Resulta un tanto sorprendente que las unicas incursiones en el mundo del cine del escritor Alberto Vazquez- Figueroa como director(en cuya novela “El Perro” está basada “Rottweiller” de Brian Yuzna), sean tan de género y tan palomiteras a pesar del tufillo serio que desprenden.
Claro, que solo realizó dos películas, porque obviamente, se le da mucho mejor escribir que dirigir. Una de ellas es “Manaos” y la otra esta “Oro Rojo”.
Un marinero llega a una isla llamada Providencia, donde un dictador tiene a toda la población muerta de hambre. Pronto pierde el pasaporte y se verá inmerso en un mundo de corrupción donde el unico sustento de los habitantes, son los cuatro pesos que se les da cuando venden su sangre. Junto con un mendigo que come ratas, se verá envuelto en más de un asunto turbio.
La película es una co-producción hispano-mexicana, que por nuestra parte produjeron los hermanos Reyzabal –dueños de Izaro Films, y productores de muchas de las películas de Pajares y Esteso- y que en un afán de explotarla en ambos países, lograron juntar a dos actores de peso en cada uno de ellos. Hugo Stiglitz por la parte Mexicana y José Sacristán en la parte española, como el marinero y el mendigo respectivamente. En la promoción, en Mexico se destacaba como protagonista a Hugo Stiglitz, mientras que en España se explotaba el protagonismo de Sacristán. No obstante, pasó un tanto inadvertida en las salas de ambos países.
Sin embargo, la película no está nada mal. El ambiente apocalíptico que se respira por cada uno de sus fotogramas la sitúa muy por encima del cine español de aquella época, si bien cagaditas como el forzado aspecto de vagabundo que luce José Sacristan, o los esbirros del dictador que van vestidos del llanero solitario, le confieren un tufillo cutre, que si no te lo dicen, te crees que estás viendo una de aventuras de Juan Piquer Simon, lo cual teniendo cuenta quien es el director, es siempre un acierto.
De ritmo lento, necesario eso si, entre que Hugo Stiglitz no para quieto (folla con putas, le dan de hostias, se fuga de una prisión en medio del mar, se enamora de una tía que no folla porque al estar apartada de la civilización sobrevive comiendo queso de cabra…) y que José Sacristán sueltas fisolofadas baratas cada dos por tres (“¿Qué comer carne de rata puede traer enfermedades? ¿Más que no comer?”) lo cierto es que la peli pasa tan ricamente y tan entretenida.
En el reparto, caras conocidas como Antonio Gamero, Terele Pavez, Alfredo Mayo, Monica Randal o José Riesgo, lo que es lo mismo, Julián de Barrio Sesamo.
Para pasar un ratillo.
miércoles, 31 de octubre de 2012
DIARIO GATUNO DE JUNJI ITO
Los que ya hayáis leído anteriores reseñas de manga en este
blog, ya deberíais de saber que tengo cierto gusto por los mangas de temática
terrorífica, sino directamente gores. En este campo he reseñado obras de dos artistas,
Suehiro Maruo y Junji Ito. Los dos son grandes haciendo de lo grotesco algo
fascinante, puede que Maruo sea más explicito y repulsivo, pero Ito tampoco se queda corto. Afortunadamente para los que no seáis amantes de la casquería,
podréis leer este manga de Junji Ito ya que por no haber, no hay ni una gota de
sangre, ni de gore, ni de mutilaciones, ni nada por el estilo. Este es un
diario de los primeros días de Ito conviviendo con su novia, y sus gatos.
Junji es un escritor de mangas de terror, y recientemente ha
comprado una casa para vivir junto a su novia. Esta le pregunta si es más de
gatos o de perros, ya que quiere traerse el gato que tenía en casa de sus
padres. Aunque Junji es mas de perros accede a los deseos de la mujer, no sabe
que eso trastocara su vida para siempre. Para empezar su nueva casa es forrada
de media pared para abajo con unos plásticos para que los gatos no dejen marcas
con sus uñas. Pero hasta que vayan a recoger al gato a casa de sus suegros,
Junji y su novia deciden adoptar una cría de gato. Como digo, el protagonista
es mas de perros, y a los gatos no es que les tenga miedo, pero su forma de
caminar y moverse le parecen extrañas, incluso terroríficas en muchas ocasiones,
llevando al lector a estar siempre en tensión pensando que algún monstruo
asesino vaya a tomar el cuerpo del gato o la novia de Junji, o al propio Junji.
Y es que aunque este no es un manga de terror propiamente dicho, se va narrando
de esa manera, e incluso en varias viñetas, veremos gestos, caras o incluso
formas espeluznantes, que finalmente son simples expresiones exageradas para
tener al lector en tensión.
Por los dibujos de Ito podemos esperar que la historia se
torne terrorífica, pero esto no ocurre, es la manera que tiene el autor de
tenernos en vilo y que queramos seguir leyendo la historia. Así que si eres muy
impresionable puede que en un par de ocasiones te esperes lo peor, pero
tranquilo, que todo es muy normal, solo que visto desde la óptica de un
dibujante manga de terror. En definitiva, nos encontramos con una historia que
poco tiene que ver con lo que nos tiene acostumbrados Ito, en la que no ocurre
nada fuera de lo normal, pero con la podemos llegar a sentir un par de escalofríos.
Simpático manga atípico en el autor.
martes, 30 de octubre de 2012
DRÁCULA DE BRAM STOKER
Vi esta película el día de su estreno, y no la volví a ver más. Supongo que si no la he vuelto a ver hasta esta ultima vez, será porque no me gustó mucho. En cualquier caso, si que la recordaba espectacular. No lo es.
En cuanto a los años 90, siempre se dice que es la peor década del cine, la que peores películas se hicieron. Quizás sea verdad, a pesar de que al revisar alguno de estos títulos, estos mejoran sustancialmente, cuando no es que son y eran cojonudos. Pero amigo, las malas películas de aquella década, fueron muchas. “Drácula de Bram Stoker”, dirigida por un Francis Ford Coppola hasta el cuello de deudas, es una de ellas. Además de ser la peor película sobre Drácula de cuantas se hicieron. Una de esas películas que el paso del tiempo directamente destruye.
Y es que Coppola, se las apaña para hacer una película épica en la que dejar su impronta, en la que se nutre de elementos de todos los Dráculas anteriores; del de Murnau, del de Bela Lugosi, e incluso del de la “Hammer”.
¿Qué es lo que pasa? Que como la historia de Drácula está ya más que sobada, pasa un poquito de explicárnosla para centrarse en todos los efectitos y excentricidades de los que esta película hace gala. Con lo cual, cuesta horrores seguir el argumento (vale, que lo conocemos más o menos, pero no tenemos por qué) que con tanta variación y tanto gilipollerío, al final la película se queda en una colección de imágenes muy mal explicadas.
Por otro lado, los actores están todos para matarlos. No solo Gary Oldman dando vida a los mil y un formatos del vampiro de los Cárpatos, si no Winona Rider con su rictus perpetuo de preocupación (pero atentos a una escena en la que estando ella al trasluz, con un camisón trasparente, somos testigos de lo bonitas que son sus tetas, o al menos su silueta), Keanu Reeves, con corte de pelo a tazón noventero más inexpresivo que de costumbre, Tom Waits, que en vez de Renfield parece un sosias de Gollum, y sobretodo Anthony Hopkins, que cuenta chistes, se desgañita y se exalta de tal manera, que más que Van Helsing, parece Carlos Pumares.
Al desbarajuste actoral, súmenle un diseño de producción de cartón piedra que quizás en la época era hasta resultón, pero que en la actualidad se queda desfasado, recordando más a una producción ochentera de serie B, que a la gran súper producción que es.
Copola, dirige cual maniático, llenando el montaje de transiciones, filtros, encadenados y gilipolleces, que efectivamente, dejan su sello de gran autor en la película, pero que son excesivos.
En definitiva, una mierda pinchada en un palo, anticuada, aburrida, fea, estúpida y terriblemente ñoña. Vamos, para ver de nuevo, y no dar crédito. Me están entrando ganas de ver “Jack”.
En cuanto a los años 90, siempre se dice que es la peor década del cine, la que peores películas se hicieron. Quizás sea verdad, a pesar de que al revisar alguno de estos títulos, estos mejoran sustancialmente, cuando no es que son y eran cojonudos. Pero amigo, las malas películas de aquella década, fueron muchas. “Drácula de Bram Stoker”, dirigida por un Francis Ford Coppola hasta el cuello de deudas, es una de ellas. Además de ser la peor película sobre Drácula de cuantas se hicieron. Una de esas películas que el paso del tiempo directamente destruye.
