lunes, 14 de abril de 2014

TUNKA, EL GUERRERO

En el “Exploitation” de nuestro país, gracias a “Conan, el Barbaro” tenemos un par de forzudos que intentaban seguir la estela de Arnold Schwarzenegger y que rodaron mierdas dignas de los paladares más selectos -quiero decir, que en “Saló o los 120 días de sodoma”, en la que los fascistas comían mierda por puro placer, disfrutarían con las películas de estos forzudos, como también disfrutan todos esos posers que se suben a la moda que, modestamente, está instaurada en nuestro país de disfrutar de las películas malas y que, la mayoría de las veces, despista a los consumidores y les hace confundir velocidad con tocino-. Estos son, por un lado Richard Yesteran (Supersonic Man cuando este se ponía el traje, “Tarzán” la mayoría de las veces) y Dan Barry, quien más cultivó este género en nuestro país. De sus esfuerzos y su “talento” surge un plagio de “Conan” tan descarado como este, que también bebe un poquito del cine post apocalíptico y “Mad Max” y que goza de cierta popularidad por su condición de película mala. Pero seamos serios; “Tunka, el Guerrero” es una película mala de verdad, quiero decir, que únicamente aburre, que las posibles risas por humor involuntario hay que buscarlas con lupa y se tiende a exagerar  cuando el fandom habla de ella,  colgándole el honor de “Película tan mala que es buena”, cuando en realidad es tan mala, que pone de mala leche su visionado, cosa que, según se mire, también es meritoria, pero se ensalza su supuesta “diversión”, en lugar de reivindicarla por absoluto coñazo.
Si, hay espadas de goma, un cóndor que se quiere escapar mientras su portador cabalga al galope, vestuario comprado en una tienda de disfraces y que este es de cavernícola en lugar de guerrero, pero está servido todo con tan poca gracia e incapacidad que, convirtiéndose, efectivamente, en una película genuina, la torpeza eclipsa todos los elementos que resaltan  por descabellados, es decir; que si, que vemos las espadas de goma, pero son tan obvias y la peli es tan coñazo, que nos da absolutamente lo mismo.
El argumento –inexistente por otro lado-  gira en torno a un  mundo post apocalíptico en el que  los hombres y las mujeres están en guerra, y hay un guerrero, Tunka, que hace lo posible porque ambos bandos se hagan amigos. Entre medias, incapacidad absoluta y los diálogos más simples que te puedas imaginar. Vamos, que no llegan ni a marcianos… que no sueltas ni una sonrisilla.
Dentro de la categoría de “Malas pero divertidas”, esta mierda está infinitamente sobre valorada. No sirve ni para hacerla añicos. Una de las películas más aburridas y mal hechas que he visto. Y siempre, en el mal sentido.
Pero lo realmente interesante, es el hombre por el que esta película existe, el anteriormente mentado Dan Barry (le hemos visto, haciendo más o menos lo mismo en “Los Cantabros”), de nombre real Joaquín Gómez, que además dirigió la película.
Este hombre se le llena la boca diciendo que la película es una mierda debido al presupuesto mínimo y la incapacidad del director de fotografía, el montador, etc, etc… vamos, que todos tienen la culpa de que esta película sea una mierda, menos el, que tan bien lo hacía todo. Solo excusas para camuflar lo obvio.
El caso es que la película es tan puta mierda, que rodada entre los años de 1983 y 1986 (¡¡¡tres putos años para rodar esto!!!), una vez finalizada, ni tan siquiera se estrenó en salas (con lo permisivas que estas eran con el género por aquel entonces), siendo relegada al video club, dónde se editaba cualquier cosa, y de tapadillo, es decir, que tampoco era una de las películas más populares para alquilar. De hecho, era una película totalmente desconocida, hasta que de hace unos años para acá, como bien he dicho antes, victima de la moda imperante, alguien ha dicho que “Tunka, el guerrero” molaba y esto ha hecho que esté en boca de todos. Incluso en la mía.
Pero todo el despropósito de la película era culpa de las circunstancias, el presupuesto y el equipo, no de Dan Barry. Por eso, la otra película que rodó en 1983, “Perdidos en el tiempo” tampoco se estrenó en cines. De hecho, esta no tuvo ni distribución en vídeo clubs, o sea, que permanece inédita. Y yo que me cago por verla, por incunable, aunque dudo que vaya a ver algo mejor que esto, si es que llego a dar con una copia. Y esto, es bastante poca cosa para mis retinas. Una porquería, vaya.
La carrera de Barry, tras unas cuantas películas de género, no acabó de cuajar siendo su último trabajo hasta la fecha, dar voz a un personaje secundario de la serie infantil “Los Aurones”. Como director, pues nada más que lo aquí comentado. Ahora, me encanta que existan películas como esta, y personajes como este. Son los que me hacen amar esta mierda.