Un aristócrata de viaje por algún exótico país
latinoamericano, se trae a España un cargamento de cocaína oculto en un paquete
de cocos. Su ayudante, que se encarga de ellos de vuelta a españa y que ignora
lo que los cocos contienen en realidad, los deja en el asiento trasero del
coche. Al día siguiente, cuando va a comprar el periódico, dos quinquis le
roban el coche, estando dentro de él los cocos con la coca y el hijo de este,
Perico. Y de ahí el título “Buscando a Perico”. A partir de ahí, mafia,
policía, drogadictos y demás morralla, entran en escena, buscando a los dos
“Pericos”, con las situaciones cómicas que esto acarreará.
Hay que ver con lo moderna que resultaba esta película en su
momento, lo desfasada que se queda a día de hoy. Teniendo buen recuerdo de ella
de haberla visto años atrás, el volver a verla ha sido un ejercicio soporífero,
a pesar del ritmo endemoniado que gasta la película.
Vendría a ser un remedo a la española de “Los Locos del
Cannoball”, en la que muchos y variopintos personajes van a por algo a la
carrera, todo ello convenientemente adaptado
al españolismo ochentero y haciendo alarde de lo políticamente
incorrecto, como era común en el humor de aquellos días, recién salido el país
de una dictadura. Y no dudo que la combinación en la época fuera explosiva – de
hecho, fueron a verla más de 500.000 espectadores al cine, pero dónde de verdad
tuvo tirón la película, fue en los vídeo clubs- pero a día de hoy no funciona
en absoluto. No conseguí reírme nada de nada, a pesar de la predisposición que
tengo yo con este tipo de productos. Ni tan siquiera entretenerme. Con la de
cosas que pasan. Ya es difícil.
El reparto, plagado de grandes como Luis Escobar, Antonio Gamero, Agustín González, Santiago Ramos, Guillermo Montesinos, Ricardo Palacios o Charly Bravo, es además excéntrico hasta el punto de tener en sus
filas destacadas presencias de la televisión infantil de aquellos días comoFernando Chinarro (“El gran circo de T.V.” “El loco mundo de los payasos”) o José Riesgo (“Terror en el tren de media noche”) y Juan Ramón Sánchez, Julián y
Chema, respectivamente en “Barrio Sésamo” y que aquí interpretan a un mafioso y
a un heroinómano respectivamente, o del mundo de la canción como puedan ser Caco
Senante, o el criminal Teddy Bautista, en un rol que parodia al Alex DeLarge de
“La Naranja Mecánica”.
Curiosa. Pero no ha aguantado el visionado. Una lástima,
porque quería que me gustase, pero…