Y es que Coppola, se las apaña para hacer una película épica en la que dejar su impronta, en la que se nutre de elementos de todos los Dráculas anteriores; del de Murnau, del de Bela Lugosi, e incluso del de la “Hammer”.
¿Qué es lo que pasa? Que como la historia de Drácula está ya más que sobada, pasa un poquito de explicárnosla para centrarse en todos los efectitos y excentricidades de los que esta película hace gala. Con lo cual, cuesta horrores seguir el argumento (vale, que lo conocemos más o menos, pero no tenemos por qué) que con tanta variación y tanto gilipollerío, al final la película se queda en una colección de imágenes muy mal explicadas.
Por otro lado, los actores están todos para matarlos. No solo Gary Oldman dando vida a los mil y un formatos del vampiro de los Cárpatos, si no Winona Rider con su rictus perpetuo de preocupación (pero atentos a una escena en la que estando ella al trasluz, con un camisón trasparente, somos testigos de lo bonitas que son sus tetas, o al menos su silueta), Keanu Reeves, con corte de pelo a tazón noventero más inexpresivo que de costumbre, Tom Waits, que en vez de Renfield parece un sosias de Gollum, y sobretodo Anthony Hopkins, que cuenta chistes, se desgañita y se exalta de tal manera, que más que Van Helsing, parece Carlos Pumares.
Al desbarajuste actoral, súmenle un diseño de producción de cartón piedra que quizás en la época era hasta resultón, pero que en la actualidad se queda desfasado, recordando más a una producción ochentera de serie B, que a la gran súper producción que es.
Copola, dirige cual maniático, llenando el montaje de transiciones, filtros, encadenados y gilipolleces, que efectivamente, dejan su sello de gran autor en la película, pero que son excesivos.
En definitiva, una mierda pinchada en un palo, anticuada, aburrida, fea, estúpida y terriblemente ñoña. Vamos, para ver de nuevo, y no dar crédito. Me están entrando ganas de ver “Jack”.
Victor Olid
lunes, 29 de octubre de 2012
FLU BIRD HORROR
Productoras a posteriori tan conocidas como “The Asylum”, o la que nos ocupa, “Nu image”, que tras volverse medio grande con su filiar para salas de cine “Mullenium”, han encontrado en la televisión por cable el medio natural donde más agusto se encuentran.
Así nos topamos con este telefilm, que a priori puede parecer una vulgar pantomima impuesta al igual que cosas como “Birdemic”, pero que no lo es. Se trata de una producción muy seria, y que se toma muy en serio a sí misma. Vamos, que no es intención de la productora el causar la risa. Claro que tecnicamente, la película no es ningún fiasco. Es una serie B más que respetable en ese sentido. Así que tenemos a unos pajarracos la mar de feos y con traza de prehistoricos, que se dedican a comerse a la gente, y si no la matan, es lo mismo, porque ya lo hará su sucia gripe aviar.
Así que mientras tenemos a media policía y a los medicos en estado de alarma por estos hechos, en una cueva de un bosque se refugian los presos de un reformatorio que se las verán y desearán para acabar con los malditos pajarracos mientras sueltan diálogos de lo más inteligentes (es ironía).
Bueno, pues es una peste de película, aburrida, tonta… la estúpidez más grande que puede uno hecharse a la cara.
Porque es que la cosa tiene gore, los pajarracos no están del todo mal hechos, ni en su forma animatrónica, ni en su versión c.g.i, pero es que es todo muy tedioso y gilipollesco.
Dos subtramas sin interés alguno, más un grupo de “teens” conflictivos, que parecen todos salidos de un colegio católico y que nunca han roto un plato. Una soberana tontería, sin ningún aliciente para verla más allá de la curiosidad que genere en un principio.
Además, pasado el terror colectivo de la gripe Aviar en 2004, que se saldó con películas como “Gripe Aviar: virus mortal”, no se a cuento de qué años después hacen una película con esta temática, cuando el tema ya no está ni de actualidad. Y que los pajarracos sean tan monstruosos, es para mear y no hechar gota. Varios guionistas hicieron falta para esta tontería, e incluso se necesitó de un director, el tal Leigh Scott, que es también el responsable de las Asyladas “Transmorphers”, “Hillside Canibals” y la mas o menos reconocida (es un decir) “Frankenstein Reborn”.
En fin, carroña para las retinas.
Así nos topamos con este telefilm, que a priori puede parecer una vulgar pantomima impuesta al igual que cosas como “Birdemic”, pero que no lo es. Se trata de una producción muy seria, y que se toma muy en serio a sí misma. Vamos, que no es intención de la productora el causar la risa. Claro que tecnicamente, la película no es ningún fiasco. Es una serie B más que respetable en ese sentido. Así que tenemos a unos pajarracos la mar de feos y con traza de prehistoricos, que se dedican a comerse a la gente, y si no la matan, es lo mismo, porque ya lo hará su sucia gripe aviar.
Así que mientras tenemos a media policía y a los medicos en estado de alarma por estos hechos, en una cueva de un bosque se refugian los presos de un reformatorio que se las verán y desearán para acabar con los malditos pajarracos mientras sueltan diálogos de lo más inteligentes (es ironía).
Bueno, pues es una peste de película, aburrida, tonta… la estúpidez más grande que puede uno hecharse a la cara.
Porque es que la cosa tiene gore, los pajarracos no están del todo mal hechos, ni en su forma animatrónica, ni en su versión c.g.i, pero es que es todo muy tedioso y gilipollesco.
Dos subtramas sin interés alguno, más un grupo de “teens” conflictivos, que parecen todos salidos de un colegio católico y que nunca han roto un plato. Una soberana tontería, sin ningún aliciente para verla más allá de la curiosidad que genere en un principio.
Además, pasado el terror colectivo de la gripe Aviar en 2004, que se saldó con películas como “Gripe Aviar: virus mortal”, no se a cuento de qué años después hacen una película con esta temática, cuando el tema ya no está ni de actualidad. Y que los pajarracos sean tan monstruosos, es para mear y no hechar gota. Varios guionistas hicieron falta para esta tontería, e incluso se necesitó de un director, el tal Leigh Scott, que es también el responsable de las Asyladas “Transmorphers”, “Hillside Canibals” y la mas o menos reconocida (es un decir) “Frankenstein Reborn”.
En fin, carroña para las retinas.
Victor Olid
EXISTENZ
La primera vez que vi "Existenz" fue en el Fetival de Sitges. Llevaba años siguiendo a su director, David Cronenberg, ya que, a fin de cuentas, era uno de los nombres ilustres del cine de terror moderno -es decir, el que rompió moldes y esquemas en los 70- junto a los Landis, Carpenters y Cravens habituales. También es cierto que era uno de los que menos me gustaba, porque siempre había intentado alejarse del género (cosa que a la larga consiguió), a pesar de que reconocía, y reconozco, que tenía grandes títulos como "La zona muerta", "Videodrome" o el remake de "La mosca".
Cuando terminó el visionado de "Existenz" a todos nos quedó la sensación de que Cronenberg había hecho un mejunje con sus obsesiones habituales, y sus títulos estandarte, pero al que le había dado una pátina de "normalidad"... como si quisiera rodar una versión de "Videodrome" pensada para plateas "standard", público masivo no acostumbrado a sus delirios. Vamos, que la peli me dejó algo frío. Ayer noche volví a verla (en formato VHS). Era la segunda vez que lo hacía desde el primer intento... y mis impresiones no variaron demasiado. Cuando se rodó "Existenz" era 1999, y supongo que para entonces los video-juegos y las consolas comenzaban a pegar fuerte. Era normal, pues, que a Mr.Cronenberg le diera por sermonearnos un poco al respecto. Así, la cosa se sitúa en un futuro cercano pero indeterminado, en el que se han inventado una consolas orgánicas y vivas que te enchufas en la espalda, gracias a un bujero que te han hecho previamente, y puedes ser partícipe de los respectivos juegos de un modo escalofriantemente realista. Sin embargo, y por motivos que no conocemos, alguien intenta atentar contra la diseñadora número uno de dichos juegos, por lo que se ve obligada a escapar en compañía de un novatillo segurata. Juntos huirán sin rumbo y terminarán viciados por el revolucionario juego que ha inventado la chorba, hasta el punto de no saber qué es realidad y qué es ficción... para ellos, y para nosotros.
