Hacía siglos que no veía "El Trueno Azul", dirigida por el hoy televisivo John Badham, quien como consecuencia vivió una pequeña etapa especializándose en historias "high-tech" con títulos de sobras conocidos como "Juegos de guerra" o "Cortocircuito". Y nada hay más "high-tech" que un super-helicóptero capaz de hacer lo imposible. Hasta su cabina llega Roy Scheider, que lo mangará y usará para acabar con unos conspiradores que le quieren borrar del mapa. Un producto puro y duro de la década que lo vio nacer, los ochenta, pero que, por alguna extraña razón, no suele ser muy recordado y reivindicado, a pesar de que le sobren méritos, como ese guion a cuatro manos entre Dan O`Bannon y Dan Jakoby. Juntos escribirían también "Lifeforce: Fuerza Vital" o "Invasores de Marte". Luego, ya separados, O´Bannon debutó en la dirección con ya saben que y Jakoby acabaría responsabilizándose de teclear "El justiciero de la noche" (vía seudónimo), "Vampiros de John Carpenter", "Aracnofobia" o "Evolution". Vaya par de jefes. Tampoco podemos obviar un reparto plagado de rostros bien reconocibles. Por curioso, dejen que destaque al ya fallecido Mario Machado, quien posteriormente repetiría el mismo rol en "Robocop".
"El trueno azul" es un producto perfectamente fabricado, notablemente bien narrado y que entretiene más que un ratillo.
"El trueno azul" es un producto perfectamente fabricado, notablemente bien narrado y que entretiene más que un ratillo.
Los de mi quinta recordarán que generó una serie de televisión emitida en España. Ya fuese consecuencia de su éxito o por aquello de rentabilizar el helicóptero (y las imágenes del mismo en acción). Lo más curioso de ella es quien interpretaba al co-piloto, nada menos que el comediante Dana Carvey, famoso por acompañar a Mike Myers en las películas de "Wayne's World".
Incluso llegaron a fabricarse juguetes. Yo mismo dispuse de un espectacular "Trueno Azul" en miniatura la mar de chanin perteneciente a una mítica colección juguetil a base de ensamblar piezas. Entrañable.
Por todo ello, era de menester celebrar la publicación de algunos fotocromos de la cinta de John Badham, aunque anden un rato corroídos por la humedad.