lunes, 26 de septiembre de 2022

L.A. SLASHER

Terrible, terrible, terrible muestra de cine de “terror” contemporáneo que, paradójicamente, adolece de todo lo que critica.
Una mezcla de slasher y torture porn para un público indefinido y veinteañero que, en su afán por resultar visualmente rompedor, se convierte en un producto de difícil visionado por culpa de una estética en exceso recargada, un montaje demasiado suntuoso y una historia que no nos importa un carajo. Además se trata de una película que, titulándose “L.A. Slasher”, da la sensación de que nadie en su realización sepa nada en absoluto sobre cine de género. “L.A. Slasher” es lo peor de lo peor.
La trama se centra en Hollywood y en el mundo de los realitys. Se nos muestra una serie de personajes, actrices o chicas famosas por participar en algún programa de telebasura, que hacen su vida lujosa y estúpida sin ningún tipo de problemas. Por otro lado, tenemos a un individuo vestido con traje blanco y máscara, que en voz en off hace saber al espectador lo repugnante que le resulta el mundo de los realitys y la fama no merecida. Así que se dedicará a secuestrar y asesinar a todas estas señoritas. Además, el individuo, que se hace llamar a sí mismo L.A. Slasher, lo filma todo en vídeo para luego subirlo a Youtube, motivo por el que va ganando seguidores y popularidad.
Además, existe una subtrama totalmente anodina con un par de narcotraficantes como protagonistas (interpretados por Bautista y Danny Trejo) que buscan un laboratorio de químicos en medio del desierto. Esto se va combinando con los asesinatos del otro pollo sin demasiado orden ni concierto.
Todo ello servido con iluminación de colorines, rosa neón, verde marciano, amarillo chillón, todo muy brillante e irritante. Casi como si se tratara de una de las últimas películas de Harmony Korine, pero con una elección estética al azar.
Todo en esta película es un anodino desastre carente atractivo.
“L.A. Slasher” se posiciona en contra de los famosos del corazón, pintándolos como unos modernos descerebrados, superficiales e insulsos. En ese sentido la película recuerda ligeramente a “Rojo sangre” del amigo Paul Naschy, con la diferencia que, si aquella estaba expuesta desde la ranciedad más pegajosa, esta lo hace desde la más absoluta de las modernidades. Casi parece concebida por y para esas celebritys y pijas que tanto critica.
Se trata de un film con una carrera teatral limitada en la que apenas llegó a recaudar 3000 dólares, para acto seguido ser explotada en DVD y vídeo bajo demanda, y lo más destacable de la misma es que las calificaciones de ciertas bases de datos de películas, rara vez sobrepasan los 0 puntos. No es para menos.
El reparto está compuesto por actorcitos de tercera y, ademas de Bautista y Danny Trejo, tenemos en el mismo a un desfasado Eric Roberts interpretando al alcalde, que folla y exagera cosa mala. Es como si el propio Roberts se tomara a cachondeo la maldita película en la que le ha tocado salir esta vez.
La dirección recae sobre Martin Owen, cortometrajista que debutaba con esta pedazo de mierda para luego adaptar ese mismo estilo recargado en otros géneros. Suya sería también “Asesinos ocultos” con Gary Oldman y Jessica Alba a la cabeza.
Poco más. En esto se ha quedado el cine independiente de género…