Aunque la peli se apoya mucho en los diálogos y, en el fondo, no deja de ser bastante sencillita, hay que reconocer que "Existenz" va a piñón desde buen principio, tiene un ritmo notable y no aburre en exceso. La historia se sigue más o menos con interés y a lo largo de la misma nos intentan sorprender con algunas ideas y conceptos más o menos bizarros, muy Cronenberg, como esas consolas vivas hechas de tejido orgánico, el indudable tirón sexual en el modo de conectarlas a tu cuerpo, la pistola hecha de huesos y que dispara dientes... incluso hay un poco de gore, con ese pobre camarero chino que recibe un par de balazos en la cara. Sin embargo, carece del rollo enfermizo y mal sano de las pelis previas del Canadiense. Todo es como muy limpio... incluso la pretendida suciedad es higiénica. En realidad "Existenz" tiene bastantes puntos en común con "Videodrome", pero sin llegarle a la suela de los mocasines.
Visto lo que siguió en la carrera de Cronenberg, es evidente que "Existenz" era algo así como su despedida del género puramente fantástico, porque luego no volvió a tocarlo. Y es evidente también que el muchacho estaba algo cansado de sus delirios carnosos, de ahí la sensación de rutina que destila toda la peli. A pesar de ello, el resultado se deja ver. No te impresionará, no te cambiará, no te ofenderá... pero tampoco te dormirás.
Algo es algo.
Cuando terminó el visionado de "Existenz" a todos nos quedó la sensación de que Cronenberg había hecho un mejunje con sus obsesiones habituales, y sus títulos estandarte, pero al que le había dado una pátina de "normalidad"... como si quisiera rodar una versión de "Videodrome" pensada para plateas "standard", público masivo no acostumbrado a sus delirios. Vamos, que la peli me dejó algo frío. Ayer noche volví a verla (en formato VHS). Era la segunda vez que lo hacía desde el primer intento... y mis impresiones no variaron demasiado. Cuando se rodó "Existenz" era 1999, y supongo que para entonces los video-juegos y las consolas comenzaban a pegar fuerte. Era normal, pues, que a Mr.Cronenberg le diera por sermonearnos un poco al respecto. Así, la cosa se sitúa en un futuro cercano pero indeterminado, en el que se han inventado una consolas orgánicas y vivas que te enchufas en la espalda, gracias a un bujero que te han hecho previamente, y puedes ser partícipe de los respectivos juegos de un modo escalofriantemente realista. Sin embargo, y por motivos que no conocemos, alguien intenta atentar contra la diseñadora número uno de dichos juegos, por lo que se ve obligada a escapar en compañía de un novatillo segurata. Juntos huirán sin rumbo y terminarán viciados por el revolucionario juego que ha inventado la chorba, hasta el punto de no saber qué es realidad y qué es ficción... para ellos, y para nosotros.
Aunque la peli se apoya mucho en los diálogos y, en el fondo, no deja de ser bastante sencillita, hay que reconocer que "Existenz" va a piñón desde buen principio, tiene un ritmo notable y no aburre en exceso. La historia se sigue más o menos con interés y a lo largo de la misma nos intentan sorprender con algunas ideas y conceptos más o menos bizarros, muy Cronenberg, como esas consolas vivas hechas de tejido orgánico, el indudable tirón sexual en el modo de conectarlas a tu cuerpo, la pistola hecha de huesos y que dispara dientes... incluso hay un poco de gore, con ese pobre camarero chino que recibe un par de balazos en la cara. Sin embargo, carece del rollo enfermizo y mal sano de las pelis previas del Canadiense. Todo es como muy limpio... incluso la pretendida suciedad es higiénica. En realidad "Existenz" tiene bastantes puntos en común con "Videodrome", pero sin llegarle a la suela de los mocasines.
Visto lo que siguió en la carrera de Cronenberg, es evidente que "Existenz" era algo así como su despedida del género puramente fantástico, porque luego no volvió a tocarlo. Y es evidente también que el muchacho estaba algo cansado de sus delirios carnosos, de ahí la sensación de rutina que destila toda la peli. A pesar de ello, el resultado se deja ver. No te impresionará, no te cambiará, no te ofenderá... pero tampoco te dormirás.
Algo es algo.
Naxo Fiol
miércoles, 24 de octubre de 2012
PARANORMAL ACTIVITY 4
A estas alturas, y sin verle el aspecto siquiera, el puto demonio de la saga “Paranormal Activity” con cinco películas oficiales (no olvidemos que tiene una secuela Japonesa oficial, y que se está rodando otra destinada al publico latino) y un montón de imitaciones y “Found Footages” que toman esta como modelo y referente, debería estar ya en la galería de mitos del horror junto a Freddy, Jason o Michael Myers.
Y es que en esta cuarta entrega, y al igual que pasaba en “Viernes 13”, ya solamente se nos ofrece lo que queremos ver; Al puto demonio haciendo de las suyas y acojonando a los protagonistas, y por ende, al espectador. Por eso, mientras que en la tercera parte se le daba un toque de gracia al asunto descubriéndonos el origen de todo el rollo, y jugando con las cámaras de vídeo vhs de los ochenta, esta continúa justo donde se quedó en la segunda parte y no ofrece novedad alguna, mas que provocarnos una terrible sugestión, que por repetición de la formula, ya no es tan eficaz… claro que eso pasa desde la tercera.
Esta vez, con nuevos inquilinos en esa casa, toman el relevo una adolescente y su novio, que tras ser testigos de hechos paranormales, deciden llenar la casa de cámaras y web cams por todas partes, para captar lo que sucede. Todo esto es debido a la llegada de un niño de la casa de en frente un tanto rarito, que tras unos hechos que no se nos cuentan en su casa, va a este hogar una temporada. Se mezclan a la protagonista de la primera parte que anda por ahí sin saber muy bien por qué, totalmente endemoniada, el bebé de la segunda parte, y como en la tercera parte se nos descubrió que todo formaba parte de unos aquelarres, se nos cuenta aquí las intenciones del demonio cabrón… formar al hermanito de la adolescente protagonista en las movidas diabólicas.
Más de lo mismo, mucho menos aterrador, ya digo, por agotamiento de la formula, pero me quedo contento tras su visionado, porque ofrece exactamente lo que quiero ver; más de lo mismo, sin estridencias, sin novedades. Como ha de ser.
Así pues, y quizás será porque sus directores son los mismos, Henry Joost y Ariel Schoolman, estaríamos ante la entrega mas floja de la franquicia junto con la tercera, que a pesar de todo sigue en una línea lo suficientemente solvente como para que a mí me interese.
Y pienso que la saga, para que no se prostituya, debe seguir en estos parámetros. Incluso dejar de lado los nuevos formatos de grabación y volver a la eficacia de una cámara de video en una habitación. Claro, que la maestría de la primera parte, ya no volverá a sucederse en ningún “Found Footage”.
Y es que en esta cuarta entrega, y al igual que pasaba en “Viernes 13”, ya solamente se nos ofrece lo que queremos ver; Al puto demonio haciendo de las suyas y acojonando a los protagonistas, y por ende, al espectador. Por eso, mientras que en la tercera parte se le daba un toque de gracia al asunto descubriéndonos el origen de todo el rollo, y jugando con las cámaras de vídeo vhs de los ochenta, esta continúa justo donde se quedó en la segunda parte y no ofrece novedad alguna, mas que provocarnos una terrible sugestión, que por repetición de la formula, ya no es tan eficaz… claro que eso pasa desde la tercera.
Esta vez, con nuevos inquilinos en esa casa, toman el relevo una adolescente y su novio, que tras ser testigos de hechos paranormales, deciden llenar la casa de cámaras y web cams por todas partes, para captar lo que sucede. Todo esto es debido a la llegada de un niño de la casa de en frente un tanto rarito, que tras unos hechos que no se nos cuentan en su casa, va a este hogar una temporada. Se mezclan a la protagonista de la primera parte que anda por ahí sin saber muy bien por qué, totalmente endemoniada, el bebé de la segunda parte, y como en la tercera parte se nos descubrió que todo formaba parte de unos aquelarres, se nos cuenta aquí las intenciones del demonio cabrón… formar al hermanito de la adolescente protagonista en las movidas diabólicas.
Más de lo mismo, mucho menos aterrador, ya digo, por agotamiento de la formula, pero me quedo contento tras su visionado, porque ofrece exactamente lo que quiero ver; más de lo mismo, sin estridencias, sin novedades. Como ha de ser.
Así pues, y quizás será porque sus directores son los mismos, Henry Joost y Ariel Schoolman, estaríamos ante la entrega mas floja de la franquicia junto con la tercera, que a pesar de todo sigue en una línea lo suficientemente solvente como para que a mí me interese.
Y pienso que la saga, para que no se prostituya, debe seguir en estos parámetros. Incluso dejar de lado los nuevos formatos de grabación y volver a la eficacia de una cámara de video en una habitación. Claro, que la maestría de la primera parte, ya no volverá a sucederse en ningún “Found Footage”.
