martes, 13 de abril de 2010

ME BEBO TU SANGRE

Una panda de hippies con reminiscencias bastante claras (y expresas) del "clan Manson", llega a un pueblucho de la américa profunda y la lía gorda. Agreden a una chica, lo que hará que el abuelo de esta intente darles una lección. Ni que decir que el hombre no saldrá bien parado. Enfurecido, su nieto (y hermano de la agredida) pilla sangre de un perro rabioso muerto, la inyecta en unos pastelitos de carne y se lo regala a los peludos, que tras devorarlos se convertirán en psicópatas tremendos de ojos saltones y boca babeante.
Siempre consideré que la premisa de "Me bebo tu sangre" era fascinante. De chaval, en cuanto leí sobre ella, quedé totalmente prendado. Tanto, que antes de ver la peli, ya hice mis propias versiones escritas y dibujadas. Con el tiempo logré agenciarme el film (en VHS y, si no recuerdo mal, en el mítico video-club Vergara de Barcelona) y la decepción que me llevé fue elefantiásica. Mis variaciones sobre el papel eran más sangrientas, divertidas y dementes que aquella pestilente muestra de cine exploitation yankee de los 70.
Sin embargo, hace unos días, tras una charla coleguera en la que salio a relucir, decidí repasarla y ver cómo había afectado el paso del tiempo no a la peli, sino a mi opinión sobre ella. Bien, hoy puedo decir que "Me bebo tu sangre" ya no me parece pestilente, sí es verdad que su supuesto gore extremo ha sido de largo superado en todos estos años (algo no necesariamente "lógico y normal", el de Herschell Gordon Lewis, por exagerado, sádico y desquiciado, sigue bien patentente incluso hoy día), hay alguna leve idea que sigue siendo simpática (el hippie empalado por una espada), pero poco. En general la peli no está del todo mal acabada, y los momentos ridículos no son excesivos (salvo cuando los rabiosos son combatidos con agua), es soportable y razonablemente entretenida... sobre todo si sabes a lo que te enfrentas cuando le des al "Play".
El director y guionista, David Durston, poca cosa más había hecho, y poca cosa más haría después.
No estaría mal ver un remake facturado por Eli Roth... le pega.


PD: Ya no comento nada del estupendo título y el estupendo cartel.