Uno de mis directores españoles favoritos es
Jose Luis Garci, que quizás, y más en los últimos años, peque de pesado y de cultivar un tipo de cine de época tedioso y para ancianos -al fin de al cabo lo que ya casi es él-, es un apasionado, por otro lado, del cine de género. Fan de la ciencia ficción de los años 50 y de los "gimmicks" de
Castle quiso hacer, dentro de sus posibilidades, una película de justicieros a su estilo. Y rodó "El Crack". Y le salió muy bien. Y convirtió a un icono de la españolada como era Alfredo Landa en un solvente y cañí "
Harry, el sucio" - película en la que, de paso, se inspira-, en un anti héroe de acción que responde al nombre de Germán "El Piojo" Areta. Y queda la hostia de bien. Además es una película emocinalmente dura que, conforme me voy haciendo viejo, como todo lo de Garci, me va gustando más.
"O me devuelves el mechero o te abraso los huevos".
Sin más, los fotocromers.