Responsable de ser el primer director Mallorquín que
consigue rodar una película para su distribución comercial en salas (“¡Que Puñetera Familia!”), también lo es de la película más extraña y lúgubre del
cine español de los últimos años “El hijo Bastardo de Dios”, amén de tener una
dilatada carrera con títulos de absoluto culto como puedan ser “Mordiendo la
vida” o “Héroes de Cartón”.
Padre del también director Martín Garrido Barón (“H6, Diario
de un asesino”), nos concede unos minutos de su tiempo para hablar de los dimes
y diretes en torno a su carrera, de sus próximos proyectos y de sus
preferencias.
Martín Garrido Ramis, el último director independiente.
Comienzas en el cine con una serie de cortometrajes en 35
mm. para luego convertirte en el director de la primera película de corte
comercial realizada en las Islas Baleares, “¡Qué Puñetera Familia!” ¿Cómo surge
la oportunidad de realizarla?
Había hecho dos
cortometrajes: “… Pero no ahoga” y “La Rosario y el Pinzas”. Este último me lo
seleccionaron en 1983 en el festival de Cine de San Sebastián y viajé allí
invitado por el festival. Tengo críticas que lo clasifican como una pequeña
obra maestra. Cuando volví a Palma conocí a un empresario de cine (Joan Olives)
que me propuso alargar mi primer corto y convertirlo en un largo. Y así lo
hice. Costó 6 millones de pesetas y dio como 32. Aunque la película la
considero mala porque me daba igual hacer cine, pero ahí está como la primera
película comercial mallorquina de la historia.
Así que la consideras malísima…
Sólo mala. Escribía
cada día lo que iba a rodar, no había guión. Pero te diré una cosa que me han
dicho muchas veces pero de la que yo nunca he hablado; Es una primicia. Estoy
seguro que mi película la vio el joven Almodóvar y me copió una escena, la de
la meada. Yo soy el primer director que rodé una meada auténtica, luego lo hizo
él. Y como la película se vio en toda España… Y ya que estamos te diré dos
copias más que me han hecho. Mota me ha copiado el final de un corto que está
en Youtube y se llama “Muerte y resurrección de Pedro Navaja”, y un famoso
cómico inglés me acaba de plagiar otro corto mío de Youtube. Mi corto se llama
“Am not Becham” y él me ha plagiado para hacer un spot de calzoncillos de
Beckam. A partir de ahora registraré lo que cuelgue en Youtube.
Rodaste “¡Qué puñetera familia!” con equipo técnico
proveniente de Barcelona ¿No había en Mallorca equipo técnico cualificado para
acometer el rodaje de un largometraje?
En Mallorca no había
nada, por no haber ni había una cámara de 35 mm. La película la rodé en cinco fines de
semana, y cada fin semana traía a un equipo de siete personas, y el material alquilado,
pagándo todos los gastos y el sueldo. El director de fotografía es Joseph Gusi
de TV3, pero un fin de semana no pudo venir y lo sustituyó Carles Gusi, que
después haría películas con Almodóvar y en Hollywood.
¿Cuánto le debe “¡Qué Puñetera Familia!” al cine de John
Waters?
Waters es sexo, yo
siempre he sido crítico social. Mis películas son esencialmente de humor negro.
En la película cuentas con la presencia de un actor
clásico de la escena Mallorquina como es Xecs Forteza. ¿Cómo fue dirigirle?
Xesc Forteza era un
cachondo que estaba detrás de todo lo que llevara faldas. La escena que tiene
muriéndose con Lynn Anderson encima,
para él fue la releche. “Repítela todas las veces que quieras”, me dijo. En la
escena aparece él muriéndose tocándole los pechos a la actriz porno. Fue muy
divertido dirigirlo.
Cuéntanos algo sobre la distribución. ¿Costó mover la
película en la península?
Todas mis películas
se han distribuido en la península, menos una que se titulaba “Simpáticos
degenerados” protagonizada por Florinda Chico. No se distribuyó porque la
compró la Warner Bros para estrenarla en vídeo directamente. La distribución
para los que hacen cine en la isla es muy complicada y difícil, de hecho no
conozco a ningún director mallorquín al que le hayan distribuido su película.
También tengo que decir que los únicos que hacemos cine en Mallorca somos mi
hijo y yo.
“El último Penalti” y “Simpáticos Degenerados son tus
únicas películas que aún no he visto. ¿Qué me puedes decir de ellas?
Las dos son comedias
divertidas y poco más. Cuando las rodé estaba más por otras cosas más
divertidas. En las dos películas lo importante eran las fiestas que
organizábamos. No perdía nada de tiempo en escribir los guiones, lo hacía de
cualquier forma. Pero te voy a contar una cosa que tampoco he contado nunca a
nivel prensa; “El último penalti” se llamaba en realidad “La eterna España de
charanga y pandereta” y me lo iba a producir nada más y nada menos que José
Esteban Alenda, el primer productor español que ganó un Oscar. Yo era íntimo amigo
de él porque me distribuyó cinco cortometrajes e incluso me hizo ganar dinero.
