Antes de volverse un clásico de las sesiones dobles de los años 70 —por obra y gracia de Jerry Gross que la convirtió en una película popular— y un título recurrente cuando de cine exploit hablamos, “I Eat Your Skin” fue una pequeña producción de horror y aventuras titulada “Caribbean Adventure”, que dirigida en 1964 por un exploiter de la época, Del Tenney, y pese a contener unas modestas dosis de truculencia, en realidad era una obra más deudora de los seriales de aventuras de los años 40 que de cualquier otra cosa. Con todo, tenía zombies, sexo soterrado, ritos vudú, violencia, algo de racismo y hasta ciertas dosis de humor negro. También mucha comedia involuntaria como era normal en cualquier serie B (tirando a Z) clásica que se precie. En definitiva, la película era puro desmadre.
Del Tenney tuvo siempre muy claro que quería rodar una película de horror, que era el género que le dejaría pingües beneficios. De hecho el título inicial de producción iba a ser “Zombie”, pero de cara a los inversores y a los habitantes de la zona de Florida en la que estaban rodando, Tenney vendió el producto como una película de aventuras selváticas para toda la familia, y de ahí el título de “Caribbean Adventure” antes mencionado. Se las apañó para que todos pensasen en las películas de Tarzán y no en zombies vudú.
Así, “Caribbean Adventure” cuenta la historia de un escritor un tanto “viva la virgen”, que junto a su editor y la esposa de este, viajan hasta la llamada Isla Vudú con el plan de relajarse allí y sacar adelante su nuevo libro. La excusa que el editor le da a su trabajador para viajar hasta tan recóndito lugar, es que, por un accidente, un buen día la mayoría de población masculina murió, quedando en la isla cinco mujeres por cada hombre (luego cuando llegan allí, diría que hay tres tíos por cada tía, pero eso sería otro asunto). Una vez en la Isla, al escritor le hablan de ritos vudú y sacrificios y, cuando un zombie le ataca con un machete, de manera casi natural comienza a investigar. Resulta que el científico local, que está allí trabajando en una cura para el cáncer, descubre que con veneno de serpiente puede convertir a los humanos en zombies… así que deja a un lado sus investigaciones por el bien de la humanidad para zombificar a unos cuantos negros caribeños, actividad esta que mola más que curar el cáncer.
Desde luego un argumento genial que da como resultado una película tan tosca como divertida y que pasa en un santiamén porque es entretenida a más no poder. Eso sí, muy light en lo que a sangre y gore se refiere, porque no hay casi, y en todo caso podemos deleitarnos con los cutres maquillajes de los zombificados que son chabacanos y, sobre todo, extraños. Los ojos de los zombies parecen huevos cocidos o algo por el estilo.
Como fuere, Del Tenney no fue capaz de encontrar distribución para los cines de “Caribbean Adventure”, por lo que quedó con pufos y deudas mientras la película se pudría, sin estrenar, en un sucio almacén.
Unos años después, en 1971, otro exploiter de carácter más descarado, Jerry Gross, tenía entre manos, en calidad de distribuidor, una película absolutamente violenta y demencial dirigida por David Durston, la archiconocida “I Drink Your Blood”, aquí estrenada en su momento en vídeo como “Me bebo tu sangre”. Decidió que, en esos momentos, lo mejor sería estrenar la película en sesión doble con otro film, por ese motivo, y teniendo en cuenta que Del Tenney había fracasado en su empeño por estrenar la película, le compró los derechos de explotación de “Caribbean Adventure”, le cambió el título por “I Eat Your Skin” mucho más acorde con el de la película que estrenaba, y haciéndose acompañar por un póster terrible que a día de hoy forma parte de la historia del cine exploit, convirtió este en uno de los pases dobles más rentables y célebres de la época. Así que rentó de sobra ambas películas. Por supuesto, el título de “I Eat Your Skin” (me como tu piel), poco tenía que ver con la película ofertada, nadie absolutamente se come la piel de nadie en la cinta de Tenney, pero gracias a la artimaña de Gross, su película hoy ha pasado a los anales. Y aunque también se la conoce bajo los títulos de “Zombie”, “Vudú Blood Bath” o “Zombie Bloodbath”, dependiendo de la edición de vídeo o del momento en que se reestrenara, el título que ha prevalecido en el tiempo y por el que la película es popular, es por el estupendo “I Eat Your Skin”.
En su momento los chicos de Vial of Delicatessens (¡Ja!) barajaron la posibilidad de una edición española de la película en DVD que no llegó a fraguarse porque pilló justo en pleno declive del formato físico y las ventas de DVDS descendieron hasta cifras verdaderamente ridículas, pero el título castellano que se iba a registrar iba a ser “Zombie: Me como tu piel”.
Quizás en un futuro esta edición se haga realidad, aunque limitada a 50 unidades de DVD-R.
Por otra parte, Tenney, que después de esta película no volvió a dar señales de vida durante décadas, curiosamente regresó a la dirección por ahí los 2000 produciendo títulos como el neo-slasher “¿Quieres que te cuente un secreto?” del que también es guionista, o dirigiendo la película “Descendant” en 2003, despidiéndose así de manera definitiva del cine. Falleció en 2013.
Por lo demás, “I Eat Your Skin” es de las películas más divertidas y prestas al jolgorio de la época y un absoluto clásico de la serie B/Z.