La semana pasada les hablaba de Chris Seaver y una de sus películas. Bien, hoy toca darle un repaso a las restantes que vi y descubrir cuales fueron mis respectivas impresiones.
"Carnage for the destroyer" 2006- Cuenta la historia de un jevillarro flipado dispuesto a construir una atracción para el día de Halloween en honor a un dios destructor. Durante el proceso, logrará que aquel reviva y comience con la escabechina. Siendo la segunda peli Seaveriana -con subtítulos- que veía, temía disfrutarla menos. Pero aunque el efecto sorpresa se pierde, sigue siendo soportable, no demasiado aburrida y medianamente simpática, lo que ya es mucho. Pal caso destacar que esta versión está censurada. Por avatares del destino, dispongo desde hace años de una copia en inglés a pelo, y el día que le di un repaso quedé boquiabierto con una escena muy gráfica en la que un personaje (Teen Ape) se corre de verdad, sin truco, sobre las tetas enormes de una pava muy morbosa. Sensacional. Bien, aquí eso ha sido extirpado. Le precede un cortante fundido a negro. Algo parecido ocurría en "Filthy McNastiest: Apocalypse Fuck", así que tengan en cuenta que todos los títulos de los que hablo ESTÁN INMORALMENTE CASTRADOS. No creo que eso afecte mucho al elemento cómico, pero desde luego le quita parte de la diversión.
"Wet Heat" 2008- Pillan a Teen Ape liado con un menor y lo llevan a la cárcel. Allí, y por su glorioso pasado militar (??), le proponen rescatar al presidente del show business a cambio de la libertad. El tipo accede.
En esta ocasión el blanco de la parodia y/o burla afectuosa es el cine de acción. Las citas son tan previsibles como inevitables: "1997 Rescate en Nueva York", "Terminator", "Desafío Total", etc. El resultado sigue siendo bastante soportable para lo que son esta clase de mierdas, pero es cierto que le falta chispa. Que los chistes no funcionan tan bien. Y que Teen Ape agota como protagonista, funciona mejor en roles secundarios. El punto álgido de la fiesta lo aportan Billy Garberina interpretando con muchísima gracia a una mezcla entre el Tim Curry de "The Rocky Horror Picture Show" y el Gene Simmons de "Nunca es pronto para morir", y Katherine Indovina dando toda una lección de divertido histrionismo. El horrible diseño de los horribles créditos lo firma orgulloso Andrew Shearer. Muy flojita.
"Filthy McNastier: Maximum Dousche" 2005- Una moza acomplejada por sus escasas ubres invoca al demonio Phil quien, aunque le concede una buena delantera, se aliará con un vampiro de la zona y acudirá a la fiesta que organiza la prota para armarla gorda.
Más de lo mismo, aunque un pelín torpe y crudamente facturado. Por desgracia esta es la versión censurada. Según me he informado, hay una escena en la que alguien lame una polla de goma supuestamente untada en caca. No obstante, todo el elemento ofensivo es muy tonto y no funciona para nada. El que mejor se lo curra como actor es el propio Chris Seaver en un doble papel. Cierto que la he visto entera y no me he aburrido en exceso (dura 46 minutos, dos menos que la íntegra), pero también que me cansan los repetitivos recursos del videoasta. Tanto que esta fue la última. Si algún día me animo con el resto, habrá una tercera parte de la reseña. Si no, quédense con lo que sigue.
Conclusión: Tras la sobredosis de vídeo-flatulencias Seaverianas, hay dos cosas que ya comprendo mejor. Una la comenté en la primera parte, su éxito. La otra es la actual decadencia, desgana, desmotivación e incluso depresión del amigo Chris. Hace ya tiempo que bajó el ritmo hasta casi cero. Y aunque ahora amenaza con una webserie, inevitablemente las cosas ya no brillan como antaño. ¿Motivo? Ese encabezonamiento en seguir recurriendo a los mismos elementos y esquemas, las mismas maneras, tácticas, gags y arquetipos de lo que hacía hace veinte años. Y, claro, eso es imposible (y ahí tienen como ejemplo su costrosa, descuidada y desapasionada aportación a la antología "Hi-8 (Horror Independent 8)”). Chris Seaver ya no es aquel chaval. Probablemente lo normal sería actuar de modo honesto consigo mismo y crear según lo que hoy día le pida el cuerpo. Pero estos yankis viven demasiado atados al tema económico y al tema popularidad, y él sabe (o cree saber) que esa es la imagen que se ha creado y, sin ella, no sería nadie (por poco que sea ya). Una lástima. Claro que también podría tratarse de un escalofriante caso de falta de inquietudes, lo que entonces ya escaparía a mi comprensión. Yo, aquí, me a-peo.