Así, si hace poco les hablábamos de “Esos locos fantasmas”,
hoy vengo a hablarles de “Esos alegres vampiros”, que como pasa con la
anteriormente citada, es, además de videoclubera, una putísima mierda. No
sabría decir cual es peor, si esta o la de los fantasmas.
Un par de muchachos y una muchacha se van en coche a un
pueblo perdido de la mano de dios
llamado Yarralumla, y allí, se meten en un caserón dónde, a pesar de los
rostros azulados de los habitantes, no se dan cuenta de que estos son
vampiros. Estos, se convierten en
anfitriones de nuestros protagonistas, haciendo durante el grueso del metraje gags
y chascarrillos sin gracia hasta que, casi al final, se los quieren comer.
Es asombroso el aguante que hay que tener para ver entera
esta película, y su visionado me ha hecho cuestionarme, si verdaderamente
merece la pena pasar una hora y media de tu vida deseando que se acabe algo,
solo para luego dedicarle unas líneas en este blog, que a buen seguro leerán
solo cuatro gatos. Esto no es amor por el cine en todas sus vertientes, esto es
ser gilipollas.
Sea como fuere, me pase lo que me pase, soy adicto a esta
mierda. Así que no creo que lo deje…
Reflexiones –obvias- a parte, decir que nada de la película
es medianamente divertido o atractivo. Si acaso, y por mencionar algo, decir
que el chapucero maquillaje de los vampiros (sobretodo el del cabecilla de
estos), unido a la indumentaria que me gastan, frac y capa como Bela Lugosi, y
la original, aunque facilonga, particularidad de que a estos vampiros no les
mata ni el ajo, ni las cruces, ni la luz del día (de hecho salen al exterior
con solazo) puede tener algo de gracia, pero no la suficiente para aguantar la
hora y media.
Con este pack de “Esos locos fantasmas” y “Esos alegres
vampiros”, me enfrento, muy a pesar mío, con las peores películas chungas de mi
vida, esas que hay que examinarlas con lupa y estar de muy buenos ánimos para
sacarles algo positivo.
La película es australiana. Y en nuestro país la distribuyó
en vídeo la entrañable “Lightning vídeo”
Dirige Colin Eggleston, director clave del “Exploitation Australiano”, más
conocido como “Ozploitation”, que consiguió un modesto éxito con su anterior
película “Cassandra”, un “Exploitation” de “Carrie” sobre una joven que sueña con
una serie de asesinatos que se cometerán después. La mítica “Sky Pirates” de
la que Naxo ya dio buena cuenta aquí y , sobretodo, de “Largo fin de semana”,
que goza de cierto culto por todo el planeta.
Tras “Esos alegres vampiros”, no volvió a dirigir nunca más.
Por algo sería.