sábado, 13 de abril de 2024

CYST

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Víctor en la reseña de "Miracle Valley" el caso de Greg Sestero, quien alcanzó cierta popularidad gracias a su participación actoral en ese icono del cine chusco titulado "The Room" (un chiste demasiado largo que deja de ser gracioso tras 20 minutos). Si por un lado ello le otorgó la posibilidad de viajar por festivales de todo el fuckin´ world e incluso codearse con ciertas esferas de una vertiente más respetada del séptimo arte, por otro le condenó a no ser tomado en serio nunca jamás y, por tanto, limitar mayormente sus intervenciones como actor a ñordos estratosféricos, básicamente gestados en el gueto del fandom del horror y aledaños, el único sitio donde el "trash" se valora y "comprende", generalmente de manera errónea. Eso mismo le ocurrió a George Hardy, protagonista de otra de las más notorias mierdas sobrevaloradas por fanes e hipsters, "Troll 2" / "Monster Valley". Desde entonces, le fueron fichando para hacer más películas, dentro del mentado gueto, of course. Sin embargo, mientras que para Hardy todo esto de actuar es un hobby divertido, me temo que a Sestero le debe doler doblemente, ya que lo suyo se pretendía más solemne.
Sea como fuere, que hoy día una de estas pelis digitales con ínfulas de cine genuino, adscrita a las tendencias reinantes en subproductolandia (tiburones, payasos, zombies, amityvilles... whathever...) cuente con Sestero o Hardy en su reparto, es señal de que... tenemos problemas. Denota una obvia intención: "advertir" al espectador que sus responsables son conscientes de la condición "mierder" del mondongo y, así, cubrirse las espaldas. Cojones, ¡¡hemos fichado al de "The Room"... o al de "Troll 2"!! ¿qué más señales necesitas, pinfloi? Pues ahora imaginen ello multiplicado por deux. Una peli de esta naturaleza con ambos compartiendo plano. Encima, en tono de comedia de horror, bufa, excesiva y a base de premisa absurda.
Eso es "Cyst", cosucha del 2020 que, por lo general, evitaría como la peste. Pero al tenerla ahí, tan accesible, con el siempre chispeante doblaje panchito, me dije "Venga, la veré y, si la termino, le dedicaré una reseña encabronada en el blog". Un médico (George Hardy hipersobreactuado... aunque gracioso a ratos) se dedica a reventar quistes enormes provocando chorros de pus. Ha inventado una máquina capaz de extraerlos limpiamente y pretende patentarla. Recibe la visita de unos, er.... ¿patentadores? (Greg Sestero entre ellos) y las cosas se complican. En su empeño, Hardy provocará que un quiste mute a bestia antropomorfa -¡ugh!- y comience a matar. Será una enfermera la que ponga solución al entuerto.
Pues hasta la llegada del bicho, la cosa estaba... er... bien. Sorprendía la atípica ambientación sesentera (que no Sesestera.... ¡chas-pun!). Y, en fin, los tejemanejes entre Hardy y la enfermera, así como unos efectos prácticos a base de líquidos asquerosos salpicando rostros, tenían su coña. Pero en cuanto aparece el quiste mutoso, de aspecto voluntariamente ridículo, entramos de lleno en la rutina absoluta de los personajes humanos enfrentados en piña a criatura letal. Se conocen la fórmula. Con un poco más de humor, sí, puede, pero lo de siempre. Chapa de varios quilates. Si a ello añadimos la antipatía previa que uno -o, bueno, yo- siente ante las intenciones del director (Tyler Russell) fichando a esos dos (des)astros... pues la cosa como que termina dejando un regusto amargo, y no lo digo por los litros de pus, sino por el aburrimiento acumulado y la sensación de estar ante algo inútil e innecesario. Es más, ni tan siquiera creo que "Cyst" funcione en su entorno natural, aquel para el que ha sido concebida y/o diseñada, la "Con" repleta de mastuerzos adictos a la "Nocilla", expertos en repetir cual loritos los diálogos y chascarrillos de "Troll 2", ansiosos y desesperados por jalear la nueva pieza "trash" de turno.
A"Cyst" de crudamente se lo digo (otro ¡chas-pun! Este incluso menos inspirado)
¿Que el póster mola? hombre, ¡faltaría!