado de los asuntos humanos-alienigenas, y es aquí donde el protagonista humano de la película trabaja como asistente social que tiene asignado a los "gambas" (llamados así de forma despectiva por su aspecto), y acaba de ser ascendido para llevar adelante una importante misión, hacer firmar a todos los bichos la orden de desalojo, ya que quieren trasladarlos a una zona más lejana. En esta operación, Wikus, que así se llama el prota, sufre un pequeño accidente que no desvelaré, y por el que se verá perseguido por sus congéneres de especie, quedándole como único escondite el "Distrito 9", el gueto de los aliens, donde no tiene muchos amigos precisamente.
La película esta producida por Peter Jackson, dirigida por Neil Blomkamp y con efectos de la "Wignut", la misma de "El Señor de los Anillos", por lo que son sencillamante acojonantes. Los dos primeros planos de los aliens puede que te canten un poquito, pero, según avanza la película, no piensas en ellos como algo hecho en 3D, sino como entes perfectamente reales, por apariencia y también por la interacción con su entorno. A todo ello hay que sumarle un rodaje estilo falso documental, con mucha cámara al hombro, tantas otras de seguridad y tráfico o grabaciones de móvil. Algo similar a "Monstruoso" pero multiplicado por mil. Aun así, este montaje se va diluyendo con el avanzar de la historia, pasando a uno más convencional.
La intención de la película es abofetear en la cara al espectador, hacernos recordar el Apartheid, y dejarnos claro que, dentro del colectivo humano, el racismo, la intolerancia y la estupidez son patrimonio universal.