Bueno, hay que ser un mastuerzo para no ver que esta
película es producto de una época, y, sobretodo, que es una comedia, por lo
tanto no es como para indignarse.
Pero el principal punto fuerte de esta película es, que
comenzando como una alocada y zafia comedia de destape, según va avanzando se
convierte en un drama de corte social, con el engaño y los cuernos de por medio, y siempre con consecuencias
catastróficas de cara a terceros. Digamos que comienza como una absoluta
gilipollez para volverse algo más
trascendente en su desenlace.
Un padre de familia, con un puesto de trabajo privilegiado,
es adicto a las revistas guarras. Un buen día, su mujer se las pilla y después del rapapolvo, accede a hacer todas
las guarrerías de las revistas, pero le
coge gusto a la jodienda y en consecuencia, su marido no podrá con tanta
actividad sexual, por lo que no rinde en el trabajo ya que le deja echo polvo.
Así que acepta un traslado en el trabajo
a Guinea, a pesar de su racismo exacerbado, con el fin de tomarse vacaciones de
su mujer y el sexo que le proporciona.
Como esta está ya cachonda perdida, no dudará en tirarse al novio de la
sirvienta, un boxeador que responde al nombre de “Rockillo”, lo que
desencadenará una serie de dramas.
Lo dicho, una cosa de risa que se torna seria, que fue un
fracaso de taquilla para lo que Aguirre estaba acostumbrado a facturar (88.000
espectadores, lo que para una peli española, hoy ya estaría bien), y que tuvo
una segunda vida en el video-club, ya que conscientes de que el póster original
de la película era poco atractivo, en una de las ediciones de vídeo, diseñaron
un cartel más acorde con los gustos de la época, en la que se la vende como
comedia pura y en la que el protagonismo se le cede a la criada y al novio
boxeador, vendiéndonos la película como
una posible parodia del mundo de boxeo y de “Rocky” en particular. Nada más
lejos de la realidad.
En el reparto, grandes de la época como Ricardo Merino, María Kosty, Luis Lorenzo y Fernanda Hurtado,
cosa que es una rara avis, puesto que cuando las Hermanas Hurtado cine hacían
cine, o lo hacían juntas, o lo hacía Paloma Hurtado, nunca una de las gemelas
como es el caso.
Bueno, no es para tirar cohetes, se puede ver y listo. Más
que nada a destacar por película atípica dentro de la españolada, pero nada
más.