Pues bien, él leyó el guion en el que me había esforzado un poco, y me dijo que
me lo producía si esperaba seis meses a que se recuperara del fracaso de
“Volver a empezar”, que le había costado 200 millones. Le dije que me lo pensaría. Y de repente surgió
en mi vida, desgraciadamente, Ricard Reguant, actualmente director de musicales
(“Grease”, “Chicago”), y me dijo que si le metía mano al guión haciéndolo más
hortera y con más sexo, me traía todo un equipo de Barcelona a precio tirado, y
que luego me presentaba a Antonio Llorens (Lauren Films). Yo, como en aquel
tiempo era joven, guapo y gilipollas, accedí y dirigí una mierda de película.
Al año siguiente la película fue seleccionada en el Festival de Cine de Comedia
de La Coruña, y el gran Berlanga me dijo: “Es una pena, Martín. Has hecho una
película mala pero hubiera podido ser muy buena.” Así es la vida, una mala
compañía puede cambiarte la vida.
En “Héroes de Cartón” ruedas en 35 mm. en unos años en
los que el vídeo ya se imponía en las producciones profesionales independientes.
¿Por qué decides rodar en 35 mm?
“Héroes de cartón”
existe por mi hijo que quería ser director de cine. Puedo decir que es mi
primer guión pensado y bien escrito. Aunque yo salgo como director y mi hijo
Martín Garrido dirigió la mitad de la película con tan solo 15 años.
¿Tuvo algún tipo de distribución esta película? Tanto
dentro como fuera de Mallorca.
La distribuyó Lauren
Films, la distribuidora que en aquel momento distribuía en exclusiva todas las
películas de Woody Allen. Parece mentira con las películas malas que hacía y la
suerte que tenía con las distribuidoras. No sé que debían ver en ellas.
En ella cuentas con la presencia de Antonio Mayans y
Ricardo Palacios. Ambos habían trabajado con anterioridad con Jesús Franco ¿Encuentras algún paralelismo
entre tu obra y la de Jesús Franco?
Ni por asomo.
Antonio y Ricardo hicieron sus papeles muy bien. Yo siempre he hecho un cine
malo hasta “El hijo bastardo de Dios”, porque me surgía el dinero para hacerlo,
ni más ni menos. Es increíble pero es cierto. Hacer cine, para mí, era
solucionarme un año con el dinero que ganaba. Y eso era lo importante.
¿Cómo fue la experiencia de rodar con un hombre con la
experiencia con la que cuenta Mayans, tanto como actor, como de jefe de
producción?
Antonio Mayans es el
clásico ejemplo del actor que podía haber sido muy importante en el cine en
español. Quizá el asociarse con Franco le perjudicó su carrera. La experiencia
con Mayans fue buena como lo es siempre. Es un actor muy intuitivo que no hace
falta decirle mucho para que lo haga muy bien.
Sin embargo, y a pesar de tu larga trayectoria
cinematográfica, tú siempre has realizado teatro.
Desde que tengo 19
años no he dejado de hacer teatro. Entre función y función era cuando hacía
cine. Fui a la escuela de Arte Dramático de Trino Trives y después ya no dejé
de hacer teatro. En estos momentos estoy montando “Un invierno en Mallorca”. El
teatro para mí es la vida, el cine es la parte cachonda del arte de crear. De
todas formas ahora, que en las redes me tachan como el último director
independiente de este país, me tomo el cine en serio. Desde “El hijo bastardo
de Dios”, me esfuerzo. Tengo por estrenar “Turbulencia Zombi” y “Una función
para olvidar” en la que Fernando Esteso hace un pequeño papel. Las dos
películas son tragicomedias, lo que me gusta.
“H6, diario de un asesino” en mi opinión es una de las
películas españolas de psycho-Killers más infravaloradas del cine de terror
español, dirigida por tu hijo Martín Garrido Barón y con guion tuyo. ¿Qué
opinas de la película? ¿Tú la hubieras
rodado de manera diferente?
Me alegra que me
digas esto porque si antes podía tener dudas de si entendías de cine, ahora
estoy seguro de que entiendes. Por primera vez en mi vida me comí el coco de
mala manera para escribir el guión de lo que sería el primer largometraje de mi
hijo Martín. Me lo comí de verdad, y el resultado fue un guion genial (no soy
humilde pero sí terriblemente objetivo). Y mi hijo con 21 años hizo una
película de puta madre. Y ahora te voy a contar otra cosa que nunca he contado
públicamente; “H6, diario de un asesino” se terminó y todos dábamos saltos de
alegría. La película había salido genial y nos fuimos a La Columbia para que la
viera su director, James Armstrong. El americano quedó flipado y dijo que la
estrenaba en Gran Vía y tiraba ciento veinte copias. Lo habíamos conseguido,
pensamos mi hijo y yo. Cuando salimos de la productora nos fuimos a comer una
mariscada los cuatro. Mi hijo y yo, y los productores de Kanzaman Mark y Denis.
