En primero de BUP conocí a una chica bastante maja perdidamente enamorada de Scott Grimes, es decir, el adolescente pelirrojo prota de "Critters", film por entonces de actualidad. Gracias a mis queridas revistas francesas, sabía que el actor acababa de encabezar el reparto de otro vehículo para su lucimiento, "Night Life". En cuanto se lo comuniqué a mi compañera, saltó de alegría y comenzó a chorrear fluidos en espera del estreno. Sin embargo, el día que el film aterrizó en estas tierras de paletos ignorantes con el título de "Ánimas", y directamente formato vídeo, yo ya había abandonado mis estudios y no trataba con la chavala. Nunca pude avisarla, y desconozco si llegó a masturbarse viendo a su querido Scott luchando contra muertos vivientes, que de eso va "Ánimas", donde interpreta a un jovenzuelo tirando a perdedor que combina sus estudios con un curro en la funeraria de su tío. Vive en perpetuo mal rollo con los matones del insti y sus novias, haciéndose judiadas los unos a los otros diariamente (en un momento dado, una de las chavalas finge querer follárselo, por aquello de distraerle mientras los otros la lían, y el colega pica, sin sospechar nada, lo que da que pensar si no será un poco lerdo) El caso es que, un día, los matones la palman en un accidente, chocando contra un camión de productos químicos. Se los llevan a la funeraria y allí la intrusión de un rayo hará que revivan y retomen el conflicto con el prota, pero a lo bestia, matando por doquier.
Pues bien, hasta el alzamiento de los zombies (solo cuatro), la peli se dejaba ver más alegremente, casi como una comedia teenager. En cuanto entra el elemento terror, da inicio cierta rutina, cierta dependencia de fórmulas, que arruina un poco el conjunto y nos sumerge en un sopor demasiado familiar. Suerte de los escuetos pero llamativos momentos de truculencia, que los hay, y son altamente satisfactorios, especialmente al estar paridos a base de trucajes de la vieja escuela. Quizás lo peor sea ese "gag" final, absolutamente innecesario, fuera de lugar y patético. Con todo, la peli se deja ver tontamente.
En el reparto de "Ánimas" localizamos dos rostros bien curiosos, por un lado John Astin, el "Gómez Addams" de la serie original de los 60, y por otro John De Bello encarnando brevemente a un policía. ¿Quién? ¿el director de "El ataque de los tomates asesinos"? errr... no... eso pensé en su momento, pero no. Se llaman exactamente igual, sí, aunque son dos seres humanos completamente distintos. No obstante diré que el De Bello de los tomates sí ha ejercido de actor ocasionalmente. Y, encima, haciendo de policía. Así procedió en la serie de culto "Sledge Hammer!" efectuando todo un striptease. Casiná.
Tras las cámaras de "Ánimas", Craig Reardon como el más reputado de los maquilladores (echen un ojo a su CV en Imdb y sorpréndanse), Keith Critchlow escribiendo el guion (suyo fue el argumento de base para aquella comedia ochentera altamente olvidada titulada "Voluntarios") y David Acomba, el director, que dispone de mucha mierda en su filmografía, destacando por méritos propios el infamemente famoso especial navideño televisivo de "Star Wars".
Epílogo: Un porrón de años después me reencontré con la amiga fan de Scott Grimes. Por entonces la abordé con intenciones libidinosas, pero en cuanto supe que tenía maromo oficial, entendí dos cosas, una, que no iba a poder rociar sus mejillas con mi esperma y, dos, que seguramente se había olvidado del jodido actor pelirrojo.... junto al resto de la humanidad. Sí, lo que con "Critters" -y secuela- parecía el lanzamiento de una nueva estrella juvenil, pronto quedó en nada. Grimes hizo algunas mierdas sin mayor importancia hasta que logró convertirse en la voz de "Steve Smith", el hijo de "Padre made in USA", la célebre serie de animación de Seth McFarlane. Que personaje y actor se parezcan un huevo no es casual, él y McFarlane eran ya colegas de antes. Dicho de otro modo, el animador y creador de "Padre de familia" salvó la carrera del zanahorio.