“El Mirón”, es una de esas películas.
Engañosa, porque tiene toda la pinta de tratarse de una
clasificada “S”, y en realidad es un dramón de corte erótico, que aun con escenas de folleteo, estas resultan
blancas e inofensivas.
Una película que le valió algún que otro premio a su
protagonista Hector Alterio (a pesar de que aparece doblado) que tiene que
lidiar con las dos rémoras del cine español de la época (1977), que son la
transición y el “Destape”. Así nos encontramos ante una rareza al tratarse de
un drama erótico, y ahí es donde la cosa
deja de ser buena porque por lo demás es un coñazo de aupa, casi insoportable,
al que, eso si, le encontramos muchos ramalazos de lo que el Larraz etapa
inglesa fue. Y es que seamos serios, “El Mirón” es un coñazo… pero las pelis
Inglesas de Larraz, a rasgos generales, más interesantes por el contenido
fantástico y terrorífico, no dejan de ser soberanos y eternos rollos.
Cuenta la historia de un caballero que insta a que su mujer
se folle a otros delante de él. Incluso
participa activamente en esas orgías, para luego echárselo en cara todo el
tiempo y que los celos le coman. Y claro, esa es la única manera en la que él
se excita… en definitiva, que es un jeta. Su madre, harta de esta situación
increpará a la puta de su mujer… más o menos.
Eso sí, el producto, antes de ser visto, contaba con todos
los elementos para resultar atractivo al público de aquellos años, lo que se tradujo en una buena taquilla de
500.000 espectadores.
Junto al prestigioso, a posteriori, Alterio, tenemos a Pep Munné, Alexandra Bastedo, Aurora Bautista y Carlos Ballesteros.
Muy flojilla.