viernes, 26 de junio de 2015

WHITNEY

Angela Bassett, que de tanto reivindicar en el cine a las grandes mujeres negras (fue Tina Turner en “Tina” y Rosa Parks en el telefilm “The Rosa Parks Storie”) se está convirtiendo casi en un caricato, una vulgar parodia de lo que ella se considera: una mujer negra relevante, y como tal, se inmiscuye al máximo para hacer biopics sobre mujeres negras relevantes con el cachondeo que esto puede suponer. Casi parece un chiste;  ¿A que no sabes quién va a hacer un biopic sobre la vida de Whitney Houston? Angela Bassett. Pues si, parece mentira pero así es. Pero  Angela Bassett ya hace años que es demasiado vieja para interpretar a la diva, sin embargo, la de Whitney Houston, es una buena historia para debutar en la dirección, así que de un par años para acá, Bassett, removió Roma con Santiago para levantar el proyecto “Whitney”. Con lo que no contaba la Bassett, es que Whitney Houston, tristemente fallecida en 2012, no es un personaje que haya muerto de una forma que haga que la gente la recuerde con simpatía. Una vida quizás demasiado turbulenta; murió, básicamente de yonkie –era adicta  al crack- precediendo a esto bolos donde, completamente colocada, hacía poco más que el ridículo. Así que, descartados los grandes estudios, el proyecto fue tomando forma como telefilm, lugar este, donde la Bassett se siente cómoda cuando quiere dar la vara con las historias, por todos conocidas, de las divas negras.
Así, “Whitney” resulta ser un biopic de lujo que siendo totalmente blanco, y sin juzgar ni entrar en el sensacionalismo barato, nos cuenta lo acontecido  entre 1990 y 1994, años estos de mayor éxito –es la cantante negra de más éxito de la historia, así como la actriz mejor pagada de Hollywood, consiguiendo con sus canciones, que la banda sonora de la película “El Guardaespaldas” fuese la más vendida de la historia del cine, pero esa etapa de su vida duró un suspiro- de la cantante y en los que comenzó su relación con el cantante de R&B Bobby Brown.
Dicen que por culpa del señor Brown, que le dio muy mala vida a Whitney, ella se empezó a autodestruir. Las continuas infidelidades del cantante, las fuertes palizas, los desprecios, la envidia que este sentía ya que ella era mil veces más exitosa que él y , sobretodo, la poca personalidad, hicieron de ella una yonkie que fumaba crack en la calle. Pero claro en esos cuatro años que nos cuenta la película, tan solo vemos una brizna del infierno que en la vida real debió ser ese matrimonio. Si, hay drogas, hay infidelidad, hay desprecios, pero mostrado todo de la manera más sutil y menos amarilla, y ese es el acierto de la película, que no se posiciona hacia ningún bando. Es fácil pensar, y más teniendo el currículo de la Bassett, que “Whitney” iba a ser una película en la que el malo malísimo de la función iba a ser Bobby Brown, y ella una pobrecilla manipulada y maltratada. Nada de eso. Nos muestra lo que hay, y antes de que empiecen los malos rollos y el declibe de esta pareja, finaliza la película no mostrándonos en ningún momento lo malo que podía llegar a ser ese hombre… claro, que igual si esto no ocurre, es por el posible miedo de la cadena de televisión que produce el telefilme, a ser denunciados por Bobby Brown, todavía vivo, coleando, y con mucho mejor aspecto que el que tenía Whitney Houston en sus últimos años de vida, cuando seis años después del divorcio, ella fallecía.
Otra cosa que muestra muy bien la película es el patetismo de las estrellas de la música; si, son muy modernos, muy cool, muy chic, pero a la hora de la verdad, al menos en el caso de Bobby Brown y Whitney Houston, estos eran planos y básicos, teniendo como único objetivo el tener hijos y construir una familia. Ella no se retira porque es el principal sustento –es una mega estrella- y él al final acaba teniendo celos de su éxito, por lo que no puede dejar la botella ni guardarse la polla. Y Whitney en lugar de mandarle a tomar por el culo, venga a aguantar y venga a aguantar, suavizando toda esa presión a base de cocaína, qualuudes y crack. Porque, sencillamente, era tonta.
El caso es que el telefilme está verdaderamente bien, y deja con ganas de más. Bien rodado, acertando de pleno en ese no posicionamiento, se ve que la Bassett al fin de al cabo tiene tablas y experiencia, y si con lo que cuesta un telefilme, ha sido capaz de ofrecernos este entretenimiento puro y duro, con ritmo cinematográfico –gracias a dios- y no televisivo, es una pena que ningún estudio haya confiado en ella para hacer de “Whitney” una súper producción, porque hubiera sido de aquellas película memorables. Y quizás le ha salido tan bien por no airear descaradamente los trapos sucios de esa familia; y es que Angela Bassett era amiga de la Houston ¿Para que dañar más la imagen tanto de Whitney Houston como de Bobby Brown?
No obstante, creo que la historia de Whitney Houston se puede llevar mejor con la televisión que con los grandes presupuestos, y teniendo en cuenta lo bien que le ha quedado la cosa, casi yo creo que ha sido lo mejor, que esto haya sido un telfilme de buena factura. La Bassett, se puede morir tranquila.
Recomendable.