Victor Olid
PERFECT BLUE
Con esta película tengo una pequeña anécdota que os contare antes de empezar la reseña propiamente dicha. Resulta que estando yo saliendo con la que hoy en día es mi esposa, vi en el periódico que iban a proyectar Perfect Blue en una sala en Bilbao. Era un salón de actos de una iglesia si no recuerdo mal, y estaba organizado por un periódico y alguna aula de cultura o algo así. Pues bien decidí llevar a mi novia para que viera que eso del anime que yo veía no era todo violencia y sexo, y así además me la llevaba a ver una película seria con la que yo quedaría como un señor. El primer problema aparecía antes de entrar en la sala, aquello estaba lleno de jubilados, sin exagerar la edad media de la sala superaba los 65 con facilidad, yo creo que nosotros dos éramos los únicos menores de 50 que había allí. Lo jodido fue después, la película era en versión original subtitulada. No hay problema pensareis, pues si, si que lo había. Los subtítulos eran blancos, no habría pegas si las letras tuvieran un reborde negro, pero es que no lo tenían, todo blanco, así que en las escenas de colores claros no se leía nada de nada y para colmo mi señora no había llevado las gafas, así que tuve que ir leyéndole los subtítulos cuando yo podía leerlos. Algunos ancianos salieron de la sala al ver que aquello era en versión original, pero algunos mas salieron al ver los subtítulos, o mejor dicho, al no poder verlos. Nosotros vimos la película hasta el final y aunque mi acompañante no pudo disfrutarla al 100%, poco tiempo después la alquilamos y la pudo ver sin problemas. Vamos al lio. Dirigida por Satoshi Kon en 1998, es uno de los grandes clásicos del cine de animación japonés y que no tiene que envidiar a ningún thriller de imagen real. Leo en la wikipedia que Darren Aranofsky compro los derechos para realizar un remake, pero que no se hizo como tal, sino que aprovecho un par de escenas para Réquiem por un sueño, y que Cisne Negro es una especie de remake encubierto de esta Perfect Blue.
Mima Kirigoe es una de las integrantes del trío Cham, son Idols, que para quien no lo sepan, son jovencitas cantantes a las que el publico consume con avidez hasta dejarlas secas o hasta que salga alguna idol nueva que les guste más, luego se olvidan de ellas, algo así como los triunfitos que ya no recuerda nadie. Previendo que la carrera de Cham se acaba, Mima decide dejar el grupo y probar suerte en el mundo de la interpretación. El dejar el grupo no es bien llevado por los fans del mismo, a lo que empezara a recibir amenazas e insultos. Peor se pone la situación cuando en la serie en la que trabaja Mima el guionista prepara una escena de corte erótico en la que esta es violada. Para sus antiguos fans esto ya es el punto final, Mima esta manchada, ya no es una idol.
A la vez que se desarrollan estos acontecimientos, Mima descubre una página web (en una internet aun en pañales en Japón) llamada “La Habitación de Mima” donde un fan perturbado va contando a modo de diario la vida de Mima día a día, llegando a contar cosas que nadie más que ella y sus personas más cercanas saben. Esto provoca que la protagonista empiece a sentir paranoia, también debido a su inseguridad por haber dado el paso de dejar a Cham, y más ahora que el antiguo trío, ahora dúo, está empezando a petarlo en el mundo musical.
Paralelamente vemos a un fan que está obsesionado con Mima, o más bien con la Mima Idol, por lo que ira poniendo palos en la rueda del nuevo futuro de Mima. Además de todo esto, los allegados en esta nueva etapa de la joven empiezan a ser asesinados. También Mima empieza a ver a una representación suya de cuando era cantante de Cham, que le recrimina el haber abandonado el grupo. Todo en conjunto da lugar a una interesante historia de suspense.
La película es tramposa con el espectador, ya que su montaje nos mezcla las escenas de la vida real de Mima y de la serie que está grabando, teniendo muchas similitudes una con la otra. También se nos enseña lo que el director quiere que veamos y no la realidad, por lo que el espectador aunque no llega a un estado de paranoia sí que se ve descolocado en más de una ocasión. Esto no es más que el buen hacer de Satoshi Kon y del guion, que por cierto está adaptado de una novela japonesa. Todo el conjunto hacen de Perfect Blue una película interesantísima con suspense hasta el final. Un clásico de los que hay que ver, si o si.
domingo, 21 de octubre de 2012
THE CABIN IN THE WOODS
Hace unos días alguien me preguntaba títulos actuales que pudieran tildarse de "culto". Entonces se me ocurrieron muy pocos, probablemente porque una película no obtiene esa etiqueta hasta que han pasado unos cuantos años. Pero después de ver ayer noche la cacareada "The cabin in the woods", me atrevería a decir que, si no lo es ya, podría ser una firme candidata. Entre los varios motivos, encontramos dos de peso, por un lado los interminables retrasos y problemas que tuvo desde su parimiento en el 2009, lo que le ha condenado un poco a la sombra, anulando parte de su potencial de cara a la taquilla y obligando a buena parte del "fandom" a tirar de descargas ilegales para dar con ella... o acudir a festivales especializados. Por otro, que Joss Whedon es co-guionista, productor y director de segunda unidad. En el 2009 Whedon era conocidillo por la serie "Buffy, cazavampiros", pero hoy es un nombre intocable del panorama fricoso gracias a su buen hacer, en funciones de director, con "Los Vengadores". En ese sentido, "The cabin in the woods" ha salido ganando porque, encima, en su reparto cuenta con un primerizo Chris Hemsworth, es decir, "Thor" en las pelis recientes de la "Marvel" (incluida "Los Vengadores", se entiende). Y los atributos no acaban aquí, hay más: La relativa pero funcional originalidad de su trama y las nada disimuladas referencias a tantos otros clásicos modernos del cine de terror.
Fin de semana. Unos chavales pillan la caravana y se largan de relax/fiesta a una cabaña en el bosque. Una vez allí, serán acosados por una panda de zombies dispuestos a acabar con ellos. Sí, todo esto sonaría a más de lo mismo si no fuera porque, ya de buen principio, vemos como los chavales son monitorizados y seguidos con atención por lo que parece una misteriosa organización que luego meterá la zarpa en el putiferio... y mucho.
"The cabin in the woods" es la nueva generación de las "películas referenciales", ese "metalenguaje" tan propio del cine fantástico moderno, especialmente el de terror, en el que se dan la vuelta a los clichés habituales para reírse afectuosamente de ellos y moldear una historia que intenta ser diferente. En el caso que nos ocupa, la conexión con la saga "Evil Dead" resulta del todo notable: la cabaña y su entorno son iguales a "Terroríficamente muertos". Aquí también hay una trampilla en el sótano que se abre abruptamente, y un libro que leído, resucita a los muertos, además de otras referencias incluso más directas. Luego, también tenemos alusiones a "The Ring" o "Hellraiser" (con ese seudo-cenobita de curioso aspecto, que parece casi salido de la aborrecible tercera entrega de la famosa saga), entre otras.
¿Y que hay de los famosos giros argumentales y etc?, pues están bastante bien pensados, a pesar de que con ellos, "The cabin in the woods" se aleja del terror puro y se adentra más en la ciencia ficción. Resulta difícil hablar de todo ello sin destripar la relativa sorpresa. Digamos que, a mi parecer, comienzan a darte pistas demasiado pronto, anulado su verdadera capacidad de sorprender y, como digo, en cierto modo molesta. Vale, sin esos elementos sería un film terriblemente trillado, pero joder, ¡hubiese molado ver una versión de "The cabin in the woods" que se ciñera al elemento genuinamente terrorífico y formuláico!, más aún con un título tan jugoso.
Aún así, la cosa funciona, especialmente toda la parte final, con el chaparrón de monstruos, los chorros de sangre, el cameo de ya sabéis quién (los que la hayan visto), la explicación del pitote (y cómo se manipula a los protagonistas para que encajen como un guante en sus esperados estereotipos) y el final-final.
Mi problema con "The cabin in the woods" es que la vi ya consciente de todo el "hip" que arrastra y, claro, me esperaba algo más. O mejor, algo menos. Me encantan las pelis de miedo situadas en frondosos bosques y viejas cabañas de madera... y esta lo es, pero no.
Está decente, no aburre, tiene ritmo y se deja ver, pero tampoco creo que haya para tanto ni que sea la repanocha. Solo que, tal y como anda el panorama del cine fantástico moderno, uno agradece el intento.
Fin de semana. Unos chavales pillan la caravana y se largan de relax/fiesta a una cabaña en el bosque. Una vez allí, serán acosados por una panda de zombies dispuestos a acabar con ellos. Sí, todo esto sonaría a más de lo mismo si no fuera porque, ya de buen principio, vemos como los chavales son monitorizados y seguidos con atención por lo que parece una misteriosa organización que luego meterá la zarpa en el putiferio... y mucho.
