Extraña película (autodenominada) independiente de la compañía neoyorquina DefTone Pictures, capitaneada por el director Adam R. Steigert, que cuenta la historia de un escritor asolado por las deudas que es perseguido por unos gangsters. Por otro lado, en el espacio, tenemos una nave perseguida por otra en lo que parece una batalla estelar. Esta nave es derribada y va a estrellarse a la tierra.
El escritor se ve obligado a huir de sus prestamistas y, durante la huida, se encontrará con el tripulante de la nave estrellada, un alienígena que responde al nombre de Star. Entablarán amistad y, juntos, intentarán resolver sus problemas.
Por supuesto esto no es más que una película filmada en vídeo con un presupuesto bajo (no tan bajo como cabría imaginar), con unos efectos especiales infográficos que directamente parecen animaciones de Video Brinquedo, unos diálogos larguísimos e interminables (y más en esta ocasión ya que la pelí pasa de la hora y media de metraje) y un muppet feo de pelotas que hace las veces del marciano protagonista. Una película que a primera vista bien podrían haber facturado unos aficionados con su cámara de vídeo. Sin embargo, al ver unas cuantas fotografías de making of, me doy cuenta de que el amateurismo en una de estas producciones no es tanto, y que, aunque se usen cámaras de vídeo de gama media, en realidad un rodaje de esta calaña dista muy poco de el de uno profesional, con sus grúas, su ayudante de dirección, sus eléctricos y hasta el uso de combos y otras parafernalias cinematográficas. Entonces ¿por qué el resultado de estas producciones pequeñas es tan espantoso y dolorosamente cutre? Supongo que el concepto “con buena picha bien se jode” no es tan acertado en este tipo de películas y que es la ineptitud de sus artífices la que las hace parecer más tercermundistas de lo que son (en este caso, una pequeña compañía en Buffalo con producción fluida y que factura por ello —de ahí que exista. Al final es solo un negocio y, por tanto, las películas son lo de menos—. Es decir, que de tercermundistas nada de nada). Además, R. Steirgert afirma que el guion de “Star (Space Traveling Alien Reject)” es la combinación de tres películas para las que no consiguió financiación. O sea, que como esos dos proyectos no pude levantarlos, los incluyo en este que sí… de ahí su duración excesiva y un par de subtramas que no terminan de casar con lo que importa, que es el encuentro del escritor con el extraterrestre .
“Star (Space Traveling Alien Reject)” es anodina hasta decir basta. A priori parece el enésimo tardío y puede que posmoderno exploit de “E.T. El Extraterrestre”, pero en cuanto hace acto de presencia la horrible marioneta coprotagonista, nos damos cuenta de que “E.T.” no es la fuente de inspiración, sino que lo es la serie “ALF”. Está claro que el muppet, diseñado físicamente a imagen y semejanza de aquel, es un mal émulo de 2017, con su chanzas, chascarrillos y humor socarrón, pero infinitamente más cutre, barato y antipático que ALF. Este Star es, probablemente, el muñeco más feo visto en una película, con permiso de los monos azules de “The rare blue apes of cannibal isle”.
Poco más que decir; esto tuvo su estreno reducido en Buffalo y, después, directa a toda aquella plataforma de streaming que alberga contenido gratuito para el usuario. A poco que busquen la van a encontrar por ahí.
El dire, Adam R. Steigert, por supuesto, produce como churros y en su haber cuenta con películas de marcado carácter comercial que pueda vender a patéticos vírgenes granudos; “Gore”, “The final night and day”… o sea, pelis baratas, feas y muertas sobre zombies, extraterrestres o la combinación de ambos.
“Star (Space Traveling Alien Reject)” es lo peor de lo peor.