sábado, 11 de diciembre de 2021

DR. HUMPINSTEIN´S EROTIK CASTLE

Andrew Shearer y el clan "Gonzoriffic" son una pandi de colegas que desde las lejanas tierras de Athens, Georgia, se dedican a parir toda suerte de metralla peliculera rutilantemente independiente y en formato vídeo. A ellos les encanta llamarse underground. Yo me quedo con la palabra amateur, por la que ya saben siento mucho afecto y para nada considero peyorativa (siempre y cuando no la intenten disfrazar de mainstream).
"Gonzoriffic" dio sus primeros pasos como fanzine de papel, luego página web y finalmente productora audiovisual especializada en todo aquello de naturaleza, digamos, tirando a extravagante. No se limitan al horror de línea dura, que es lo habitual en su gremio, gustan de tocar otros palos bien distintos. Digamos que tienden un poco a la comedia y al feminismo como tema recurrente. Sí, el feminismo, con todo lo detestable que, desde el punto de vista de este blog, ello comporta. Pero no se lo tendremos en cuenta, especialmente porque, aunque en los archivos de "Gonzoriffic" abunda la mediocridad y el aburrimiento desaforado (y que, dejándose llevar por sus obtusas ideas, ocasionalmente Andrew Shearer se comporta como un auténtico y asesinable cretino), también es cierto que pueden llegar a parir cosillas majas. Muchas de duración media o corta. Y, además, chorrean pasión, devoción por lo que hacen y cómo lo hacen, aspectos estos que compensan cualquier otro desliz.
Hoy me centraré en uno de sus logros más destacables, el mediometraje "Dr.Humpinstein´s Erotik Castle", diseñado como homenaje a la legendaria exploiter Doris Wishman (no en balde el personaje central lleva su nombre) y, de paso, al restante cine de su misma condición, destacando aquel dedicado a la delincuencia juvenil.
Una maruja de recta moral descubre en el dormitorio de su hija una revista repleta de chicas ligeras de ropa. Ofendida, acude hasta la editorial dispuesta a reprochar todo lo reprochable. Esta resulta ser un lúgubre castillo de paredes de papel tambaleante (notable influencia de "Geek Maggot Bingo" y su estética cruda, una de las pelis favoritas de Andrew Shearer), donde habitan un científico loco y una suerte de Igor gorda y tetuda. Ambos someten a la maruja al visionado de una serie de numeritos en plan "burlesque" en los que cada una de las chicas "Gonzoriffic" demuestran sus cualidades (aunque no las ubres) a base de agitar unos generosos michelines. Esta parte, aunque un pelo coñazo, mola porque recuerda mucho a los genuinos "nudies" de la época dorada del exploitation donde, básicamente, se limitaban justamente a eso, bailecitos interminables de mozas ligeras de ropa (me viene a la cabeza "Orgy of the dead"). Al final, la maruja se revotará y, de paso, mutará a mujer poderosa e independiente consciente de su sexualidad.
Todo ello parido en blanco y negro, trufado de diálogos y un modo de grabar que, aunque primeramente chirría por su naturaleza elemental, luego comprendes que se trata de la recreación del estilo que gastaban los films de aquella época y tendencia, por lo que el "defecto" acaba convertido en virtud.
El resultado es una cosita que, con las limitaciones que acarrea, se deja ver y despierta mi afecto, sobre todo por su condición de perro verde (el fandom de allí flipa ante la ausencia de tetamen gráfico y gore gratuito). Y si hay algo que apreciamos en este blog es a los creadores con personalidad, ajenos a corrientes dominantes, que abrazan con fervor y orgullo la diferencia.