"The cabin in the woods" es la nueva generación de las "películas referenciales", ese "metalenguaje" tan propio del cine fantástico moderno, especialmente el de terror, en el que se dan la vuelta a los clichés habituales para reírse afectuosamente de ellos y moldear una historia que intenta ser diferente. En el caso que nos ocupa, la conexión con la saga "Evil Dead" resulta del todo notable: la cabaña y su entorno son iguales a "Terroríficamente muertos". Aquí también hay una trampilla en el sótano que se abre abruptamente, y un libro que leído, resucita a los muertos, además de otras referencias incluso más directas. Luego, también tenemos alusiones a "The Ring" o "Hellraiser" (con ese seudo-cenobita de curioso aspecto, que parece casi salido de la aborrecible tercera entrega de la famosa saga), entre otras.
¿Y que hay de los famosos giros argumentales y etc?, pues están bastante bien pensados, a pesar de que con ellos, "The cabin in the woods" se aleja del terror puro y se adentra más en la ciencia ficción. Resulta difícil hablar de todo ello sin destripar la relativa sorpresa. Digamos que, a mi parecer, comienzan a darte pistas demasiado pronto, anulado su verdadera capacidad de sorprender y, como digo, en cierto modo molesta. Vale, sin esos elementos sería un film terriblemente trillado, pero joder, ¡hubiese molado ver una versión de "The cabin in the woods" que se ciñera al elemento genuinamente terrorífico y formuláico!, más aún con un título tan jugoso.
Aún así, la cosa funciona, especialmente toda la parte final, con el chaparrón de monstruos, los chorros de sangre, el cameo de ya sabéis quién (los que la hayan visto), la explicación del pitote (y cómo se manipula a los protagonistas para que encajen como un guante en sus esperados estereotipos) y el final-final.
Mi problema con "The cabin in the woods" es que la vi ya consciente de todo el "hip" que arrastra y, claro, me esperaba algo más. O mejor, algo menos. Me encantan las pelis de miedo situadas en frondosos bosques y viejas cabañas de madera... y esta lo es, pero no.
Está decente, no aburre, tiene ritmo y se deja ver, pero tampoco creo que haya para tanto ni que sea la repanocha. Solo que, tal y como anda el panorama del cine fantástico moderno, uno agradece el intento.
Naxo Fiol
sábado, 20 de octubre de 2012
PATRULLA DE NOCHE
Hay películas que cuando las ves siendo adolescente, te marcan. Las consumes con amigos que se lo pasan igual de bien que tú, y te aprendes diálogos, frases y chascarrillos. Años después las recuperas y tras revisarlas te dices "Joder, pero cómo pudo gustarme tanto esta mierda??!". Cosas de la edad. Sin embargo, a pesar de la "decepción", ir rememorando a cada escena las sensaciones que obtenías cuando la vieras siendo chaval, es algo francamente divertido y hasta emotivo. Bien, eso mismo me pasó ayer con "Patrulla de noche".
Todo comenzó con "Fonda Sangrienta", película que se marcó a hierro candente en mi corazón. Tanto me gustaba que, rápidamente, quise conocer más de su realizadora, Jackie Kong. Así fue como alquilé "Patrulla de noche" y quedé prendado de ella. Resulta que además de la Kong, por ahí rondaba también ese reivindicable individuo de nombre William Osco, del que ya hemos hablado antes. Pareja de la directora en aquella época, Osco se hizo famoso como director de la primera peli porno narrativa ("Mona, the virgin nymph") y productor de la legendaria "La aventuras de Flesh Gordon". Junto a Kong parió algunos títulos de tercera regional como las mentadas ("Fonda Sangrienta", "Patrulla de noche"...) o "El Ser". Curiosamente en el film que nos ocupa, Osco aparece en los créditos con su nombre traducido al francés.
"Patrulla de noche" se rodó en 1984 y no deja de ser otro de los muchos exploits surgidos a la sombra del éxito de la saga "Loca academia de policía", solo que hecha con menos dinero, menos talento y menos sentido del ridículo. Por otro lado, se trata de un especie de vehículo para el lucimiento de un cómico de segunda que en los USA fue medianamente popular durante unos años, "The Unknow Comic" o, "El cómico desconocido", cuya peculiaridad es que subía al escenario con la cara cubierta por una bolsa de papel. El señor oculto tras dicha bolsa se llama Murray Langston y, sí, es el prota -también sin bolsa- de "Patrulla de noche". Hace no mucho George Clooney dirigió un biopic dedicado a Chuck Barris, creador este de un espacio televisivo -"The Gong Show"- tan amado como odiado (pero visionario, viendo cómo ha terminado hoy la caja tonta) titulado "Confesiones de una mente peligrosa". En ese mismo show, "The Unknow Comic" era uno de los invitados recurrentes y, sí, tiene su pequeña aparición en el film de Clooney, con el mismo Langston recuperando la bolsa para la ocasión.
En "Patrulla de noche" interpreta a un policía la mar de idiota con una doble vida, por la noche actúa en un bareto como "El cómico desconocido". Si esto ya le trae muchos problemas, la cosa se complica cuando de pronto aparece un ladrón que se disfraza como él. El cenit de todo este "drama" llegará la noche en la que los dos coincidirán en un espectáculo al que también acude la policía, incluido nuestro prota que tendrá que ingeniárselas para actuar, no ser descubierto por sus compañeros y detener al criminal.
Bien, según Imdb, esta peli contaba con un presupuesto tan y tan escueto, que se tuvo que rodar únicamente los fines de semana. Vamos, como un corto casero. Y según un espacio televisivo de esos biográficos, marcó el verdadero final-final de la ya descendente carrera de la morbosa Linda Blair quien, aviso para viciosos, se marca un pequeño destete justo en la escena antes de los créditos que cierran la peli (y para los que aún no lo sepáis, la muchacha lucía un tetamen de órdago). Sí, mucho me temo que "Patrulla de noche" es así de mala, malísima. Va cargadica de un humor ultra-gilipollas y zopenco, absolutamente ridículo, adornado con las inevitables dosis de chabacanería y chistes guarros. Técnicamente se ve desbalazada y patosa, muy cutre. Y narrativamente, es un caos sin demasiado sentido. Las escenas que ayudan a avanzar la historia/excusa se mezclan con simples galerías de gags malos que únicamente sirven para alargar metraje. Y aunque está claro que el policía prota es también "The Unknow Comic", nunca le vemos ponerse la bolsa en la cabeza con lo que no acaba de quedar del todo claro. Supongo que fue algo hecho a posta, para darle cierto misterio, pero lo único que consiguen es incrementar la confusión general.
Aún así, es tal su grado de estupidez, que en algunos momentos termina resultando genuinamente divertida y, después de todo, no especialmente aburrida. Por ejemplo, ya de chaval me encantaba la escena inicial, cuando el prota le grita a un conductor imprudente, "¿Está usted loco o qué?" y cuando se abre la puerta del coche, sale un tío con camisa de fuerza haciendo muecas exageradas. Que quieren que les diga, a mi ese gag me funcionaba y aún lo hace. O cuando el cómico desconocido comenta "Estoy tan nervioso, tengo mariposas en el estómago", a lo que su mánager le mete una pastilla en la boca, "Toma esto" dice, "¿Qué es?" pregunta él, "Naftalina" contesta ella... otro chiste que me funciona. Y así más y más, a cada cual más estúpido y patético (como el tío que, a pesar de su aspecto totalmente occidental, dice ser Japonés y la lía a tiros en plena calle porque busca un restaurante nipón y el no encontrarlo le desespera). Aunque tal vez sea la aparición del gran Pat Morita, el "Miyagi" de "Karate Kid", lo más marciano del pack, ya que interpreta a la víctima de una violación cometida por lesbianas y que cuando habla, tiene voz de mujer. Ah! y de gags de mariquitas, hay unos cuantos. ¿Qué quieren?, era la época.
El reparto no tiene desperdicio, junto a Langston/Unknow Comic, Linda Blair y Morita, tenemos a Pat Paulsen (personaje televisivo que intentó acceder a la presidencia de su país!!!), Billy Barty (enano que interpretaba papeles adecuados para su talla en pelis como "Legend", "Willow" o "Masters del universo") como el jefe de la policía que no para de tirarse pedos, Lori Sutton enseñando cacho (su curriculum es la hostia, ha currado para Mel Brooks, Andy Sidaris, Mark Pirro y estuvo en "Los albóndigas en remojo"), Sydney Lassick (de larguísima trayectoria, fue un loco en "Alguien voló sobre el nido del cuco" y un profe en "Carrie"), cameo para Andrew Dice Clay ("Las aventuras de Ford Fairlane") y la "chica Russ Meyer" (y estrella porno) Kitten Natividad luciendo sus inmensas tetorras.
