Desconozco si ya lo había expresado con anterioridad en este puto blog (creo que sí...), pero el caso es que las pelis de viajes en el tiempo y paradojas temporales son un subgénero del que disfruto ampliamente, sobre todo si parten de una base más o menos científica. Pueden llegar a resultarme apasionantes. Me encanta cómo los acontecimientos se cruzan unos con otros, se pisan y se afectan. Y siempre disfruto mucho cuando el viajero llega a una época que no es la suya y alucina con los adelantos que presencian sus asombrados ojos. De hecho, desde que descubrí que viajar al futuro era algo a la larga posible, todavía me interesan mucho más. Curiosamente, en una de estas pelis que ando como loco por revisar, "Timecop, policía en el tiempo", se afirma lo contrario, que el futuro no se puede visitar porque no existe, solo el pasado. Sin embargo resulta que físicos de todo el mundo han demostrado que es exactamente lo contrario. Hagan la prueba, escriban una nota que diga "Amigo del futuro, si eres capaz de viajar en el tiempo, visítame el día tal, a tal hora en tal sitio". Si no aparece nadie, es que los viajes al pasado no existen. Sí amigos, el único modo de viajar es hacia adelante aunque, me temo, sin posibilidad de vuelta atrás.
En fin, creo que ya he demostrado lo mucho que me pone el tema. Es por ello que el día que, visitando una de mis múltiples bibliotecas (que han terminado sustituyendo en función y número a los video-clubs), localicé el libro "Las 100 mejores películas de viajes en el tiempo", escrito por Francisco Javier González-Fierro Santos (jobar, solo le faltaba añadir su DNI) y editado vía "Cacitel s.l." (??), lo agarré de los estantes con ilusión y me lo llevé a casita, dedicando unos pocos días a leérmelo de cabo a rabo.
Bien, con semejante título no queda mucho espacio a la duda. Tras una introducción medianamente interesante en la que el autor nos describe los varios tipos de tramas propias de este tipo de cine, comienza el desguace en orden alfabético de película a película. Cada una lleva su cartel, su ficha, su argumento y sus apreciaciones, que en algunos casos son críticas y en otros solo anecdóticas o informativas. Depende del film. Tenemos productos de todas las épocas y países, y no únicamente ciencia ficción, también han habido comedias románticas y dramas con los viajes en el tiempo como trasfondo. De todo.
El libro se lee con facilidad, resulta razonablemente ameno y te despierta las ganas de ver o revisar algunos de los títulos seleccionados. Cumple, sí, pero sin demasiado entusiasmo. Lo que quiero decir es que no aporta nada especial, es casi como si leyeras el "Teleprograma", ya sabéis, funcional, sin garra. Y bueno, tiene algunos errores que debería ignorar... pero no lo haré, ahí van los que más llamaron mi atención: Cuando habla de "Paycheck" y cita el film yankee más famoso de John Woo, "Hard Target", se refiere a él en castellano como "Duro de matar", que era el título de una peli de Jackie Chan. El correcto es "Blanco Humano", of course. Cuando para escribir sobre el cineasta James Glickenhaus, a raíz de "Time master, el señor del tiempo", echa mano de su filmografía, cita un puñado de títulos de modo despectivo, acusándolos de "poco atrayentes", sin embargo olvida totalmente la que es, sin duda, la peli más famosa y significativa de su director, "El Exterminador". Y, finalmente, cuando se habla de "Terminator", se comenta su sospechoso parecido con los famosos capítulos para "The outer limits" escritos por Harlan Ellison en 1964 -caso que llegó a los tribunales en la época-, pero la otra fuente de inspiración de James Cameron, "Cyborg 2087", es relegada a una lista final con algunos films más sobre viajes temporales carentes de verdadera importancia. Podríamos sospechar que "Cyborg 2087" también tomaba nota de lo escrito por Ellison, pero aporta algunas ideas propias que encontramos en "Terminator". Dicho de otro modo, esta última sería un mejunje de todas las anteriores (serie de tv y película), por lo que incluirla como parte del material directamente mangado por Cameron hubiese sido -creo yo- justo.
En fin, no ha sido pa tanto, ¿verdad?.
Lo dicho, una lectura bastante interesante y fácilmente consumible que, aunque no deja huella ni nada parecido, entretiene un rato.