Es curioso como un género musical y movimiento cultural que duró tan poco en activo –el del sonido disco- generó en el cine todo un sub género como es el de las “Disco Movies”, cuya existencia es mera consecuencia del imprescindible clásico “Fiebre del Sábado noche”, y que, incluso pasando a ser explotado en España con “Nunca en horas de clase” (Ver en nuestro fantabuloso libro) proliferó sobretodo en tierras Italianas.
“¡Por fin ya es Viernes!” (Cuyo título original “Thank god it´s Friday”, que sería algo así como “Gracias a Dios es Viernes”, mucho más contundente) es la “explotation” mainstream más popular de todas, que en un alarde de la Columbia Pictures por intentar, al menos, igualar el éxito de la película dirigida por John Badham, se monta una comedia coral en la que mostrar la cara más amable del mundo disco, en contraposición al dramatismo marginal de “Fiebre del Sabado noche”.
Así se nos cuenta una historia de historias entrecruzadas, muy blancas, que trascurren al cabo de una noche en la discoteca “Zoo”, por varios personajes. Así tenemos al Disc Jockey que está emitiendo en directo lo que puede ser su puesta de largo en un fructífero futuro dentro de la radio, dos jóvenes adolescentes que intentan colarse en el interior de la discoteca con el afán de ganar el concurso de baile que se celebra esa noche, el dueño de la disco cuyo único afán es el de poder follarse a una mujer casada, o esta misma mujer con su marido entrando por primera vez en una discoteca, entre otras muchas sub historias.
¡Ah!, y del concurso de baile, no vemos ni una triste coreografía.
La película es bastante tonta y flojita. Digamos que ni una sola de las historias que nos cuenta es lo suficientemente interesante o divertida como para que mantengamos el interés durante toda la película, y es raro que no soltemos algún bostezo.
Por otro lado, las drogas se reducen a algún porrillo que fuma algún personaje desfasado, y el folleteo brilla por su ausencia, con el fin de hacer una “Disco Movie” para todos los públicos que les reportara pingues beneficios.
En el reparto destaca Jeff Goldblum enfrentándose a uno de sus primeros papeles, y una Donna Summer, que será una gran cantante, pero que como actriz deja mucho que desear. También tenemos a “The Comodores”, haciendo de si mismos e interpretando un tema en directo.
Por otro lado, la canción central de la película, “Last Dance”, interpretada por Donna Summer, logró llevarse en 1978 el globo de oro y el oscar a la mejor canción de aquél año, sin que sea esta, en realidad, una canción muy destacable dentro de la cultura disco.
Dirige Robert Klane de escueta filmografía, que para cine tan solo dirigió esta y “Este muerto está muy vivo 2”.