Por la noche volvimos a Mallorca más contentos que unas castañuelas. Mi hijo
iba a conseguirlo con 21 años. La leche. Al día siguiente, a última hora de la
tarde nos llamó Samuel Gómez, el montador, para decirnos que los productores
habían cortado cuarenta minutos de metraje. Casi nos da algo. Al día siguiente
volvimos a Madrid y les dijimos a los productores de todo menos guapos. Pero no
hubo manera, querían que la película durara noventa minutos. Al quitarle a la
película tanto metraje, se quitó la esencia de la historia. La película fue un
fracaso comercial y las críticas la devastaron. Hay tanto inepto en el cine que
uno no se lo puede creer.
Vuelves a hacer cine años después, en 2015, con “El Hijo
Bastardo de Dios” ¿Qué te motiva volver? ¿Es el cine de tu hijo una inspiración
para esta película?
Simplemente tenía ganas de hacer un cine que siempre he
sabido hacer y que nunca he hecho. Increíble pero cierto. Hasta “El hijo
bastardo de Dios” mis películas no me gustan. Hablo de las que yo he dirigido.
¿No crees que el tener un presupuesto escueto puede
beneficiar de algún modo a esta película en concreto?
Repito: como dicen
en las redes soy el último director independiente de este país. Yo nunca he
pretendido hacer un cine convencional. A mí siempre me ha gustado el cine
independiente. Siempre. ¿Por qué? Porque haces lo que te sale de los cojones y
ningún productor gilipollas te puede cortar tu obra. “El hijo bastardo de Dios”
es una película que quería hacer, y sé, que con el tiempo será de culto. Ya lo
han dicho muchos, no sólo yo. De todas formas no es el cine que quiero hacer,
lo mío es la tragicomedia. Adoro a Berlanga.
¿Por qué “El hijo Bastardo de Dios” es tan sórdida y
lúgubre? ¿No crees que es demasiado extraña para un público que acude en manada
a ver “8 Apellidos Vascos”?
Tienes toda la
razón, pero yo prefiero que me recuerden como el director de “El hijo bastardo
de Dios” que como el de “8 Apellidos Vascos”.
“El Hijo Bastardo de Dios” se estrena en cines, sin
embargo, no cuenta con una edición en DVD. Pero ahora que lo pienso, tampoco
tus películas anteriores cuentan con distribución en DVD ¿Por qué ocurre esto? En
el caso de “El hijo Bastardo de Dios” en particular, y con el resto en general.
Lauren Films editó
la película en VHS, las demás no han salido en DVD. La razón no la sé porque
estaba de juerga. “El hijo bastardo de Dios” si va a salir en DVD.
Tus dos últimas películas son “Turbulencia Zombi” y “Una
función para olvidar”. ¿Por qué una
película de Zombies? ¿No te parece que el mercado esté sobresaturado de cine Zombie?
“Turbulencia Zombi”
es una tragicomedia en la que no sale ningún zombie. Es un grupo de parados de
un pueblo que decide grabar una película de zombies para Youtube y ganar
dinero, el problema es que no tienen ni idea de cómo hacerlo.
“Una función para olvidar” cuenta además con la presencia
de un grande de la escena cómica como es Fernando Esteso, además en un rol
dramático. ¿Cómo decides integrar a Esteso en el casting?
Esteso y Pajares son
grandes actores. Es más, todos los grandes cómicos son grandes actores
dramáticos. Lo conocí en una fiesta en Madrid, y años después le dije que me
gustaría trabajar con él. Leyó el guion y dijo que sí.
¿Podremos ver estas películas en cines o DVD, o el tema de
la distribución esta jodido en exceso?
Claro que sí.
Además, ya tengo distribución para las dos.
¿Eres consciente de que haces un cine muy distinto en
maneras y formas al del resto de cineastas españoles? Eres especialmente
antiacadémico. ¿Por qué crees que si no sigues las pautas marcadas por los
academicismos, las películas no encuentran un público?
Yo soy escorpión. ¿Sabes lo del escorpión que le pidió a la
rana que le cruzara el río? La rana le dijo que no porque le picaría. El
escorpión le juró que no lo haría, y la rana se fió. Y cuando estaban en la
mitad del río el escorpión le pico. “¿Eres imbécil? –le dijo la rana- “Nos
vamos ahogar los dos.” “Lo sé” –le contestó el escorpión-, “¿pero quién frena
mi personalidad?” Mi padre era de la FAI
y yo he salido a él: anarquista.
¿Qué cine ve habitualmente Martín Garrido?
El mejor cine que te puedas imaginar. Soy un cinéfilo de
cojones. Una película, por ejemplo: “Sed del mal” o “Matrix”.
Dime cinco películas que adores
Rufufú
Plácido
La Escopeta Nacional
Divorcio a la Italiana
La Jauría Humana
Cinco Películas que odies
No odio a ninguna
película porque sé lo que cuesta hacerlas.