Juan José Porto, director peculiar de nuestra cinematografía, especializado en géneros (EL VIOLADOR VIOLADO, REGRESO DEL MAS ALLA), tiene una forma de rodar pausada y contemplativa, sea cual sea el género de la película que está rodando. Como consecuencia, y sin ser este hombre un genio (es mas bien un manazas), consigue sordidez en las comedias que en absoluto lo piden, e inquietud en sus películas de terror, lo que las viene muy bien… si es que tienes paciencia con este hombre.
Un individuo que sale del coma, no sabemos por qué motivo, se traslada con su mujer a una casa en el campo, donde pasará los últimos días de su vida acompañado de su mujer. Mientras están allí, y frustrado por la prohibición medica de fornicar, asegura a su esposa que en un momento de debilidad, notó como su cuerpo se salía, con vigor y fuerza, de su cuerpo. Al mismo tiempo, vemos como unas manos enguantadas, y una silueta similar a la de nuestro protagonista, acecha en la oscuridad con cuchillos, tijeras y demás objetos punzantes.
No voy a Spoilear mas, pero diré la película, en su agonía, llega a un punto en el que cuando parece que la cosa se va a poner interesante, entra en escena Simón Andreu con sus cuatro pelos, y frustra nuestro interés, para que con un giro que da la película con la presencia de este personaje, volvamos a retomarlo de nuevo, pero ya sin gracia. Y aunque a priori parecía una historia de un fantasma emergido del cuerpo de un moribundo que se dedica a atormentar a su dueño aún en vida y a su esposa, J.J. Porto, no es ni por asomo tan original, y nos da un film de apariciones previsible, aunque eficaz en alguna de sus secuencias.
No me cae mal el cine de Porto. Tiene innumerables defectos en todas sus películas, pero una gran virtud. Sabe hacer una película de terror con tan solo una casa y un par de actores, Si me apuras, solo con uno, como pasaba en REGRESO DEL MAS ALLÁ. Y es que cuando se masca la tragedia en historias de uno o dos personajes, suele ser satisfactorio a niveles “terrorificantes”. También sabe hacerlo, salvando muchñisimo las distancias, Ti West con su HOUSE OF THE DEVIL.
Por lo cual, MORIR DE MIEDO es una mas que correcta película de terror, pero tienes que tener paciencia y aguantar bien el aburrimiento, porque por cada momento de tensión y escalofrió, tienes que aguantar tres de lo otro.
En el reparto, además de Andreu, Mónica Randall y Miguel Ayones, visto en otros films de Porto y en cosillas como LOCA POR EL CIRCO, con Teresa Rabal.