Tras algunas pocas pelis más (entre ellas "Fonda Sangrienta" y la decepcionante "Loca academia de maleantes 1"), Jackie Kong y William Osco se separarían. De ella nunca más se supo y él... bueno, produjo algunas cosas más hasta hace poco, pero nada realmente destacable.
Nota fricosa: En la parte de atrás de la caratula de vídeo aparecía una foto super-engañosa y altamente confundible, con tres policías luciendo armamento y pose a lo "Cazafantasmas". Formaba parte de toda una galería de imágenes promocionales con los agentes ataviados cual conceptos y película populares de la época. Hay otra en plan Indiana Jones. Hacer notar que los modelos NO salían en el film (ver).
"Patrulla de noche" es, efectivamente, una auténtica mierda... pero una que funciona si te la tomas como hay que tomarla y le das al "Play" dispuesto a dejarte embriagar por sus hedores.
Todo comenzó con "Fonda Sangrienta", película que se marcó a hierro candente en mi corazón. Tanto me gustaba que, rápidamente, quise conocer más de su realizadora, Jackie Kong. Así fue como alquilé "Patrulla de noche" y quedé prendado de ella. Resulta que además de la Kong, por ahí rondaba también ese reivindicable individuo de nombre William Osco, del que ya hemos hablado antes. Pareja de la directora en aquella época, Osco se hizo famoso como director de la primera peli porno narrativa ("Mona, the virgin nymph") y productor de la legendaria "La aventuras de Flesh Gordon". Junto a Kong parió algunos títulos de tercera regional como las mentadas ("Fonda Sangrienta", "Patrulla de noche"...) o "El Ser". Curiosamente en el film que nos ocupa, Osco aparece en los créditos con su nombre traducido al francés.
"Patrulla de noche" se rodó en 1984 y no deja de ser otro de los muchos exploits surgidos a la sombra del éxito de la saga "Loca academia de policía", solo que hecha con menos dinero, menos talento y menos sentido del ridículo. Por otro lado, se trata de un especie de vehículo para el lucimiento de un cómico de segunda que en los USA fue medianamente popular durante unos años, "The Unknow Comic" o, "El cómico desconocido", cuya peculiaridad es que subía al escenario con la cara cubierta por una bolsa de papel. El señor oculto tras dicha bolsa se llama Murray Langston y, sí, es el prota -también sin bolsa- de "Patrulla de noche". Hace no mucho George Clooney dirigió un biopic dedicado a Chuck Barris, creador este de un espacio televisivo -"The Gong Show"- tan amado como odiado (pero visionario, viendo cómo ha terminado hoy la caja tonta) titulado "Confesiones de una mente peligrosa". En ese mismo show, "The Unknow Comic" era uno de los invitados recurrentes y, sí, tiene su pequeña aparición en el film de Clooney, con el mismo Langston recuperando la bolsa para la ocasión.
En "Patrulla de noche" interpreta a un policía la mar de idiota con una doble vida, por la noche actúa en un bareto como "El cómico desconocido". Si esto ya le trae muchos problemas, la cosa se complica cuando de pronto aparece un ladrón que se disfraza como él. El cenit de todo este "drama" llegará la noche en la que los dos coincidirán en un espectáculo al que también acude la policía, incluido nuestro prota que tendrá que ingeniárselas para actuar, no ser descubierto por sus compañeros y detener al criminal.
Bien, según Imdb, esta peli contaba con un presupuesto tan y tan escueto, que se tuvo que rodar únicamente los fines de semana. Vamos, como un corto casero. Y según un espacio televisivo de esos biográficos, marcó el verdadero final-final de la ya descendente carrera de la morbosa Linda Blair quien, aviso para viciosos, se marca un pequeño destete justo en la escena antes de los créditos que cierran la peli (y para los que aún no lo sepáis, la muchacha lucía un tetamen de órdago). Sí, mucho me temo que "Patrulla de noche" es así de mala, malísima. Va cargadica de un humor ultra-gilipollas y zopenco, absolutamente ridículo, adornado con las inevitables dosis de chabacanería y chistes guarros. Técnicamente se ve desbalazada y patosa, muy cutre. Y narrativamente, es un caos sin demasiado sentido. Las escenas que ayudan a avanzar la historia/excusa se mezclan con simples galerías de gags malos que únicamente sirven para alargar metraje. Y aunque está claro que el policía prota es también "The Unknow Comic", nunca le vemos ponerse la bolsa en la cabeza con lo que no acaba de quedar del todo claro. Supongo que fue algo hecho a posta, para darle cierto misterio, pero lo único que consiguen es incrementar la confusión general.
Aún así, es tal su grado de estupidez, que en algunos momentos termina resultando genuinamente divertida y, después de todo, no especialmente aburrida. Por ejemplo, ya de chaval me encantaba la escena inicial, cuando el prota le grita a un conductor imprudente, "¿Está usted loco o qué?" y cuando se abre la puerta del coche, sale un tío con camisa de fuerza haciendo muecas exageradas. Que quieren que les diga, a mi ese gag me funcionaba y aún lo hace. O cuando el cómico desconocido comenta "Estoy tan nervioso, tengo mariposas en el estómago", a lo que su mánager le mete una pastilla en la boca, "Toma esto" dice, "¿Qué es?" pregunta él, "Naftalina" contesta ella... otro chiste que me funciona. Y así más y más, a cada cual más estúpido y patético (como el tío que, a pesar de su aspecto totalmente occidental, dice ser Japonés y la lía a tiros en plena calle porque busca un restaurante nipón y el no encontrarlo le desespera). Aunque tal vez sea la aparición del gran Pat Morita, el "Miyagi" de "Karate Kid", lo más marciano del pack, ya que interpreta a la víctima de una violación cometida por lesbianas y que cuando habla, tiene voz de mujer. Ah! y de gags de mariquitas, hay unos cuantos. ¿Qué quieren?, era la época.
El reparto no tiene desperdicio, junto a Langston/Unknow Comic, Linda Blair y Morita, tenemos a Pat Paulsen (personaje televisivo que intentó acceder a la presidencia de su país!!!), Billy Barty (enano que interpretaba papeles adecuados para su talla en pelis como "Legend", "Willow" o "Masters del universo") como el jefe de la policía que no para de tirarse pedos, Lori Sutton enseñando cacho (su curriculum es la hostia, ha currado para Mel Brooks, Andy Sidaris, Mark Pirro y estuvo en "Los albóndigas en remojo"), Sydney Lassick (de larguísima trayectoria, fue un loco en "Alguien voló sobre el nido del cuco" y un profe en "Carrie"), cameo para Andrew Dice Clay ("Las aventuras de Ford Fairlane") y la "chica Russ Meyer" (y estrella porno) Kitten Natividad luciendo sus inmensas tetorras.
Tras algunas pocas pelis más (entre ellas "Fonda Sangrienta" y la decepcionante "Loca academia de maleantes 1"), Jackie Kong y William Osco se separarían. De ella nunca más se supo y él... bueno, produjo algunas cosas más hasta hace poco, pero nada realmente destacable.
Nota fricosa: En la parte de atrás de la caratula de vídeo aparecía una foto super-engañosa y altamente confundible, con tres policías luciendo armamento y pose a lo "Cazafantasmas". Formaba parte de toda una galería de imágenes promocionales con los agentes ataviados cual conceptos y película populares de la época. Hay otra en plan Indiana Jones. Hacer notar que los modelos NO salían en el film (ver).
"Patrulla de noche" es, efectivamente, una auténtica mierda... pero una que funciona si te la tomas como hay que tomarla y le das al "Play" dispuesto a dejarte embriagar por sus hedores.
Naxo Fiol
jueves, 18 de octubre de 2012
V/H/S
El “found footage”, tan amado por unos (me incluyo) y tan odiado por otros, factura títulos a una velocidad de vértigo, tanto para su estreno en salas como para su explotación en dvd. Ya hay una cantidad suficiente como para ser selectivo a la hora de elegir cual queremos ver, y como en todo subgénero, la cosa se llena de roñas.
Sin embargo, a título personal, no se que tendrá dicho subgénero que independientemente de la calidad y/o el tamaño de los ya de por sí baratos productos, siempre me funciona, a todos los niveles, en formas y maneras. Pero, sobretodo, es de lo poquito del terror actual que consigue ponerme los pelos de punta.
