sábado, 2 de noviembre de 2013

RETURN TO NUKE ´EM HIGH VOL.1

Hace un par de años se anunciaba a bombo y platillo la puesta en marcha de un proyecto “Troma  que iban a desempeñar dos directores españoles, Dani Moreno y Marc Gras, creo recordar que a base de “Crowdfunding”, o váyanse ustedes a saber los tejemanejes de ese piratón que es Lloyd Kaufman. Se trataba de la tercera secuela de “Mutantes en la Universidad”, “Class of nuke ´em high 4”, proyecto que, además, sentaba como anillo al dedo a los realizadores españoles. Sin embargo, de repente dejó de publicitarse y nunca más se volvió a hablar del tema.
Desconozco los motivos del por qué no se llevó a cabo, pero seguro que viniendo esto del Kaufman, algo relacionado con sacar más dinero por algún lado tendría que ver.
El caso es que recientemente, y amparado por “Anchor Bay” en las labores de distribución, se estrena en festivales y en algunos cines de los Estados Unidos este “Return to nuke ´em high vol.1”. Se trata de un “reboot”, un replanteamiento de aquél “Mutantes en la Universidad” de 1986  que, en dos partes, adapta todo el universo “Troma” a las nuevas generaciones. Esto es, hacer un producto “Troma” un poco más sofisticado (no mucho más) donde igualmente impera el descerebre, el gore, el mal gusto y la chabacanería, pero en esta ocasión con interpretaciones correctas, donde a los efectos gore artesanales hay que sumarle un poco de C.G.I. de tercera categoría  y donde los fluidos verdes y el sexo se alzan por encima de la sangre. Además, creo que por primera vez, la pareja protagonista es de lesbianas y las escenas se sexo giran en torno a ese bollerismo, tratado desde la más absoluta normalidad y desde el respeto (¡“Troma”, estás desconocida!). Además, las tórridas escenas son extremadamente sexys, lográndose lo nunca visto en una película de la factoría; que se excite al espectador. Y todo ello servido de la forma más moderna, pero sin renunciar al inquebrantable estilo “Troma” ¿Es eso bueno? No. Es una puta mierda. A nadie le interesa ver películas “Troma” medio bien hechas. La culpa la tiene, si, el vídeo dígital en alta definición que dota todo de ese look impecable. Añadan que esta película no es demasiado efectiva en cuanto a los gags, y tirando a aburrida. Tenemos las cafrerías típicas de “Troma” – a una de las chicas le crece una polla gigante entre las piernas que usará para matar, y a otra le meten un pato en la boca-  servido todo de otra manera a como nos lo servía la “Troma” de los ochenta para enganchar a la chavalería de ahora. Craso error. Los seguidores que le puedan quedar a “Troma”, sobrepasan la cuarentena de edad y esta peli, salvo a los incondicionales, les va a decepcionar porque van a querer a la “Troma” de antes, y las nuevas generaciones va a opinar que estas películas no son más que una mierda, cosa esta, que también opino yo.
Además, si en “Mutantes en la Universidad” esos punks mutantes eran el sostén de la película, en esta pasan a un segundo plano, puesto que en los tiempos que corren, es más interesante una escena de lesbianismo para hacer ver lo puesta al día que está la  “Troma” en estos aspectos, que mostrarnos a unos punks mutantes babeando verde.
El argumento es casi inexistente. Dos muchachas descubren su lesbianismo, mientras en el instituto de “Tromaville”, los “nerds”, por culpa de la comida contaminada por los residuos tóxicos, se convierten en gamberros punk mutantes.
La “Troma” está muerta y enterrada, y Lloyd Kaufman dan pena y lástima.
No perderse a las jovencitas protagonistas, lo mejor de la peli: Catherine Corcoban y  Asta Paredes. Están las dos muy buenas y cumplen con su papel con algo más que solvencia, y si las cosas son justas, estas dos llegarán a estrellas. Tiempo al tiempo.