REPLICAS : Un científico trabaja en dar una segunda oportunidad a aquellos que fallecen, traspasando el contenido de sus cerebros al interior de cuerpos cibernéticos. En eso que se toma el día libre y se pira en coche junto a su esposa y tres hijos. Sufren un accidente y mueren todos menos él. Como era de esperar, recolectará y conservará las mentes de todos ellos para aplicarlos a copias clonadas. Contra todo pronóstico el experimento sale bien, aunque no será fácil mantener el secreto, especialmente cuando el gobierno se entera y decide de que hay que exterminar a los renacidos.
Mis habituales bajas expectativas contribuyeron a que el visionado de "Replicas" se saldase con una sensación bastante positiva. Tendría que haberlo sospechado al ver el logo de "Lionsgate" al principio. Incluso por el protagonismo de Keanu Reeves, especialista en interpretar a personas sufrientes que solo viven desgracias. Pero no, me temía que iba a ser un rollo patatero y, muy al contrario, ha resultado un rato entretenida. Facturada con solvencia y luciendo unos efectos más que dignos, la historia que cuenta no es que sea muy original, pero lo hace con dinamismo y logran mantener cierto suspense. Un thriller eficiente recomendado para aquellos que busquen pasar un buen rato sin mayores complicaciones.
El director, Jeffrey Nachmanoff, ya está currando en una nueva aventura de Jackie Chan.
POLAROID: Una vieja cámara polaroid (las tendencias retro mandan) cae en manos de la chica rarita -pero atractiva- de la escuela. Resulta que es aficionada a la fotografía, de ahí que le dé gusto apretar botones. Sin embargo, el aparato arrastra una maldición consecuencia de unos crímenes acontecidos en el pasado. Aquel a quien le hagas una foto es atacado por una terrorífica criatura (eso sí, con resultados totalmente carentes de la más mínima gota de sangre, incluso cuando a un pipiolo lo parten verticalmente por la mitad). Tras facturar una instantánea grupal y ver cómo los primeros comienzan a fenecer, la chica rarita y su aspirante a novio deciden investigar el origen de la cámara para detener al enfurecido espíritu que la habita.
Durante los primeros quince minutos de "Polaroid" te percatas de que lo que verás es el típico producto de terror juvenil, propio de quienes detestan el género pero se lucran con él (es decir, "Dimension Films"), perfectamente amueblado, interpretado, fotografiado, etc, etc, pero repleto hasta la bandera de fórmulas, topicazos y clichés. Y te preparas para ello. Tanto, que cuando, pasado ese tiempo la narración se desvía unos milímetros -y digo milímetros- de lo escandalosamente previsible, un mundo nuevo se abre ante tus ojos. En el fondo sigue siendo un producto trillado sin imaginación alguna, pero por comparativa con su arranque ahora lo parece un poquito menos. Y eso ayuda a que llegues al final sin agobiarte demasiado.