De la última "Noche de Cine Inconexo" hacía ya todo un año (fue el 8 de Agosto del 2010). El que en este interludio no se hubiera celebrado ninguna era por varios motivos de muy diverso orden, todos ellos comprensivos y reprochables a la par. Pero como suele decirse, "más vale tarde que nunca" así que ayer noche, reunidos cuatro bravos valientes del calibre de Mr.Joel de "Pet Sementary", Spawn de los "Nekrofilmicos", la fugaz visita del Sr.Kirk de "Cine the Warrior" y una servidora de ustedes, nos lanzamos de cabeza a la piscina de heces dispuestos a sufrir una noche extrema de lo más mejor de lo más peor (acompañados de durums, pizzas, ganchitos, cerveza, cocacola, vichí y agua).
Y fíjense ustedes que, tal vez por haber dejado descansar nuestras neuronas un largo año, lo de ayer no fue ni tan terrible. Es decir, vimos cuatro pelis seguidas (y un corto!) y hasta hubieron dos que no estaban ni tan mal. La mejor del pack -a mi juicio- fue la mítica "Spookies", videoclubada muy de los ochentas que algunos de ustedes recordarán por su legendaria carátula (no es la que pongo aquí a modo de ilustración, pero si la he elegido se debe a que su autor no es otro que el gran Richard Corben). Creada a partir de una inconclusa imitación de "Posesión Infernal" que sufrió problemas legales y a la que otro baranda añadió material de cosecha propia, al final quedó un mejunje delirante que recuerda no solo a la de Raimi, también a "Phantasma". Sin embargo, y gracias a la continua e imparable aparición de los más extravagantes, cutres-pero-molones monstruos, la cosa termina resultado hasta entretenida y bien maja. Vamos, que la primera fue fácil.
Para la segunda, intentamos ponérnoslo más difícil eligiendo un título ignoto que ninguno de nosotros había visto (a diferencia de "Spookies". Por cierto, que al terminar esta estuvimos buscando fotos guarrillas de la nariguda-tetona protagonista... sin éxito), así que la elegida fue "Lemora", un delirio de los años 70, mitad cuento infantil, mitad peli de vampiros, mitad perversión casi-pederástica y mitad... mitad caca, porque aunque el arranque era gracioso, después la cosa pegaba un bajón considerable. Pero aún así, dado el nivel que se suele gastar en las noches de cine inconexo, tampoco fue una experiencia tan terrible asistir a las terroríficas aventuras de la niña prota en busca de su padre, plagada de zombies con terribles maquillajes, vampiros con terribles maquillajes y actores con... tendencia a la sobreactuación cósmica.
Muy mal. Dos pelis, y dos soportables... era momento de recurrir a una infalible. De ninjas. Y no, las de Joseph Lai aún molan, así que nos metimos una dosis de Tomas Tang (URGH!!) con "Proyecto: Ninjas del infierno" (pero antes de darle al "Play", buscamos en la red fotos de la prota de "Lemora" enseñando las teticas... que no falte).
En esta tercera ocasión acertamos de lleno. Haciendo honor a la reputación de la Filmark, "Proyecto: Ninjas del infierno" era un 25% de tipos vestidos de colorines peleándose con sables y un 75% de un horrible y lacrimógeno drama de la segunda guerra mundial, con un sargento enamorado de un niño insufrible al que abandona, y llora, y luego vuelve, y llora más y al final muere y llora todo el mundo... todo el mundo menos nosotros, que estábamos ya hasta las peyas de esa basura intragable. ¿No queriamos mierda?, ¡pues toma mierda!. Sin embargo, ello no nos acojonó. Para nada. Seguidamente nos comimos un corto tremendo con participación del amigo Joel, "Posesión Rectal", y de ahí... ¿a algo mejor?, ¿algo que nos garantizara entretenimiento y diversión?... ¡¡NO!!, de ahí a "El lago de los muertos vivientes"!!!!, ex-proyecto de Jesús Franco retomado por un arrepentido Jean Rollin (como J.A.Laser), se trata del prototípico film "Eurociné" de zombies en el que lo que más abunda, antes que gore y terror, es un extremo y despiadado aburrimiento fruto de la más extrema y despiadada lentitud. Bueno vaaaale, ¡¡y tetillas a tutiplén!!, que por eso la elegimos. En este film los zombies no caminan lentamente, ¡caminan demasiado lentamente!. Un rollazo de tomo y lomo que no arregló ni los risibles maquillajes con cera verde de los no-muertos (ni el catálogo de ubres). Y hablando de no-muertos... o de muertos, esta pudo con Spawn, quien se pegó alguna que otra cabezadita. Te haces mayor, amigo.
Y fin. Volvimos a casa con diarrea fraguándose en nuestros estómagos (fruto de la comida ingerida)... y nuestros cerebros. Sudorosos y agotados, pero felices, felices de haber recuperado las incomparables noches de cine inconexo. Solo espero que para la próxima no tengamos que esperar otro puto año.
¡¡Gracias valientes!!.