Y el fandom habla y habla de este “V/H/S”. No paro de leer tanto opiniones entusiastas, como totalmente destructivas. A mí, siendo fan incondicional del “found footage”, pues me ha gustado. Moderadamente, no me despierta pasiones como la saga creada por Oren Peli, pero lo suficiente como para tenerla muy en cuenta. Y es que estamos ante una especie de “Creepshow” del “found footage”, con su hilo conductor y episodios que se van desarrollando a lo largo de este. La película le pasa factura a cámaras espía, las típicas mini-dv, teléfonos móviles, y lo más efectivo de todo, la webcam.
Unos individuos a los cuales contratan para grabar salvajadas en vídeo, acuden a una casa dispuestos a robar una cinta VHS. Allí, descubren a un señor muerto delante de unas televisiones con niebla, y montones de cintas a su alrededor. Los vándalos deciden verlas. Cada una de ellas contiene grabaciones caseras que recogen desde asesinatos (en plan “slasher” o en plan “serial killer”), pasando por una especie de vampira hambrienta, hasta a una fiesta de Halloween en la que unos tipos son testigos de un aquelarre satánico y sus consecuencias.
Bien, está muy acertado el homenaje que se le da a las distintas tendencias narrativas del cine de terror. Me parece muy original y divertido, así como que se utilice para ello todos los formatos de vídeo casero disponibles en la actualidad. Aunque también se les puede dar una colleja a los artífices por tirar de nostalgia, y hacer que las cintas en las que somos testigos de todas estas grabaciones, sean VHS… aunque claro, para el negocio, quizás se trate de la mejor opción.
El caso es que me quedo a gusto con todos los capítulos, aunque, como siempre suele ocurrir, unos sean mejores que otros. Absolutamente con todos permanezco en tensión, y no solo disfruto de los momentos aterradores, que los hay y muchos, si no también del paliqueo y representación del vídeo casero, que es la parte que menos suele gustar a los fans, pero a mí me parece súper importante para disfrutar del terror que se nos ofrece después, pues son estas escenas y no los golpes de efecto los que contribuyen a que te lo creas.
Los capítulos se los reparten la flor y nata del cine de terror (independiente) actual, encargándose del que sirve de hilo conductor el colectivo “Radio Silence” y del resto, directores como Ti West, David Bruckner, Glen McQuaid (que dedica su particular homenaje “found footage” a la saga de “Viernes 13” cuyo segmento titula “Tuesday the 17th”), Joe Swanberg y Adam Wingard. Así, apúntese un tanto la peli, al tratarse, también, de una de amigotes para grupos de amigotes.
Curiosamente, Joe Swanberg interviene en el mejor capítulo de la película, y también en el peor. Como director es responsable de aquel contado a través de una webcam -el mejor-, y como actor, protagoniza el más flojo, dirigido por un cineasta normalmente más inspirado como es Ti West.
Sin embargo, a título personal, no se que tendrá dicho subgénero que independientemente de la calidad y/o el tamaño de los ya de por sí baratos productos, siempre me funciona, a todos los niveles, en formas y maneras. Pero, sobretodo, es de lo poquito del terror actual que consigue ponerme los pelos de punta.
Y el fandom habla y habla de este “V/H/S”. No paro de leer tanto opiniones entusiastas, como totalmente destructivas. A mí, siendo fan incondicional del “found footage”, pues me ha gustado. Moderadamente, no me despierta pasiones como la saga creada por Oren Peli, pero lo suficiente como para tenerla muy en cuenta. Y es que estamos ante una especie de “Creepshow” del “found footage”, con su hilo conductor y episodios que se van desarrollando a lo largo de este. La película le pasa factura a cámaras espía, las típicas mini-dv, teléfonos móviles, y lo más efectivo de todo, la webcam.
Unos individuos a los cuales contratan para grabar salvajadas en vídeo, acuden a una casa dispuestos a robar una cinta VHS. Allí, descubren a un señor muerto delante de unas televisiones con niebla, y montones de cintas a su alrededor. Los vándalos deciden verlas. Cada una de ellas contiene grabaciones caseras que recogen desde asesinatos (en plan “slasher” o en plan “serial killer”), pasando por una especie de vampira hambrienta, hasta a una fiesta de Halloween en la que unos tipos son testigos de un aquelarre satánico y sus consecuencias.
Bien, está muy acertado el homenaje que se le da a las distintas tendencias narrativas del cine de terror. Me parece muy original y divertido, así como que se utilice para ello todos los formatos de vídeo casero disponibles en la actualidad. Aunque también se les puede dar una colleja a los artífices por tirar de nostalgia, y hacer que las cintas en las que somos testigos de todas estas grabaciones, sean VHS… aunque claro, para el negocio, quizás se trate de la mejor opción.
El caso es que me quedo a gusto con todos los capítulos, aunque, como siempre suele ocurrir, unos sean mejores que otros. Absolutamente con todos permanezco en tensión, y no solo disfruto de los momentos aterradores, que los hay y muchos, si no también del paliqueo y representación del vídeo casero, que es la parte que menos suele gustar a los fans, pero a mí me parece súper importante para disfrutar del terror que se nos ofrece después, pues son estas escenas y no los golpes de efecto los que contribuyen a que te lo creas.
Los capítulos se los reparten la flor y nata del cine de terror (independiente) actual, encargándose del que sirve de hilo conductor el colectivo “Radio Silence” y del resto, directores como Ti West, David Bruckner, Glen McQuaid (que dedica su particular homenaje “found footage” a la saga de “Viernes 13” cuyo segmento titula “Tuesday the 17th”), Joe Swanberg y Adam Wingard. Así, apúntese un tanto la peli, al tratarse, también, de una de amigotes para grupos de amigotes.
Curiosamente, Joe Swanberg interviene en el mejor capítulo de la película, y también en el peor. Como director es responsable de aquel contado a través de una webcam -el mejor-, y como actor, protagoniza el más flojo, dirigido por un cineasta normalmente más inspirado como es Ti West.
Pero en general está muy bien la cosa, oigan.
Victor Olid
martes, 16 de octubre de 2012
FREAK ANGELS
“Hace 23 años, doce extraños niños nacieron en Inglaterra,
exactamente al mismo tiempo. Hace seis años, el mundo termino. Esta es la
historia de lo que sucedió después” esta frase es con la que comienza cada uno
de los 6 volúmenes que componen este comic, guionizado por Warren Ellis y
dibujado por Paul Duffield. Con una estética amerimanga y una historia
interesante es con lo que nos encontramos al empezar a leerlo. Según seguimos
la lectura nos interesara más y más las relaciones de estos jóvenes y su origen,
por lo que el comic se lee rápido. Si leyéndolo te dejas arrastrar, puedes
encontrar alguna que otra buena reflexión sobre lo que significa tener poder, o
incluso sobre viajes en el tiempo (que esto no os despiste, solo es algo en lo
que pensar, no es parte importante del argumento, ni que este gire en base a
los viajes temporales, porque ya os digo desde ya, que no)
El origen de los chavales recuerda sin lugar a dudas a El
Pueblo de los Malditos, solo que aquí los chavales en vez de tener el pelo
blanco, lo que tienen es el cuerpo blanco y sus ojos son de color lila (que también
resplandecen al usar sus poderes) La otra diferencia es que no son críos taciturnos
que parecen que vayan a licuarte los intestinos con solo mirarte, aquí son chavales
normales solo que con poderes. A diferencia de lo que cualquier otro crio habría
hecho, no utilizan sus poderes para andar jodiendo la marrana, al revés, de críos
hasta piensan en la manera en la que podrán ser de utilidad para las personas.
El problema llega con la adolescencia. El gobierno asustado por los poderes de
los chavales trata de darles caza, justo en el momento en el que las hormonas
las tienen revolucionadas. Viéndose atrapados por el ejercito ocurre “El Evento”,
un efecto extraño en el campo magnético de la tierra que deja el planeta
inundado. A los seis meses los chavales localizan en Whitechapel (barrio conocido
mundialmente por ser el patio de recreo de Jack el Destripador) una comunidad
que más o menos sobrevive con lo que puede. Manteniendo ocultos sus poderes,
los chavales organizaran la comuna de forma que sea casi autosuficiente. Harán llamar
a su grupo los Freak Angels. Todo funcionaba más o menos cuando Marc, uno de
los Freak Angels intenta controlar mentalmente a algunos de los ciudadanos,
algo que los jóvenes habían acordado no hacer, por lo que le expulsan del grupo
y de Whitechapel. La historia del comic se nos narra desde este punto en el que
Marc hace tiempo que se marcho, y como ahora, una joven armada irrumpe en
Whitechapel buscándolo para matarlo. Los Freak Angels tendrá que hacer frente a
la situación y a los acontecimientos que desencadenaran la llegada de esta
joven.
