Un poblado se prepara para una boda cuando el ejercito del señor que aterroriza la zona entra a saco, arrasa con todo y se lleva a los supervivientes como esclavos a su ciudad. Solo sobrevive la Reina llamada Anatema y una amiga suya que anda todo el rato con hambre (se pasa toda la película buscando comida) juntas deciden ir a salvar a su pueblo, por el camino se encuentran a otra paisana suya que ha conseguido escapar. En el primer puesto de guardia también localizan a la hermana de Anatema que ha quedado tocada del coco tras ser violada. Juntas contactan con un pueblo rebelde que les conducirá a la ciudad. Allí preparan un plan para rescatar a los esclavos y acabar con el tirano.
Cine de espada y brujería de saldo que aun teniendo una duración reducida se hace hasta larga. Poco mas hay que contar de esta producción de Roger Corman (que no lo había dicho), un truñete que solo los amantes del genero disfrutaran, y puede que ni esos. Tiene una secuela, que caerá, debo ser masoca.