sábado, 26 de octubre de 2019

EVOLUTION

Ivan Reitman llevaba encadenando sonoros fracasos o éxitos menores que quedaban por debajo de las expectativas, así que ante la desesperación hizo lo que hacen todos los cineastas, especialmente aquellos afincados en Hollywood, mirar atrás e intentar repetir uno de sus mayores logros, que pal caso era y es "Los Cazafantasmas". Estamos en 2001, así que eso de la nostalgia aún no se llevaba. Hoy habrían hecho una precuela o una secuela tardía..... espera un momento, ¡si eso es justo lo que Reitman y su hijo están maquinando en estos momentos! pero entonces no era un recurso habitual. Se estilaba más repetir la fórmula: Comedia desmadrada -aunque no demasiado- con notables ribetes de fantasía. Si en "Los Cazafantasmas" era el terror, en este nuevo proyecto sería la ciencia-ficción. Naturalmente estoy hablando de "Evolution".
La idea de partida es buena no, cojonuda: Un meteorito cae en el desierto. Resulta que a su alrededor comienza a formarse un micro-universo en el que la vida evoluciona a la velocidad de la luz. En el pueblo de al lado vive el típico científico de gran talento relegado al ostracismo por un error del pasado. Él y su acompañante negro serán los primeros en meter mano. Claro que pronto los poderes fácticos se harán eco del asunto, para mayor disgusto de los protagonistas, que se ven relegados a un segundo plano. Aunque no por mucho tiempo, especialmente cuando la vida marciana comience a hacerse más grande, poderosa y peligrosa. El guion original iba totalmente en serio, hasta que Reitman y los suyos se lo agenciaron y lo transformaron en una de risas. Lástima, tenía potencial.
Igual que el director de "Los gemelos golpean dos veces" buscaba desesperadamente un nuevo super éxito de taquilla, el actor David Duchovny soñaba con alejarse el máximo posible del medio televisivo y la serie que le diera la fama y encasillara, "Expediente X". A pesar de ello, y por absurdo que suene, rechazó un papel en "Star Wars, Episodio II. El ataque de los clones" para aceptar el que le ofrecían en "Evolution", pensando que interpretar a un científico interesado en la vida alienígena (juas!) en una comedia de un director en horas bajas sería mejor para su carrera. Encima, al hombre le dan un rol muy reconocible, el de golfo simpático. Descarado, pero tierno cuando conviene. Vulgar, pero inteligente si es preciso. Vamos, que hace de Bill Murray en "Los Cazafantasmas" (o en cualquier película de Bill Murray). El problema es que mientras este tenía su gracejo, a Duchovny no le va. De hecho, en lugar de un golfo simpático se convierte en un golfo gilipollas, impertinente, chulito y que cae mal. Es antipático. Lo mismo que su comparsa, Orlando Jones, absolutamente irritante... algo a lo que contribuye el doblaje español. Se salvan Julianne Moore haciendo de "rubia tonta" y Seann William Scott interpretando lo único que se le da bien interpretar, un paleto de buen corazón.
Y es aquí cuando da comienzo el juego de las comparaciones. Con "Los Cazafantasmas", claro. Para comenzar, ambas películas comparten un logotipo chachi. En el caso de "Evolution" es un "smiley" con tres ojos. Ambas arrancan con uno de los protas intentando ligarse a una alumna, hasta que el otro aparece y le joroba los planes. También aquí tenemos al grupo de anti-héroes uniformados -ni que sea por los trajes de bombero- enfrentados a criaturas monstruosas y, a su vez, con burócratas. Aunque en este caso el villano no trabaja para la agencia de protección del medio ambiente, es algo menos original: un militar. Según San Imdb, la cita que en un diálogo se hace al selenio es un guiño directo a "Los Cazafantasmas" en un speech que soltaba Dan Aykroyd en aquella y que, por si aún no lo sabían, en "Evolution" da vida al personaje del gobernador. Como colofón, las dos películas terminan con la aparición de un monstruo gigante que muere estallando y pringándolo todo de líquidos asquerosos, incluidos los dos villanos de la función, que a modo de castigo divino reciben un generoso baño.
Naturalmente, y aunque "Evolution" es una tontunada agradable para pasar la tarde del Domingo, Ivan Reitman no logró repetir la jugada (a lo que desde luego contribuyeron unos efectos especiales CGI aún algo toscos) y la taquilla no estalló. Tampoco Duchovny consiguió subir mucho más su caché.
En el reparto localizamos otros tantos nombres simpáticos como los de Ted Levine, Sarah Silverman, el astro de la "serie B" horrorífica Richard Moll y Winifred Freedman, actriz que algunos recordarán como "Stephie" en "Agárralo como puedas", la alumna de conducción que, sin quererlo, se mete de lleno en una divertida y absurda persecución durante la cual su reposado profesor le enseñará cómo mandar a tomar por culo a un rudo camionero.