sábado, 3 de agosto de 2024

GARDEN OF THE DEAD

Una panda de reclusos aprovechan su curro, trasladando bidones de una versión experimental de formaldehido, para esnifarlo apasionadamente hasta quedarse ciegos. Una noche huyen y son abatidos a disparos por los guardias. El producto químico en cuestión hará que se levanten de sus tumbas e inviertan tiempo y esfuerzo en matar a todo bicho viviente con el que se crucen, especialmente aquellos que les llenaron de plomo.
John Hayes llevaba ya una década nadando entre productos de pura naturaleza "exploitativa" cuando, en 1972, se vio obligado a rodar en tan solo diez días el relleno de una sesión doble encabezada por otra de su paternidad, y medianamente popular, "La tumba del vampiro". De ahí, pues, que "Garden of the dead" dure únicamente unos maravillosos 58 minutos. La conocía por los llamativos carteles y el look nada desdeñable de sus curiosos zombies, unos que hablan, corren, razonan y son tan yonkis -del formaldehído- como fotofóbicos, pero jamás había logrado verla ya que no tuvo distribución en las Españas. Así pues, por una vez, demos las gracias al interminable y apestufante catálogo de ciertas plataformas de streaming con el mismo criterio selectivo que un invidente en el supermercado.
Setentera hasta las trancas, "Garden of the dead", no obstante, se muestra cero generosa en lo referente a violencia (todo muy estándar) y sexyismo. Dada la naturaleza de la trama, únicamente hay una señora en el reparto, de muy buen ver, eso sí. Es la novia de un prisionero de noble corazón y, llegado el momento, la usarán como cebo para atraer a unos zombies ansiosos por ventilársela.
"Garden of the dead" no tiene problema en saltarse algunos tropos y clichés, como cargarse al medianamente malvado alcaide a mitad de peli, y del modo más tonto y poco llamativo, justo cuando uno estaba ya convenciéndose de que su presencia iba a traer más cola. Agradezco estos detalles, ciertamente.
Del reparto solo reconocí las facciones de Carmen Filpi, actor todoterreno que puedes ver en la más dispar gama de títulos imaginables. Acabó convertido en fetiche de Tim Burton, dando vida al administrativo aplastado por un camión de "Bitelchús" o a un travelo viejo en "Ed Wood". Otro de sus roles más destacados lo hizo para Mel Brooks en "Que asco de vida", era aquel vagabundo al que llamaban "Once".
En cuanto a John Hayes, seguiría imparable pariendo subproductos olvidables, de entre los que destacaría uno tan recurrente en nuestros añorados videoclubes como "El último día del mundo", con Christopher Lee, o un capítulo de la legendaria -y algo sobrevalorada- serie "Tales from the Darkside".
Si te pilla un día tonto, sin mucho que hacer, ni ganas de levantarte del sillón, "Garden of the dead" puede valer como mata-ratos.