El protagonista es Hirosuke Hitomi, un escritor más bien del montón, obsesionado con una isla utópica que ve en sueños. Dicha isla es como un gran parque de atracciones para adultos, donde jóvenes doncellas y musculados mancebos van en pelota picada por la isla y solo se preocupan de los placeres de la vida, comida, sexo, relax….. Hitomi es pobre como una rata, asi que anhela los placeres de una vida relajada llena de lujos, y si puede ser en su isla soñada, mejor que mejor. El día que se entera que un amigo de la escuela llamado Genzaburo Komoda que consiguió hacer una gran fortuna, y con el que tenía un parecido casi idéntico ha fallecido, empieza gestar un plan. Primero decide desaparecer y simular su muerte, luego se dirige al pueblo de su amigo y se hace pasar por él, como si este hubiese resucitado. Todo el pueblo se alegra de la vuelta del señor que daba trabajo a la zona, por lo que tampoco hacen muchas preguntas. Tras un tiempo amoldándose a su nueva vida de riquezas, empieza a formar equipos de arquitectos y albañiles para construir su soñada isla. Dilapidara la fortuna del suplantado si es necesario, Hitomi desea con todas sus fuerzas vivir en la isla de sus sueños. No contara con la esposa de Komoda, que aunque sospecha que su marido puede no ser quien dice ser, calla.
No es a lo que nos tiene acostumbrados Maruo, pero la intriga, el querer ver si Hitomi se sale con la suya y que como digo parece más una novela de Agatha Christie dibujada, se lee rápido y nos deja el sabor agridulce que nos tiene que dejar al final. Siempre podéis ver si en vuestra biblioteca más cercana lo tienen y echarle un vistazo.