La película es muy mala. Si aquellos percebes que se creen
doctos en temas cinematográficos desprecian lo que viene a ser una comedia
común de los años ochenta, deberían ver esto para que se revolvieran en sus
propios vómitos, porque lo grande de “Don Cipote de la
Manga” es un atentado a todo lo establecido en la realización de cine. Una
rareza de las que hay pocas, dos o tres a lo sumo, como pasaba con “El Violador
violado” de J.J. Porto.
Y es que, la película es soportable únicamente gracias a ese
tono de comedia española que desprende, pero, indudablemente, estamos ante una
serie z de la peor calaña, donde el poco sentido de la trama se pierde al no
tener absoluta idea, su director, de cómo hilar unas escenas con otras.
Curiosamente, tras ver varios de sus carteles, la película
nos vende el estar adscrita a la cosa esa del “destape” ¡Menuda engañifa! Se
utiliza el sexo como elemento cómico en el guión (el sexo de siempre ha sido el
más importante de los elementos cómicos), pero no vemos ni una mísera teta, lo que
teniendo en cuenta el concepto de la película, y la época en la que se rodó, la
convierte en una cosa más rara todavía.
Lo curioso, también, es que el guión fue
co-escrito por Antonio Mayans, uno de los cuatro que firmó, junto
con el de la película porno “Detectives del placer”, del que también es
director, o la última de Jess Franco “Al Pereira vs. Alligator Ladies".
Tiene así mismo un papelito secundario sin mayor relevancia.
Los actores de aquella época eran
todos muy buenos, y unos currelas, por eso no es de extrañar que
aceptasen hacer cualquier tipo de película. Así pues, el reparto no es nada
desdeñable, teniendo como protagonistas al eterno secundario Carlos Lucas, Paco
Cecilio, Gracita Morales, Rafael Hernández y Azucena Hernández.
En cuanto al que da la voz de acción, Gabriel Hernández, cuenta con una filmografía reducida a tres títulos dirigidos y dos producidos, uno de
ellos es, precisamente, “El tío del saco y el inspector Lobatón”, ignota secuela de
la ya de por sí ignota “El Violador violado” arriba mentada.
Solo par curiosos.