Cuando
se estreno esta cinta, se le dio unos aires de película sesuda que los hipsters
y gafapastas (¿Hay diferencia? ¿Siguen existiendo? Es que yo me pierdo en esto
de las tribus sociales de moda)
abrazaron y encumbraron a su director Christopher Nolan al status de
director iluminado. En su momento no la vi en cine, y la tengo por casa desde
hace tiempo, pero su duración, 148 minutos, se me hacia excesiva para el poco
tiempo que tengo libre, así que aprovechando que esta semana he estado en casa
con un gripazo de caballo (ojito que este año viene jodido, jodido) pues me la
he puesto tirado en el sofá mientras sudaba con la mantita hasta el cuello. Y
me he encontrado con que la película es una entretenida mezcla de ciencia
ficción y película de ladrones, y no le veo la lectura profunda que pensaba le
atribuían (¿igual lo soñé?)
En un
futuro cercano, se han entrenado a personas e inventado maquinas con las que se
pueden compartir los sueños, o incluso invadir los de uno y extraer información
privilegiada de ellos. Cobb (DiCaprio) es uno de estos extractores. Junto con
su amigo Arthur (Joseph Gordon-Levitt) organizan un equipo para realizar un
origen. Este es el término que se le da a implantar una idea en una persona
mientras esta soñando. Se supone imposible, pero Cobb sabe que se puede hacer,
solo que para ello habrá que hacer malabarismos en los sueños, soñando dentro
de un sueño, y soñando dentro de ese otro sueño, un cristo digno de uno de los
golpes de Ocean y sus amigos, aunque sean de otra peli.
Sin
desvelar nada más del argumento, ya que poco más hay salvo los ya spoilers que
os fastidiarían el filme, si podemos hablar de otras cosas, como las
actuaciones o los FX. DiCaprio siempre me ha parecido un gran actor, desde
aquella A quien ama Gilbert Grape en la que sorprendía interpretando a un
deficiente mental, no ha hecho más que seguir trabajando y creando buenos
personajes. En Origen el actor ya está muy curtido, incluso es un hombre
adulto, que al ir hinchándose un poquito, está perdiendo esa cara de niño, y
hace creíble su rol. Jason Gordon-Levitt también está muy correcto, aunque este
sí que sigue teniendo cara de chaval. El resto de actores cumplen, no llegan a
matar pero cumplen perfectamente. En el ámbito de la actuación, no
encontraremos a ninguno que lo haga mal en esta película. En cuanto a los FX,
son espectaculares y de primer orden, no podía ser menos. Es un poco absurdo el
tema de la gravedad (la fuerza universal) en los sueños, pero sirve para tener
una escena complemente loca donde la gravedad, o la ausencia de esta mejor
dicho, permiten a los protagonistas
volar por el aire como quien está en el espacio. Todo muy currado, pero mucho
mucho. Y llegamos al final de la
película, y a ese plano que quiere dejar al espectador un poco contrariado sin
saber que pensar, pues bien, para mí eso sobra. Vean la película y opinen
ustedes si les gusta con ese plano final o lo prefieren sin el, la verdad es
que tanto da una cosa como la otra, no porque sea una cosa o la otra la
película deja de ser más o menos entretenida, y si algo hay que decir de esta
película es que incluso con su duración pasa en un volado, como si fuera un
buen sueño.