La historia se llena de flashbacks para contar los sucesos
que resumo arriba, de una forma más detallada y mostrando en cada momento las
relaciones entre los doce Freak Angels. Que no os engañe una aparente estética steampunk,
ya que no es universo tal, sino que la maquina que funciona en el comic (no se
salvo casi nada de tecnología moderna) es a vapor, pero nada más. En
definitiva, este comic es una historia post-apocalíptica con poderes mentales,
lo puto mejor. Léanlo.
lunes, 15 de octubre de 2012
LAS JUERGAS DEL SEÑORITO
Los hermanos Balcázar, son conocidos por producir películas eróticas y sórdidas de baja estofa, y por ser los dueños de los estudios Balcázar, donde se rodaron infinidad de películas allá en la Barcelona de los 60, 70 y 80. De hecho en estos tiempos reivindicativos, son conocidos por ser los productores de esa maravillosa trufa que lleva por título “Los Violadores”.
Pero claro, como hombres de cine, cada uno tenía sus inquietudes, y el que nos ocupa, Alfonso Balcázar, además de lucrarse a base de producir morbo, también dirigía, sobretodo Spagetti Westerns tan en boga en el cine popular de aquellos años. Y por supuesto, la comedia era un género rentable.
En 1969, el revienta taquillas Ramón Fernández, rodó una película títulada “El Señorito”, que funcionó a la perfección en taquilla, en la que un galán tenía que lidiar con un montón de bellas señoritas. Un par de años después, teniendo en cuenta los Balcázar el tirón de Arturo Fernández, y más concretamente de esta película, decidieron contratar al galán y confeccionar una película para que este se luciera, y para asegurarse el éxito de esta, decidieron hacerla pasar por una secuela bastarda, titulando a la película “Las juergas del señorito”, con la particularidad de que esta no tiene absolutamente nada que ver con la de Ramón Fernández. De hecho, ni siquiera aparece en la película el mentado “señorito”, ya que estamos ante una película de sketchs, en los que efectivamente Arturo Fernández se luce, ni siquiera sale de plano en ningún momento, pero que, interpretando a un personaje distinto en cada sketch, resulta una estafa para aquellos que decidieron ir al cine a ver las correrías de “El señorito”. Por otro lado, las prometedoras “Juergas” a las que se hacen alusión en el título, no hacen acto de presencia en toda la película. En definitiva, un timo de los gordos, que sería la máxima de los Balcázar en el cine que les hizo populares.
En cuanto a la película, pues eso, doce sckechts de duración variable y vodevilescos, en los que Arturo Fernández hace su rol de galán en unos, de perdedor en otros, y que funciona, supongo que en medida de lo bien o mal que nos llevemos con el. A mi me gusta mucho, pero la película solo me resulta divertida en algunos momentos. En la mayoría flojea por todas partes y los skechts son de puro tonto, incluso infantiles a pesar del tono picante de la mayoría. Eso si, y en contra de lo que se promete, ni una sola teta aparece en pantalla.
Junto a Arturo Fernández, aparecen en la película en varios papeles Teresa Gimpera, Rafaél Alonso, Fernando Sancho (que interpreta a un detective en un skecht con un ligero y casual parecido a mi corto “Mi mujer me pone los cuernos... o no”) o Monica Randall.
Para la ocasión, y como en otras muchas ocasiones, Alfonso Balcázar firma la película con seúdonimo, esta vez como I. Bagran.
Pero claro, como hombres de cine, cada uno tenía sus inquietudes, y el que nos ocupa, Alfonso Balcázar, además de lucrarse a base de producir morbo, también dirigía, sobretodo Spagetti Westerns tan en boga en el cine popular de aquellos años. Y por supuesto, la comedia era un género rentable.
En 1969, el revienta taquillas Ramón Fernández, rodó una película títulada “El Señorito”, que funcionó a la perfección en taquilla, en la que un galán tenía que lidiar con un montón de bellas señoritas. Un par de años después, teniendo en cuenta los Balcázar el tirón de Arturo Fernández, y más concretamente de esta película, decidieron contratar al galán y confeccionar una película para que este se luciera, y para asegurarse el éxito de esta, decidieron hacerla pasar por una secuela bastarda, titulando a la película “Las juergas del señorito”, con la particularidad de que esta no tiene absolutamente nada que ver con la de Ramón Fernández. De hecho, ni siquiera aparece en la película el mentado “señorito”, ya que estamos ante una película de sketchs, en los que efectivamente Arturo Fernández se luce, ni siquiera sale de plano en ningún momento, pero que, interpretando a un personaje distinto en cada sketch, resulta una estafa para aquellos que decidieron ir al cine a ver las correrías de “El señorito”. Por otro lado, las prometedoras “Juergas” a las que se hacen alusión en el título, no hacen acto de presencia en toda la película. En definitiva, un timo de los gordos, que sería la máxima de los Balcázar en el cine que les hizo populares.
En cuanto a la película, pues eso, doce sckechts de duración variable y vodevilescos, en los que Arturo Fernández hace su rol de galán en unos, de perdedor en otros, y que funciona, supongo que en medida de lo bien o mal que nos llevemos con el. A mi me gusta mucho, pero la película solo me resulta divertida en algunos momentos. En la mayoría flojea por todas partes y los skechts son de puro tonto, incluso infantiles a pesar del tono picante de la mayoría. Eso si, y en contra de lo que se promete, ni una sola teta aparece en pantalla.
Junto a Arturo Fernández, aparecen en la película en varios papeles Teresa Gimpera, Rafaél Alonso, Fernando Sancho (que interpreta a un detective en un skecht con un ligero y casual parecido a mi corto “Mi mujer me pone los cuernos... o no”) o Monica Randall.
Para la ocasión, y como en otras muchas ocasiones, Alfonso Balcázar firma la película con seúdonimo, esta vez como I. Bagran.
Victor Olid
jueves, 11 de octubre de 2012
EL CASTIGADOR (THE PUNISHER)
Esta era la segunda vez que se intentaba llevar al vigilante de la Marvel al cine (la primera con la calavera en el pecho), sin mucho éxito
en taquilla y tampoco en crítica que no quedo contenta. Yo por mi parte me lo
pase pipa, tanto con esta como con la secuela aunque ya no la protagonizara
Thomas Jane. Reconozco que Ray Stevenson fue un muy buen Punisher, más cercano
aun al comic que Jane, pero aun así no le hago ascos a la versión que dio vida
el actor de Deep Blue Sea. Recuerdo ir la a ver al cine con mi amigo Jorge y
pasárnoslo genial durante el visionado, no sé si incluso llegamos a aplaudir en
algún momento, así que al menos a nosotros nos funciono. Cierto que la película
es escasa en sangre, el momento donde más canta es en la matanza de la familia
de Castle, donde no hay ni una sola gota de sangre salvo la que derrama el
protagonista, pero imagino que seria para no llevarse una calificación por edad
que impidiera a mucho chavalito verla en cine. Y aun con eso no debió de recaudar
mucho, porque tardaron 4 años en lanzar la secuela y en nuestro país fue
directa a DVD. Se modifico el origen del personaje, ya no era un veterano de
guerra, sino un agente especial de la DEA, y el número de hijos, que aquí se
quedo en un niño y no niña y niño como en los comics. Tampoco la matanza ocurría
en Central Park, sino en una villa en Panamá, pero para compensarlo no solo los
villanos matan a la mujer e hijo de Frank, sino que acaban con TODA su extensa
familia. Esto es así porque aunque el malo es muy malo, su mujer es mucho peor,
y no estoy diciendo que las mujeres sean unas pécoras de mucho cuidado, pero la
película así lo da a entender, al menos con esta señora.
La película nos muestra los inicios del Punisher, como se
prepara para llevar a puerto su castigo a los Saints, cuyo cabeza de familia
fue interpretado por John Travolta, en un papel por el que no será recordado. Más
interesantes que los Saint son los asesinos profesionales que le mandan, El Tarántula,
una especie de mariachi que no llega a dar mucho juego y el que para mí es uno de
los grandes villanos del Punisher, El Ruso. Aunque en la película se supone que
Castle mata al gigante soviético, perfectamente podría sobrevivir y volver
aparecer en alguna secuela, lástima que en War Zone no aparecía. Y si además el
Ruso aparece travestido, con pechos y vestido de mujer como en los comics, ya
hubiera sido un detallazo, lo dicho, una lástima que no fuera así. Poco más nos
cuenta la historia, es un simple aperitivo para lo que vendría después, con un
Castle ya entregado al 100% en su guerra contra el crimen. A muchos fans les
defraudo, como veis en mi caso no fue así, pero es que yo tengo un listón muy
bajo cuando se trata de Marvel, joder si hasta la película de Nick Furia con
David Hasselhoff me gusta.