La hija de Don Nuño, Magdalena, bebe los vientos por Don Mendo cosa mala. Don Mendo es de linaje noble, no obstante no tiene un duro y lo poco que tiene lo pierde en el juego. Ambos mantienen relaciones secretas.
La idea de Don Nuño es casarla con un alguien rico y de posibles, un trabajador del rey, Don Pero Collado. Ella, ávida de aceptación y reconocimiento social, acepta el casorio sin decirle nada al respecto a Don Mendo ni a Pero. Es por esto que, cuando éste último los descubre, Mendo se inventa que es un ladrón que ha ido a robar y, así, proteger a Magdalena. En consecuencia, acaba penado de muerte. El Marqués de Moncada, gran amigo de Don Mendo, le rescatará de su encierro y, Mendo, ideará su sanguinolenta venganza.
“La Venganza de Don Mendo” es la adaptación fílmica de la obra de teatro del mismo título, que tuvo a bien escribir Pedro Muñoz Seca. Un astracán sin más afán que el de entretener que, con la tontería, se ha convertido en una de las obras de teatro españolas más representadas de la historia, siendo superada solo por clásicos tan incuestionables como “Don Juan Tenorio”. La adaptación cinematográfica la lleva a cabo nada menos que Fernando Fernán Gómez, que no solo dirige la película, sino que además se pega la machada de escribir el guion para cine, y de interpretar a Don Mendo con una gracia y un salero a prueba de bombas. Dialogada en verso, la película transcurre tontamente y con fluidez, y presume de una comicidad un tanto extraña de la que hacen alarde todos sus intérpretes —en especial Fernán Gómez—. No podemos dejar a un lado los descacharrantes decorados en los que se rodó la película. Estos están pintados a mano y con colores pastel — hay que tener en cuenta que es una de las primeras películas españolas que se rodó en color, de ahí, que todo lo referente a los colores sea tremendamente exagerado—, llevándose la palma, en el diseño de producción, el fuego. En la película el fuego está todo el tiempo presente, ya sea en antorchas pegadas a las paredes del castillo donde se desarrolla la mayoría de la acción o en las chimeneas del mismo. Bien, pues en un alarde de genialidad cómica, el fuego de estos lugares está solucionado a base de papel celofán rojo envolviendo unas bombillas, en el caso de las antorchas, moviéndose gracias a hilos invisibles, en el caso de las chimeneas. En cualquier caso, un recurso cómico que cincuenta y pico años después de su estreno, sigue funcionando y provocando la hilaridad del espectador. Claro, todo esto no es gratuito; obviamente llevar a la pantalla una astracanada como “La Venganza de Don Mendo” supondría un despliegue de medios y unos gastos económicos que serían impensables en una producción de aquellos tiempos. Y aunque el vestuario es de primer orden, se opta por convertir los escenarios, naturales o no, en decorados de teatro. Así, no se disimula en ningún momento el cartón piedra y el papel pintado en una inteligente resolución.
Por otro lado, la grandeza de la película radica en unos actores en estado de gracia, siendo, como ya he dicho, Fernán Gómez el rey de la función, pero cuyo protagonismo casi es destronado por Juanjo Menendez que compone un Don Pero Collado, Duque de Toro, con el que, literalmente, te descoyuntas de la risa, ya sea escuchándole recitar su diálogo, ya sea con sus exageradísimas expresiones faciales. Paloma Valdés, actriz de corta carrera pero de inconmensurable belleza —que podría competir sin problema alguno con cualquiera de las más populares bellezas contemporáneas— interpreta a Magdalena de manera teatral y pizpireta, resultando igual de divertida que sus compañeros de escenario. El resto, secundarios de lujo de nuestro cine cuyos nombres son sinónimo de eficacia; así, vemos desfilar por la pantalla maravillosos actores de la talla de Xan Das Bolas, Antonio Garisa, Joaquín Roa, Maria Luisa Ponte…
Un divertimento, sin más, que a nivel histórico ha trascendido y se ha convertido en gran clásico por méritos propios y hasta nuestros días: La obra aún se sigue representando en los teatros, y la película está actualmente en catálogo en DVD.