Desconozco los motivos del por qué no se llevó a cabo, pero
seguro que viniendo esto del Kaufman, algo relacionado con sacar más dinero por
algún lado tendría que ver.
El caso es que recientemente, y amparado por “Anchor Bay” en
las labores de distribución, se estrena en festivales y en algunos cines de
los Estados Unidos este “Return to nuke ´em high vol.1”. Se trata de un “reboot”,
un replanteamiento de aquél “Mutantes en la Universidad” de 1986 que, en dos partes, adapta todo el universo “Troma”
a las nuevas generaciones. Esto es, hacer un producto “Troma” un poco más
sofisticado (no mucho más) donde igualmente impera el descerebre, el gore, el
mal gusto y la chabacanería, pero en esta ocasión con interpretaciones
correctas, donde a los efectos gore artesanales hay que sumarle un poco de
C.G.I. de tercera categoría y donde los
fluidos verdes y el sexo se alzan por encima de la sangre. Además, creo que por
primera vez, la pareja protagonista es de lesbianas y las escenas se sexo giran
en torno a ese bollerismo, tratado desde la más absoluta normalidad y desde el
respeto (¡“Troma”, estás desconocida!). Además, las tórridas escenas son
extremadamente sexys, lográndose lo nunca visto en una película de la factoría; que
se excite al espectador. Y todo ello servido de la forma más moderna, pero sin
renunciar al inquebrantable estilo “Troma” ¿Es eso bueno? No. Es una puta
mierda. A nadie le interesa ver películas “Troma” medio bien hechas. La culpa
la tiene, si, el vídeo dígital en alta definición que dota todo de ese look
impecable. Añadan que esta película no es demasiado efectiva en cuanto a los
gags, y tirando a aburrida. Tenemos las cafrerías típicas de “Troma” – a una de
las chicas le crece una polla gigante entre las piernas que usará para matar, y
a otra le meten un pato en la boca- servido todo de otra manera a como nos lo servía
la “Troma” de los ochenta para enganchar a la chavalería de ahora. Craso error.
Los seguidores que le puedan quedar a “Troma”, sobrepasan la cuarentena de edad
y esta peli, salvo a los incondicionales, les va a decepcionar porque van a
querer a la “Troma” de antes, y las nuevas generaciones va a opinar que estas
películas no son más que una mierda, cosa esta, que también opino yo.
Además, si en “Mutantes en la Universidad” esos punks
mutantes eran el sostén de la película, en esta pasan a un segundo
plano, puesto que en los tiempos que corren, es más interesante una escena de
lesbianismo para hacer ver lo puesta al día que está la “Troma” en estos aspectos, que mostrarnos a
unos punks mutantes babeando verde.
El argumento es casi inexistente. Dos muchachas descubren su
lesbianismo, mientras en el instituto de “Tromaville”, los “nerds”, por culpa
de la comida contaminada por los residuos tóxicos, se convierten en gamberros punk
mutantes.
La “Troma” está muerta y enterrada, y Lloyd Kaufman dan pena
y lástima.
No perderse a las jovencitas protagonistas, lo mejor de la
peli: Catherine Corcoban y Asta Paredes.
Están las dos muy buenas y cumplen con su papel con algo más que solvencia, y
si las cosas son justas, estas dos llegarán a estrellas. Tiempo al tiempo.