miércoles, 23 de julio de 2014

EL MIRÓN

Cuando se habla de José Ramón Larraz, en primera instancia se suele reivindicar la etapa adscrita al fantástico que cultivó al principio de su carrera en Inglaterra. La de más prestigio, que incluye cosas como “Las hijas de Drácula”, “Síntomas” o “Violación… ¿Y?”. En segundo termino, y ya muy de lejos, se reivindican las chungadas que hizo con José Frade, aquellas mierdas facturadas con dos pesetas que se estrenaban en cines de tercera como “Al filo del hacha” o “Descanse en piezas”. Y  ya, para el público especializado, tienen mucho culto cosas ochenteras como “Los ritos sexuales del diablo”. A mí me llevaban los demonios porque se consideraba a Larraz un director de cine de terror, obviando que había cultivado otros géneros como la comedia, y yo rompía lanzas en favor de “Polvos Mágicos”, “Juana la Loca… de vez en cuando” o “La momia nacional”. ¡Ah! Y  Sevilla Connection”, por supuesto. Pero claro, los cuatro gatos que podamos ver las películas de este señor, tenemos bien trillados sus títulos más significativos. No obstante, sin ser una cosa devastadora, la filmografía de  Larraz posee muchos otros, que caen entre medias, y casi nadie habla de ellos. Hay mucho y muy mediocre. Y es que si todas las películas citadas pueden llegar a gustarme por motivos siempre ajenos a la calidad cinematográfica, estos del medio, totalmente inadvertidos, no interesan ni a los fanáticos del terror, ni a los de las comedias cafres, resulta que son el grueso de su filmografía.
“El Mirón”, es una de esas películas.
Engañosa, porque tiene toda la pinta de tratarse de una clasificada “S”, y en realidad es un dramón de corte erótico, queaun con escenas de folleteo, resultan blancas e inofensivas.
Una película que le valió algún que otro premio a su protagonista Héctor Alterio (a pesar de que aparece doblado) quien tiene que lidiar con las dos rémoras del cine español de la época (1977), que son la transición y el “Destape”. Así, la cosa es un coñazo de aúpa, casi insoportable, al que, eso sí, le encontramos muchos ramalazos de lo que el Larraz etapa inglesa fue. Y es que seamos serios, “El Mirón” es un tostón… pero las pelis británicas de Larraz, a rasgos generales más interesantes por el contenido fantástico y terrorífico, no dejan de ser igualmente soberanos y eternos rollos.
Cuenta la historia de un caballero que insta a que su mujer se folle a otros  delante de él. Incluso participa activamente, para luego echárselo en cara a ella todo el tiempo y que los celos le coman. Y claro, esa es la única manera en la que él se excita… en definitiva, que es un jeta. Su madre, harta de esta situación, increpará a la puta de su mujer… más o menos.
El producto, antes de ser visto, contaba con todos los elementos para resultar atractivo al público de aquellos años,  lo que se tradujo en una buena taquilla de 500.000 espectadores.
Junto al prestigioso, a posteriori, Alterio, tenemos a Pep Munné, Alexandra Bastedo, Aurora Bautista y Carlos Ballesteros.
Muy flojilla.