De niño, tuve ocasión de ver en cine varias reposiciones de
las películas de Santo; me parecían siempre un coñazo. Ya de adulto, inmerso en
la cultura del cine “Trash” y los sub-géneros, les di a algunas de esas
películas (“Santo contra la invasión de los marcianos”, “Santo y Blue Demon
contra Drácula y el hombre lobo” (creo que se llamaba así)) una oportunidad. Me
parecieron absolutamente insufribles, muchas de ellas ni acabé de verlas. Así
que, digamos, que las películas de luchadores enmascarados no son “Santo” de mi
devoción (Je!).
Sin embargo, si que soy un gran amante de la comedia en
todas sus vertientes. Y esto incluye, si no la degustación de toda la comedia
Mexicana, si al menos un conocimiento general de sus películas y comediantes.
Ergo, un “Crossover” entre Capulina, famoso cómico que protagonizó mogollón de
estúpidas e infantiloides películas –sin ir más lejos, “El Karateca Azteca”- y Santo, si que forma parte de mis intereses,
por lo desquiciado del asunto, y el hecho de poder ver dos iconos mexicanos
pertenecientes a universos tan distintos juntos en un film.
La equivalencia sería, no se… ver una película cuyos
protagonistas fueran Iron Man y Pee Wee Herman, por ponerles un modelo yankiee que muchos de ustedes podrán identificar
sin ningún tipo de problemas. Pues si, ese tipo de estupideces si que me
gustan.
Claro, el negocio era redondo; dos de los personajes más
taquilleros de los años sesenta juntos en una película.
Y aunque en España se estrenaron montones de películas
protagonizadas por Santo, que dejaban en taquilla discretas cantidades (nunca
una película de Santo pasó de los 500.000 espectadores en nuestros cines),
“Santo contra Capulina”, nunca llegó a estrenarse, puesto que, aunque el
luchador si gozaba de popularidad, Capulina era un completo desconocido en españa,
que se rendía ante los pies de Cantinflas, del cual, el cómico al que nos
estamos refiriendo, no es más que un remedo.
Eso si, esta película, no obstante, está más confeccionada
para el lucimiento de Capulina que del Santo.
Capulina, trabaja de vigilante nocturno en una oficina de
correos, pero como buen vago y maleante que es, duerme en lugar de vigilar, lo
que propicia que unos ladrones entren a robar. Por suerte, estos son
interceptados por Santo, que váyanse ustedes a saber que demonios hacía por
allí. Y Capulina, en su afán por ayudar, no hace más que entorpecer las labores
de acción del súper héroe. Creyéndose amigo del luchador, Capulina se hace con
una mascara similar a la de Santo, que lucirá orgulloso por la ciudad, lo que hará que los mafiosos de turno, se
crean que es el famoso luchador. Por otro lado tenemos a un científico que crea
replicas robóticas exactas de los humanos, crea una de Capulina, que será a la
que se enfrente el Santo (y así se justifica el título). Como es lógico, todo se resolverá sin mayores problemas
Pues el visionado me ha resultado soso, blanco, los
personajes tienen el carisma justito, pero al mismo tiempo me resulta un
producto entrañable, icónico (esto es así) y hasta entretenido. De hecho, me ha
entrado infinitamente mejor que cualquier producto del Santo enfrentándose a
todo tipo de monstruos o mafiosos,
simplemente porque el encuentro entre él y Capulina, es lo suficientemente
divertido como para tener en consideración todo lo demás. Pero es su trama
ligera, infantil y desprejuiciada, lo que convierten a este producto en un
entretenimiento “fast food” de lo más agradable.
Algunas conversaciones entre los dos protagonistas,
absolutamente tontas y retarded, verdaderamente merecen la pena.
Dirige, como no podía ser de otra manera, el primero de los
Cardona, Rene Cardona, que dirigió montones de películas de ambos personajes
por separado. Y guioniza otro mexicano clásico, Alfredo “Killer Bees” Zacarías.