En "Moteros tranquilos, toros salvajes", Peter Biskind analizaba el shock que sufrió Hollywood cuando un montón de cineastas jóvenes y con nuevas ideas comenzaron a producir películas que cambiaron de cabo a rabo el panorama del cine. En "Por favor, mátame", se explica cómo el nacimiento del punk dio un giro completo a la forma de hacer rock and roll. En ambos casos, recuerdo que cuando terminé de leer, pensé: "Joder, cómo me hubiera gustado ser testigo directo de todo eso". ¿Os lo imagináis?, ver cómo un nuevo modo de entender cierto arte te pilla desprevenido, te sorprende, te muestra algo inédito, único y repleto de posibilidades, al mismo tiempo que entierra lo antiguo y escandaliza a las mentes más conservadoras. Fascinante. Pues bien, eso mismo me pasó por la cabeza again leyendo "Sesión Sangrienta", un ensayo sobre cómo el cine de terror se volvió del revés a finales de los 60, e inicios de los 70, gracias a películas como "La semilla del diablo", "La noche de los muertos vivientes", "La última casa a la izquierda", "El Exorcista", "Carrie", "Alien, el 8º pasajero", "La noche de Halloween" y alguna que otra.
Antes de que todos estos films vieran la luz, el género andaba moribundo, relegado a la serie Z y tirando de monstruos ya caducos. A nadie se le había ocurrido modernizarlo, buscar nuevas vías de contar las historias y, sobre todo, crear miedo. Darle un tono adulto y serio, apostar por el realismo como fondo y, obvio es, la violencia. Más importante aún: Devolverle el respeto perdido. A nadie salvo a los nombres propios que pululan por este libro, que son los directores de los films antes citados, así como otros ilustres secundarios tipo Dan O´Bannon, casi el prota absoluto del tochito. Sabrás cómo nacieron sus respectivas obras, cómo se desarrollaron, los problemas de rigor que padecieron, las alegrías y, finalmente, lo reveladoras que fueron al llegar a las pantallas y, sobre todo, cómo influyeron en el cine que las siguió... hasta nuestros días, a la espera de que se estrenen un remake en 3D de "La matanza de Texas" y una precuela de "Alien". Casiná.
Todo esto escrito con un estilo ágil y directo, muy de agradecer y sin demasiadas pajas mentales. Alguna hay, pero pocas son. Jason Zinoman, el autor, se permite el lujo, además, de ser muy sincero con respecto a lo que cuenta. En ningún momento se deja llevar por el romanticismo barato... dice verdades como puños sobre las motivaciones, intereses y frustraciones de George Romero, Tobe Hooper o Wes Craven. Y se ceba bastante con John Carpenter, al que básicamente acusa de robar casi todas las ideas que le han terminado por hacer famoso. Siempre creí algo injusto que "La noche de Halloween" arrastrara la etiqueta de innovadora y madre del slasher, habiendo un "Navidades Negras" previo. Pues bien, el libro teoriza muy abiertamente, y crudamente, al respecto.
Cosas que criticar: La engañosa portada (a "Posesión Infernal" básicamente solo se le dedica una línea en todo el libro), la notoria cantidad de errores ortográficos y algunas cagadas que sorprende encontrar en una obra como esta: Meter una foto de "Viernes 13, 5ª parte" y al pie afirmar que es la tercera o comentar la escena en la que unas tijeras cortan un pezón en "The Gore Gore Girls", solo que otorgándosela a otro título previo del mismo realizador, Herschell Gordon Lewis (al que bautizan como Herschel).
Pero, a pesar de todas estas pijadicas, la verdad es que "Sesión Sangrienta" mola mucho. Se lee super-rápido porque resulta altamente adictivo. Cuanto más sabes, más quieres saber... y si te apasiona el tema, como a mí, no podrás soltarlo ni para darle al manubrio.
Muy recomendable.