miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA GRAN SANGRE

Mis amigos los Peruanos jamás dejarán de sorprenderme. Cuando ya creía que lo había visto todo tras "Jarjacha, el demonio del incesto", "Juanito el huerfanito" y Condenado en la pequeña Roma", descubro que todas esas películas son de la Serranía (hechas por Indios, para que me entendáis), pero que en la capital Lima, además de facturar bodrietes subvencionados por el ministerio de nuestro país, de corte dramático y social (como aquí, vaya) también las hacen de género. En este caso, de acción. Pero eso no es lo que me sorprende. Lo que me sorprende es que se lo curran jodidamente bien...al menos en esta que he visto, "La gran sangre".
“La gran sangre” vienen a ser “El equipo A” contemporáneo de Perú, una serie de televisión que arrasa por aquellas tierras y que, como consecuencia, ha esputado un largometraje para cine, una colección de comics y demás "merchandising" sobre tan peculiar universo.
Tres tipos muy diferenciables hacen un pacto de sangre y unen fuerzas para combatir por su propia cuenta el narcotráfico y la mafia. Son Dragón, ex policía reciclado a maestro de artes marciales, Mandril, militar experto en armas y en lucha cuerpo a cuerpo y Tony Blades, un truhán que no sabe mucho de pelear, no sabe mucho de armas, pero con su labia consigue lo que le da la gana. Juntos se las tendrán que ver con un mafioso proveniente de México.
Bien, sabemos que en Perú el tema económico no está precisamente como para rodar super producciones, por eso, con una estética más que correcta, y el aval de la popularidad de sus personajes, Jorge Carmona se graba en vídeo (de alta definición, eso sí) una peli entretenidísima, que se sabía iba a ser un éxito desde el día en que empezaron, por eso, y aunque no escatima en escenas de acción (peleas hay, disparos hay...) soluciona la 
respectiva dificultad de la forma más curiosa: con animaciones hechas a base de lápices de colores. Y al público le da lo mismo, porque ya está enamorado de los personajes antes del primer frame. Con lo cual, lo que vemos en imágenes convencionales es el paliqueo y alguna escena de acción sencillita, pero lo chungo a lápices de colores. Curioso.
Pero tecnicismos a parte, he de decir que la peli está cojonuda, que pasa en un rato porque tiene mucho ritmo, viene realizada "a la americana" con su edición videoclipera y que el carisma de los tres ¿mercenarios? está patente en todo el rato, nos chanan y nos encariñamos con ellos.
En cuanto al nivel de tercermundismo (que esperaba encontrarme) cero, una producción muy cuidada y correcta. Ya quisiera el cine Español hacer una sola película como esta. No la harán ni de coña.
Muy divertida y recomendable. Y reticente como soy a ver series, está quizás caiga.